martes, septiembre 14, 2010

Carta de renuncia de Mario Vargas Llosa - DL 1097


Ayer lunes, en la tarde noche, me enteré de la carta de renuncia del escritor Mario Vargas Llosa a la comisión encargada del Museo de la Memoria, a razón del execrable Decreto Legislativo 1097.
¿Qué mierda es el DL 1097? Para empezar: una mierda. Una soberana mierda que pinta de cuerpo entero (panza incluida) al presidente peruano Alan García.
El DL 1097 es la mayor muestra de que García y sus adláteres no han cambiado nada. Que su dizque cambio no era más que una putrefacta mentira delatada por sus actos. En este caso, el objetivo de limpiar a los militares que cometieron crímenes y violaciones durante los años de la violencia política, y del que también podían beneficiarse Alberto Fujimori y Vladimiro Montesinos, iba a significar un retroceso mayor que avivaría aún más el resentimiento de los peruanos que sufrieron los atropellos de Sendero Luminoso y Las Fuerzas Armadas.
Obviamente, hay que tener las cosas claras. Los principales responsables de la matanza de miles de peruanos fueron los loquitos capitaneados por Abimael Guzmán. Y Las Fuerzas Armadas fueron las responsables de detener a las huestes senderistas, pero algunos militares se portaron como hijos de puta contra aquellos a quienes se supone tenían que defender. Pues esos “algunos” hijos de puta tienen que ser juzgados sí o sí. Es por ello que decretos como el 1097 no podían sino generar la indignación de todos, de todos los pensantes que tenemos memoria y conciencia crítica.


Mario Vargas Llosa
París, 13 de setiembre de 2010
Excmo. Señor Dr. Alan García Pérez
Presidente del Perú
Lima
Señor Presidente:

Por la presente le hago llegar mi renuncia irrevocable a la Comisión Encargada del Lugar de la Memoria cuya Presidencia tuvo usted a bien confiarme y que acepté convencido de que su gobierno estaba decidido a continuar el perfeccionamiento de la democracia peruana tan dañada por los crímenes y robos de la dictadura de Fujimori y Montesinos.
La razón de mi renuncia es el reciente Decreto Legislativo 1097 que, a todas luces, constituye una amnistía apenas disfrazada para beneficiar a buen número de personas vinculadas a la dictadura y condenadas o procesadas por crímenes contra los derechos humanos -asesinatos, torturas y desapariciones-, entre ellos al propio exdictador y su brazo derecho. La medida ha indignado a todos los sectores democráticos del país y a la opinión pública internacional, como lo muestran los pronunciamientos del Relator de la ONU, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, la Conferencia Episcopal, la Defensoría del Pueblo y representantes de numerosas organizaciones sociales y políticas, entre ellos algunos congresistas apristas. Coincido plenamente con estas protestas.
Hay, a mi juicio, una incompatibilidad esencial entre, por una parte, auspiciar la erección de un monumento en homenaje a las víctimas de la violencia que desencadenó el terrorismo de Sendero Luminoso a partir de 1980 y, de otra, abrir mediante una triquiñuela jurídica la puerta falsa de las cárceles a quienes, en el marco de esa funesta rebelión de fanáticos, cometieron también delitos horrendos y contribuyeron a sembrar de odio, sangre y sufrimiento a la sociedad peruana.
Ignoro qué presiones de los sectores militares que medraron con la dictadura y no se resignan a la democracia, o qué consideraciones de menuda política electoral lo han llevado a usted a amparar una iniciativa que sólo va a traer desprestigio a su gobierno y dar razón a quienes lo acusan de haber pactado en secreto una colaboración estrecha con los mismos fujimoristas que lo exiliaron y persiguieron durante ocho años. En todo caso, lo ocurrido es una verdadera desgracia que va a resucitar la división y el encono político en el país, precisamente en un periodo excepcionalmente benéfico para el desarrollo y durante un proceso electoral que debería servir más bien para reforzar nuestra legalidad y nuestras costumbres democráticas.
Pese a haber sido reñidos adversarios políticos en el pasado, en las últimas elecciones voté por usted y exhorté a los peruanos a hacer lo mismo para evitar al Perú una deriva extremista que nos hubiera empobrecido y desquiciado. Y he celebrado públicamente, en el Perú y en el extranjero, su saludable rectificación ideológica, en política económica sobre todo, que tan buenas consecuencias ha tenido para el progreso y la imagen del Perú en estos últimos años. Ojalá tenga usted el mismo valor para rectificar una vez más, abolir este innoble decreto y buscar aliados entre los peruanos dignos y democráticos que lo llevaron al poder con sus votos en vez de buscarlos entre los herederos de un régimen autoritario que sumió al Perú en el oprobio de la corrupción y el crimen y siguen conspirando para resucitar semejante abyección.
Lo saluda atentamente
Mario Vargas Llosa

1 Comentarios:

Anonymous Anónimo dijo...

Qué verguenza y asco me dan Rey Rey,y el hi..p del panzón Alan!!! ,Dios mio ..como dice mas arriba, esto los pinta de cuerpo entero.Un alma macraba y putefracta! :(

8:46 p.m.  

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