Mercadotecnia, deslizamientos

Quiero recomendar dos artículos de Abelardo Oquendo.

Nidos de erratas, del último domingo, que promete sacar mucha roncha.

Y Mercadotecnia, deslizamientos, de hace algunas semanas. Una reflexión acuciosa de lo que es hoy en día el mundo cultural. En el caso de la literatura, nos queda muy en claro que lo último que desean los vendedores de jabón es ofrecernos buenos libros. Este texto me ha dejado pensando. Hasta lo pude haber escrito yo.

Vía La República.

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1 Las industrias culturales, las ferias del libro, los premios literarios, el nuevo papel del mercado en el mundo, el comportamiento de la prensa acorde con la imperante sociedad del espectáculo, etc., vienen propiciando deslizamientos que inciden ya en la naturaleza de las cosas. La de las ferias, por ejemplo, es esencialmente comercial, pero las ferias de libros aparecen hoy como acontecimientos culturales y, de algún modo, la gravitación que han adquirido determina deslizamientos de salas de conferencias e inclusive de algunos actos académicos hacia el campo ferial.

2. Las academias, y también otras instituciones de alto nivel intelectual, comparten hoy con negocios editoriales el otorgamiento de premios. Recursos de promoción comercial se asimilan así a prácticas propias del ámbito idóneo para el reconocimiento de valores artísticos e intelectuales y para la desinteresada promoción cultural.

3. Entre otras causas, 1 y 2 propician que el lugar de la obra sea ocupado cada vez más por el autor. Todos estos deslizamientos confluyen para que el novelista y no la novela, el poeta y no el poema, el escritor y no la escritura sean los centros de atracción. Gran avance de la mercadotecnia, pues la celebridad de un libro vende menos que la celebridad de un personaje, reflector eficacísimo sobre todos sus libros.