Los libros perdidos

Un artículo de Guillermo Fadanelli -publicado hace más de una semana en El Universal- me hizo trajo a la memoria la vez que perdí mi ejemplar de Prosas apátridas de Ribeyro en Ripley de Plaza San Miguel, a inicios de 2006. Recuerdo que tenía que pagar una cuota y andaba apurado, llevaba casi quince minutos de retraso; alguien muy especial, en aquel entonces, me esperaba en La Residencial San Felipe. Pagué el monto de no sé qué y solo me di cuenta horas después de que había olvidado ese ejemplar sobre la mesita de la caja registradora. Pues bien, ese mismo librito maravilloso lo encontré hace no más de un mes en una librería. A ver si me animo y escribo sobre ese nuevo reencuentro con el gran Julio Ramón.

Por cierto: la portada que ven en imagen no es la de mi libro, la saqué de Google Images. Y para leer el texto de Fadanelli, clic aquí (no se puede copiar y pegar).