Loayza, todo

Días atrás reproduje el artículo de Mario Vargas Llosa sobre los ensayos de Luis Loayza. Ahora, el de Abelardo Oquendo (en la imagen con Loayza), publicado ayer domingo en La República.

Para los que aún no lo saben, la Universidad Ricardo Palma acaba de editar en dos tomos los cuentos y ensayos completos de quien es, definitivamente, el escritor fantasma de las letras peruanas.

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La Universidad Ricardo Palma ha hecho un excelente servicio a las letras peruanas: reunir en dos volúmenes la obra de Luis Loayza.

Uno de ellos, Relatos, contiene los escritos narrativos publicados por el autor en libros y revistas; el otro, Ensayos, los tres tomos de ese género que ha dado a la luz. Todos estos textos –se informa- “han sido revisados por el autor para la presente edición”. Estamos, pues, ante lo que podría llamarse una edición definitiva.

Loayza es uno de los mejores prosistas que ha dado el Perú. Lamentablemente, su obra da la impresión de concluida, pues hace largos años que no aparecen nuevos textos suyos. “Nada más tentador para la crítica que ensayar algunas lecturas de ese magnífico silencio –dice Julio Ortega en su prólogo a Relatos- y propone la suya. “Loayza –escribe Marcel Velázquez en la presentación del otro tomo- es el único ensayista de su generación que fusiona una forma moderna con una sensibilidad también moderna”. El único de su generación, la del 50, y el primero de nuestra literatura en el siglo XX.

No hace mucho la UNMSM publicó un volumen titulado: Para leer a Luis Loayza. Sin desestimar sus 294 páginas, sobre Loayza no hay aún los estudios sistemáticos que merece, como ha hecho notar Velázquez. Su obra reunida podría contribuir a que se salve esta falta, y habrá de ser, sin duda, ocasión para un goce más extendido y cabal de su lectura.