La marihuana era el tótem de humo de Rachel Ebdus. Inhalarla era una forma de conocimiento, de perdón y de dejarse abrazar por Rachel hecha humo. Dylan aprendió despacio, primero fingiendo cuando Mingus Rude le pasaba un porro, imitando ruiditos de succión alrededor de la boquilla húmeda mientras las volutas de humo le coronaban la cabeza. (De: LA FORTALEZA DE LA SOLEDAD, de Jonathan Lethem)
gabrielruizortega@gmail.com
Falso al amanecer es una de las novelas más disfrutables que se hayan escrito. La escena final es divertidísima.
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