"Caracortada" vuelve
Decidí darle un alto a las vicisitudes de Shahid, el protagonista de El álbum negro, estimulante novela de Hanif Kureishi que estuve releyendo la semana pasada. Me encontraba en medio de un pesado trámite burocrático y decidí aplacar mi furia con el diario El Trome. Algo me decía que El Búho no me fallaría. Y así fue: no me falló.
Caracortada está entre mis veinte películas favoritas. Grande Al Pacino.
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Este Búho nunca ha ocultado su admiración por las películas del gran Brian de Palma. Creo que una crítica “seudoprogresista” lo ha maleteado injustamente. Desde chibolo en que me hundí de terror en la butacas del mítico cine “Mirones” viendo “Carrie, extraño presentimiento”, sentí que De Palma tenía esa capacidad para capturar a los espectadores con escenas inolvidables y aterradoras.
Pero el versátil De Palma presentó “Caracortada” en 1983. Un filme protagonizado por Al Pacino, quien encarnaba a Antonio “Tony” Montana, un delincuente y homicida cubano que escapa del régimen de la isla junto a miles de sus compatriotas en balsas y barcos del puerto de Mariel. En Miami es recluido junto a su amigo Manny Rivera (Steven Bauer) en una cárcel provisional.
Tony quiere volverse rico en América, pero teme que por sus antecedentes lo devuelvan a la isla. Para su “buena suerte”, Manny le comunica que un ricachón de Miami quiere que haga un trabajito: Va a llegar como refugiado un ex jerarca del régimen comunista que se peleó con Castro y lo ha deportado, debe asesinar a Emilio Rebenga, quien mató al hermano de ese ricachón en la isla.
Tony le responde: “Si tengo que matar a un comunista, lo hago hasta gratis”. Durante un motín en el campo de refugiados, Montana asesina a cuchillazos a Rebenga y él y su grupo obtienen la ansiada tarjeta de residencia. Así inicia un ascenso en el incipiente y próspero negocio del narcotráfico en Miami.
Trabaja al servicio del capo de la ciudad Frank López (Robert Loggia, en gran papel), quien tiene como esposa a Elvira Hancock (enigmática y deseable Michelle Pfeiffer). La lealtad, la traición y la ambición envuelven a un personaje violento. Que vive el conflicto de ser despreciado por su madre, quien lo considera “una vergüenza” para los cubanos honestos de Miami y rechaza su dinero sucio, mientras se deslumbra y cela a su bella hermana Gina (inolvidable Mary Elizabeth Mastrantonio).
Tony encara a su jefe Frank, quien intentó matarlo. “¡Tú no tienes huevos, Frank!”, le grita mientras su ex jefe implora por su vida: “Tony, no me mates. Tengo cinco millones en España, son tuyos. Elvira… quédate con mi esposa. Yo desapareceré”, ruega, llora Frank, mientras Tony le ordena a Manny: “Mata a esta cucaracha”. Con ello, Tony logra llegar a la cima.
De Palma y el guionista Oliver Stone -antes de “Pelotón”- se bronquearon durante el filme. De Palma exigía ampulosidad, escenas delirantes, mientras que Oliver se cuidaba de retratar los conflictos sociopolíticos con sumo cuidado. Sin embargo, la crítica seudoizquierdista y los cubanos anticastristas demolieron el filme, pese a que fue un éxito de taquilla.
Montana era un asesino, pero se negó a matar niños y la mafia boliviana lo condenó a muerte en un combate épico entre el mafioso y decenas de sicarios. De Palma fue un visionario. Años antes de la aparición de Pablo Escobar, ya Tony Montana tenía una mansión con un zoológico adentro, con tigres, cocodrilos y elefantes.
La escena donde Montana hunde su nariz en un cerro de cocaína pasó a ser una de las 10 más recordadas sobre gánsteres. Se le criticó la excesiva dosis de violencia de la cinta, pero unos años después Quentin Tarantino utilizaría mucho más sangre en “Reservoir dogs” y “Pulp fiction” y ganó el Festival de Cannes. Han pasado 30 años y hoy “Caracortada” es un filme de culto y se ha reestrenado por todo lo alto en 500 cines de los Estados Unidos y se presentó también en el impresionante formato para Blue Ray.
En la ceremonia estuvieron Al Pacino, Steven Bauer, Robert Loggia y el “soplón” (Omar Suárez). Al Pacino, a sus 71 años, recordó ese día de la ceremonia, las críticas maleteras de los obtusos: “Lo malo es que la crítica nos machacó. No hay nada peor que el hecho de que te den con palos por algo que merece la pena. Pero luego la película creció en las calles. Eso fue una sorpresa”, finalizó el gran actor, al que todos recuerdan con los ojos desorbitados, en el balcón de su casa, con una ametralladora en mano, recibiendo decenas de balas y gritándoles a los sicarios “Say hello to my little friend” (“Saluden a mi amiguito, ja, ja, ja), mientras un globo aerostático anclado en la mansión se leía “el mundo es tuyo”.
“Caracortada”, un clásico que se adelantó a la época. Apago el televisor.
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