Páginas

sábado, julio 27, 2013


1 comentario:

  1. Anónimo11:17 a.m.

    Incomparable Miles Davis. En París mostraba sin disimulo su aversión a los blancos que, fascinados por su trompeta, “comprendían” y no replicaban nada ante su gestualidad de decidido “enemigo” que los acusaba de muchos maltratos infringidos a su raza.

    ResponderBorrar

Nota: sólo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.