63
En la librería nos alistamos para
participar en una feria del libro de Arequipa. El asunto pinta muy bien, porque
la feria tendrá lugar en los arcos de la plaza central de la ciudad. Me esperan
días agitados pero ello no quiere decir que deje de postear en el blog.
Como dije, nos estamos preparando.
Hay dos cosas que me asustan de las
ferias: el primer y el último día, en los que se vive el verdadero trabajo.
*
Me disponía a cerrar la librería. Me
encontraba solo, hacía no más de un cinco minutos que Yesenia y su hermano
David se habían retirado. Tomaba el último vaso de café del día y escuchaba en
Radio Mágica tres canciones al hilo de McCartney.
Conversaba con un pata sobre El desierto y su semilla de Baron Biza,
quizá una de las novelas más crudas y oscuras que haya podido leer. No sé qué
más le decía a este pata cuando recibo la visita de Joseph y Juan, mejor
conocidos como los Beats de San Marcos.
Tiempo que no veía a Juan.
Ambos me invitaron al Popeyes del Centro
Cívico.
No pude decirles que no, aunque mi idea
inicial era llegar cuanto antes a casa y ver en aparente tranquilidad la final
entre Alianza y San Martín.
Pero no era mala idea ir al Popeyes con
Joseph y Juan. Además, durante un par de horas no viviría al límite, puesto que
si eres blanquiazul sabes muy bien lo que es vivir al límite, sentir que te
desangras.
La decisión se vio reforzada al ver
segundo gol de la San Martín, lo vi por el televisor del Queirolo.
Como si las huevas, me dije.
Estuvimos cerca de media hora en el
Popeyes.
Y caminamos hasta la Plaza Bolognesi,
conversando de poetas, lecturas, mujeres y cine.
Tomaría un taxi, pero demoré en hacerlo,
porque nos cruzamos con el poeta/activista/narrador/ensayista Rodolfo Ybarra.
Joseph y Juan conocieron al Comandante.
Fue un gusto ver al Comandante después
de tiempo y aproveché la ocasión para felicitarlo por su artículo en la última
edición de Lima Gris.
Los Beats de San Marcos y yo seguimos
nuestro camino.
Me despedí de ellos.
Al llegar a casa prendí la tv y
sintonicé el partido.
Mierda. 2 – 2.
Gol de Montes. Golazo. Alegría. Grito de
triunfo.
Pero la San Martín empata.
3 – 3.
Los penales.
No puedes disfrutar los triunfos de
Alianza si no sufres.
Alianza campeonó.
El Perú está feliz.
0 Comentarios:
Publicar un comentario
Suscribirse a Comentarios de la entrada [Atom]
<< Página Principal