sábado, septiembre 15, 2007

Obsesión - Juan José Lora

Tengo unas ganas locas de quedarme callado,
de no saber ni jota de todo lo que sé,
y de decirle a todo el que venga a buscarme:
ya se fue ... ya se fue.

Hoy siento un ahumado malagradecimiento
a todos los instantes en que me vi feliz;
pienso, cobardemente, haber amado solo
las poses de ternura de una gran meretriz.

¡Oh, síes de estos nunca, ventajas de la muerte,
guillotinas que se alzan ante la eternidad.
¡Pobres nuestras cabezas perdidas en la sombra
del destino nocturno de la Gran Voluntad!

Mi vida se desvive ante el vital desorden
por combatir la peste de la fatalidad.
¿Por qué tantos amores que no han de amarnos nunca,
por más que los amemos toda la eternidad?

Silencio, Gran Silencio, hasta cuándo tus labios
sonreirán en su arco maligno y seductor?
¡Oh la gran bofetada que yo te estamparía
por todas las respuestas que has dado a nuestro amor.

Tengo una ganas locas de dormir y morirme
y resucitar luego para saber quién soy;
y enseguida matarme, fácil y claramente,
estando donde he estado y estaría y no estoy.

(De: Diánidas. Febrero, 1925. Lima, Perú)

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