viernes, diciembre 04, 2009

Sábado 5. Presentación de LA BESTIA TRICÉFALA


Este sábado 5 de diciembre a las 8 y 30 pm., se presentará el libro “Discursos contra la bestia tricéfala” bajo el sello de Editorial Hipocampo. La cita será bajo el marco de La Feria del Libro en la sala “La Palabra del Mudo”. Estarán de presentadores: Oswaldo Reynoso, José Güich, Javier Garvich, Teófilo Gutiérrez (editor), y, también, los autores: Rafael Inocente, Arturo Delgado y Rodolfo Ybarra.

"He leído “La Bestia Tricéfala” y me he quedado sorprendido. Estos tres escritos trasuntan temáticas sociales construidas con maestría y coraje"


Enrique Congrains



"Esto lo afirmo a la vista de tres puntas filudas, tres discursos letales acicalados por Rodolfo Ybarra, Arturo Delgado Galimberti y Rafael Inocente, cada uno con garlopa propia. Lo afirmo con la certidumbre de que el preludio artístico siempre se adelanta a las constataciones de la ciencia, a los análisis de la teoría política o económica que el marxismo leninismo dicta que sean concretos y correspondan a una situación también concreta. Lo digo aquí, donde un trío de escritores, pasando por encima de la megalomanía libro/autor, se lanzan machete en mano contra la bestia tricéfala.
De Rodolfo Ybarra celebro el desenfado que a veces puede resultar ofensivo y hasta gratuito. Pero de eso se trata, precisamente, de lograr hervores en el lenguaje, sin condiciones. Si el resultado es perturbador, mucho mejor. Hay un buceo en la mitología urbana conforme Rodolfo Ybarra aborda el acontecer citadino. El logro es una nueva crónica que con intención, o solo por coincidencia, se convierte en documento. Tal estrategia tiene antecedentes, logros cenitales y genitales como el alcanzado por el cronista indígena Felipe Guaman Poma. Cuando se sueltan las riendas de la escritura y de la creatividad, nunca se sabe. Muy distinto en apariencia, resulta Arturo Delgado Galimberti. Emparentado con mecanismos de escritura ciber, pero arraigado siempre en la factura artística, en la búsqueda de alcances literarios.
Por mi lado, ninguna objeción contra el artificio. Al contrario, la iteratura establece sus propias reglas secretas de un juego infinito.En esto tenemos que ser realistas para no caer en la escritura de baja estofa. El juego ciber y de espejos que maneja Arturo Delgado Galimberti verdaderamente deslumbra y consigue una atmósfera de algo que ocurre en otra dimensión, aquella de la tierra incógnita.
Antes se podía hablar de experimentalismo, actualmente no. Toda escritura plena implica riesgo y experimento. Hay como un llamado y una tentación de la fruta prohibida. Sin propósito determinado, o quizás a sabiendas, con intención preconcebida, el tridente discursivo y narrativo actúa igual que la serpiente Ouroboros. Se muerde la cola. Rafael Inocente cierra el círculo. Vuelve al logos de la urbe, al idiolecto de los extramuros. Entonces, el relato fermenta, se desborda. Pero ahora el mito urbano es diferente. Otra manera de urdir el discurso. Aunque tal vez no tanto. Víbora o serpiente al final es lo mismo. Colmillo más efectivo que la chaira de William Occam.
¿Acaso la prosa de Martin Adán, en La casa de cartón, no se desplaza también como un ofidio terso? Un cielo de Barranco color panza de burro. ¿Y cuál es el color del ámbito de un barrio de los extramuros? Rafael Inocente desembucha su relato y así empalma con el desenfado de RodolfoYbarra.
Gregorio Martínez

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