La marihuana era el tótem de humo de Rachel Ebdus. Inhalarla era una forma de conocimiento, de perdón y de dejarse abrazar por Rachel hecha humo. Dylan aprendió despacio, primero fingiendo cuando Mingus Rude le pasaba un porro, imitando ruiditos de succión alrededor de la boquilla húmeda mientras las volutas de humo le coronaban la cabeza. (De: LA FORTALEZA DE LA SOLEDAD, de Jonathan Lethem)
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domingo, octubre 23, 2011
Martes 25: Presentación de 'Las malas intenciones' de Rosario García-Montero
Por más bueno que sea un guión,(y a mi parecer este no es el caso, después de ver la pélícula) es como lo decía Antonioni: "no tiene vida fuera de la pantalla".
Por más bueno que sea un guión,(y a mi parecer este no es el caso, después de ver la pélícula) es como lo decía Antonioni: "no tiene vida fuera de la pantalla".
ResponderBorrarVeré entonces la película y revisaré el libro en cuestión.
ResponderBorrarG