sábado, julio 14, 2012

Antología de poesía surrealista




Me encontraba en la chamba (Stand 16, Boulevard Quilca) fumando y escuchando a bajo volumen una selección personal de Jazz. Sonaba Chet Baker. Parecía una tarde normal, sin contratiempos. Acababa de apagar la portátil, segundos antes había enviado para su publicación un artículo nada zalamero sobre José Saramago. Quería leer algo, de preferencia una novela corta. Me debatía entre Doble de vampiro de José Donayre y Matagente de Rodolfo Ybarra. Por un momento pensé turnarme las lecturas, pero mis planes cambiaron.

Los libreros tenemos una fijación enfermiza cada vez que llega una caja de libros. Te importan poco las guías que tengas que firmar, simplemente quieres abrirlas y sumergirte en los títulos que hay dentro de ese objeto rectangular de cartón. Prácticamente me desconecto del mundo. Nada importa. Es una excitación casi sexual.

Algunas cosas se removieron en mí. Años atrás tuve en mi poder la primera edición de Antología de la poesía surrealista de lengua francesa de Aldo Pellegrini. Editada en 1961, en Buenos Aires, por General Fabril Editora, sello dirigido por Jacobo Muchnik. Desde su salida significó todo un acontecimiento. Al respecto, no hay mucho que pensar. A la fecha sigue siendo el trabajo más completo que se haya realizado sobre el surrealismo, que más que un grupo poético, fue un movimiento cultural canalizado en la provocación y la disidencia de las normas establecidas en arte, que tuvo el fin de llevar a cabo una cruzada en pos de la esencia del hombre. Sobre este libro hice una ligera pero exaltada mención en un artículo que escribí sobre Hunter Thompson, publicado en el segundo número de la recordada revista Pelícano. No recuerdo el motivo de la referencia a la antología, pero sí que busqué el pretexto de consignarla puesto que llevaba semanas de haberla adquirido en un huequito de libros en el Jirón Camaná. Sentía pues una especie de emoción nada fugaz que lo proyectaba de alguna manera en todo lo que escribía… A los meses cometí el error de prestarla y quien la tuvo la desapareció, por borracho, para siempre en el río Rímac.

Ver entonces una nueva edición de este florilegio, ahora por cuenta de una pulcra edición de Argonauta de Argentina, no hace sino ubicarme en un estado de gracia ante uno de los manifiestos de expresión poética más contundentes del siglo pasado. ¿O acaso alguien en su sano juicio sería capaz de negar a la fecha su influencia directa e indirecta? Los surrealistas pertenecían a otra galaxia, su legado nos ha calado a cada uno de nosotros en algún momento, ya sea por un poema suelto, una anécdota de tinte mágico, una escena de película, una novela onírica…

Más de sesenta voces, no todas conocidas por una trayectoria poética, mas sí por una actitud comprometida con el movimiento. Y lo que hace especial este nuevo acercamiento es la frescura que percibes de vates no tan fundacionales para nuestro imaginario, como Maxime Alexandre, Jean Arp, Jacques Baron, Robert Benayoun, Guy Cabanel, Marcel Lecomte, Robert Rius y Francis Picabia. Y claro, vuelves a los senderos de los fundamentos que signaron a Breton y compañía, gracias al inmarcesible prólogo de Aldo Pellegrini, “La poesía surrealista”.

6 Comentarios:

Anonymous Anónimo dijo...

Hola Gabrielito
Me pasaron el dato que andas de librero. ¿Dónde te podemos ubicar? Saludos y felicitaciones por tu excelente blog.

Carolina

12:59 a.m.  
Blogger Gabriel Ruiz-Ortega dijo...

Hola Carolina
Voy a poner los datos en el mismo post. Stand 16, Boulevard Quilca.
Ss
G.

1:06 a.m.  
Anonymous Argonauta dijo...

muy bellas palabras! Felicitaciones por el blog.

https://www.facebook.com/EditorialArgonauta

3:05 p.m.  
Anonymous Anónimo dijo...

Pensè que seguìas trabajando en Revuelta editorews o en alguna sucursal de Ibero o el Virrey. Quilca es un lugar lumpen y peligrosos. Ni vayan con us ipod jóvenes de la Cato o UPC.
La chamba de librero es barva, Ortega. hace tiempo me la propusieron en Amazonas, pero desertè porque el dueño era un cicatero. Ojalà me hagas un descuento cuando te visite.
Edgardo Pallarderi

11:07 a.m.  
Blogger Gabriel Ruiz-Ortega dijo...

No caigas en el prejuicio, estimado.
Saludos
G

12:02 p.m.  
Anonymous Anónimo dijo...

Doble de Vampiro o Matagente, qué tal dilema mi estimado.

7:54 p.m.  

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