lunes, mayo 10, 2010

¿Quién mató a Luis Banchero Rossi?


Días atrás volví a revisar algunos pasajes de EL CASO BANCHERO, de Guillermo Thorndike.
Entonces se me dio por averiguar un poco más sobre el asesinato del empresario pesquero (y en su momento mandamás del Defensor Lima) Luis Banchero Rossi, acaecido el 1 de enero de 1972.
Para muchos, la muerte de BR sigue siendo un enigma; pese a ser un caso cerrado, no dejan de brotar las razonables sospechas en los no pocos interesados en el tema, en mi caso el acicate descansa en un obsesivo pulso por nutrir una determinada historia de ficción, no el ánimo moralizante, justiciero…
Es así que ubiqué cuatro artículos del sociólogo Nelson Manrique, publicados, entre febrero y marzo, en su columna del diario La República. En ellos, el sociólogo no abordaba el circense espectro político nacional, sino los tejes y manejes que indudablemente cimentaron la planificación del asesinato de BR por cuenta de criminales de guerra nazis.
Los links de los artículos: Klaus Barbie y el caso Banchero, Conexión nazi, ¿Quién mató a Luis Banchero Rossi? 1 y 2.
A continuación, la primera parte del tercer artículo.


El asesinato de Luis Banchero Rossi en su casa de campo en Chaclacayo, el 1/1/1970, provocó muchas especulaciones. La policía insistía en que este era un caso resuelto, pues Juan Vilca Carranza, el hijo del jardinero –un muchacho esmirriado de 19 años y 1.50 m. de estatura detenido en la misma casa del crimen– se declaró el único culpable del homicidio de un hombre de 1.80 m. que practicaba karate. Según Vilca, mató a Banchero por la envidia que le tenía y por su entusiasmo por la compañera romántica de éste, María Eugenia Sessarego. A lo largo del juicio Vilca se dedicó a confundir deliberadamente las cosas, señalando sucesivamente a M.E. Sessarego como instigadora, cómplice y víctima del crimen.
Caretas consignó que unos creían que Banchero había sido asesinado por la junta militar de Velasco porque se oponía a la estatización de la pesca, versión que la revista rechazó con una muy buena razón: Banchero acababa de recibir un importante crédito del gobierno; no parecía pues que estuviera enfrentado con él sino al contrario. Por otra parte los militares estatizaron virtualmente todo y nunca necesitaron utilizar la violencia; no había razones para que la pesca representara un escenario diferente. Mayores sospechas levantaba en cambio el apoyo que miembros del gobierno militar peruano dieron a Barbie para fugar y refugiarse en Bolivia. Volveré sobre este tema.
Caretas incluyó la versión que se señalaba a Klaus Altmann –quien radicaba en la casa de Friedrich Schwend, cerca de la residencia de Banchero– como el asesino, pero, con la información entonces existente, juzgó que esta era una versión “novelesca”. Las cosas adquirieron, sin embargo, otro cariz una década después, cuando Gustavo Sánchez Salazar –el viceministro boliviano que detuvo a Altmann/Barbie y lo entregó a la justicia francesa en enero de 1983– afirmó que los documentos que le incautaron mostraban su participación en el asesinato del empresario peruano.
¿Qué razones podría tener Altmann/Barbie para asesinar a Banchero Rossi? ¿Hubo alguna relación entre ambos personajes? La investigación judicial entonces realizada no aporta nada sobre el tema. Sin embargo, pueden formularse algunas hipótesis cruzando retazos de información que permanecen dispersos.
Un dato clave es aportado por el cazador de nazis Serge Klarsfeld, quien declaró, en una entrevista concedida a Marcel Ophuls, que entre noviembre y diciembre de 1971 recibió una carta firmada por Luis Banchero y Herbert John, confirmándole que Altmann y Barbie eran la misma persona. Esta carta permitió desenmascarar al nazi y Banchero fue asesinado pocos días después de que estos hechos se hicieran públicos. Serge y su esposa Beate Klarsfeld (quien vino al Perú y fue hasta Bolivia para desenmascarar al nazi) creyeron desde un principio que Barbie era el asesino.
La cadena de sucesos que desembocó en la tragedia comenzó cuando el fiscal alemán Manfred Ludolph –quien estaba por declarar la prescripción de los crímenes de Barbie en Alemania cuando intervinieron los Klarsfeld– entregó a Beate dos fotografías: una de Barbie con su uniforme de comandante SS, tomada en 1943, y otra de un grupo de hombres de negocios fotografiados en La Paz en 1968, uno de los cuales parecía un Barbie avejentado. Barbie era clave para los Klarsfeld, pues permanecía fugitivo después de haber sido condenado en ausencia a la pena de muerte en Francia, dos veces. La prescripción de sus crímenes podría representar la impunidad para otros nazis.
Beate logró publicar las dos fotografías en periódicos franceses y alemanes, pidiendo información a sus lectores. Hojeando el Suddeutsche Zeitung de Munich, Herbert John, un hombre de negocios alemán instalado en el Perú, que trabajaba en una empresa de Banchero, reconoció a Barbie escondido bajo la identidad de Klaus Altmann, a quien había conocido en la casa de Chaclacayo de Friedrich Schwend, el socio del “Carnicero de Lyon”. Su descubrimiento fue clave para desencadenar los acontecimientos que concluyeron con Luis Banchero salvajemente apuñalado y con el cráneo destrozado. ¿Por qué firmó Luis Banchero Rossi la carta en la que Herbert John informó a los Klarsfeld que Altmann y Barbie eran la misma persona? Seguiré con el tema.

0 Comentarios:

Publicar un comentario

Suscribirse a Comentarios de la entrada [Atom]

<< Página Principal