De cerca, El detective salvaje
Pasé la tarde del
domingo gris leyendo Bolaño por sí mismo
(Ediciones Universidad Diego Portales, 2011), en el que encontramos una
antología de las mejores entrevistas realizadas al autor de Los detectives salvajes y 2666. La edición y selección estuvo a
cargo de Andrés Braithwaite, y encontramos también un prólogo, un tanto flojo,
de Juan Villoro.
Hoy en día la figura
del chileno es de tamaña magnitud que no solo basta leer sus títulos para
admirarlo, se quiere saber todo lo que se pueda de él, adentrarnos en su
persona, conocer las pulsiones que lo marcaron vitalmente y así tener un
panorama amplio de su poética. Esta especie de estado de gracia solo lo pueden
conseguir contados escritores –pienso en los beats−, y si los cálculos no me fallan, Bolaño ya le sacó varios
miles de kilómetros de distancia a sus competidores directos: el cuarteto del boom, para más señas.
La presente publicación
consta de dos secciones, La literatura o la vida, de once entrevistas; y Balas
pasadas, que contiene ciento cincuenta extractos de conversaciones. Para el
seguidor de la figura de Bolaño, muchas de estas entrevistas le van a parecer
familiares. A la fecha pueden hallarse en el desorden de la red y, en algunos
puntos, con alteraciones que harían enojar, y por ende disparar por doquier, al
detective salvaje.
Resulta, pues,
estimulante acercarnos al Bolaño íntimo. Así se conozca mucho o poco de él,
estas páginas reflejan su grado de compromiso para con la literatura, también
nos permite constatar su involuntaria patanería y su natural propensión a la
polémica. Pero ante todo, tenemos el testimonio de un creador a quien le
importaba, por sobre todas las cosas, la lectura. Me es extraño decirlo, se
supone que a todo escritor, o quien pretenda serlo, la lectura le tiene que
significar un factor clave, mucho más que el ejercicio de la escritura, y hay
que consignarlo cada vez que se pueda, porque si algún peligro encierran estas
entrevistas es precisamente activar aún más la intención de querer parecerse a
lo más fácil del autor: su actitud irreverente, iconoclasta y contestataria. Al
menos yo la tengo clara: quien pretenda parecerse a Bolaño no pasará más allá
de ser una caricatura. Hoy en día, tal y como están las cosas, sería un
suicidio adoptar una postura bolañesca, a lo máximo se podría aspirar a una
suerte de violencia e ironía verbales, suerte que no calzaría con la
consecuencia de lo que fácilmente se expresa, ya que para lograrlo habría que
tener una descomunal fuerza testicular y estar dispuesto a perderlo todo en un
mundillo literario alimentado de relaciones y falsas buenas costumbres.
Entonces leamos esta
selección de entrevistas con el objetivo de hacer nuestro lo más difícil del
detective salvaje: su inmenso amor por la lectura y su fe y perseverancia en un
proyecto narrativo en el que nadie creía. Bolaño fue un marginal toda su vida,
sabía lo que era pasarla putas, a golpes forjó un férreo carácter, pero también
era un ser humano sensible, con inseguridades y prejuicios, tal y como vemos en
la excelente entrevista de Rodrigo Pinto.
2 Comentarios:
¿ Todavia se puede conseguir en la libreria selecta? Ojalá nos ehaya acabado y si es así ¿ Porqué no importar más ejemplares.
Hola
no todos los libros que comente aquí, tienen que ser de SL. En SL hemos hecho una importación importante, de no pocos títulos, entre los que se incluye, por ejemplo, 'La caza sutil'. No solo para la librería, sino para otras también.
G
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