lunes, octubre 15, 2012

De cerca, El detective salvaje




Pasé la tarde del domingo gris leyendo Bolaño por sí mismo (Ediciones Universidad Diego Portales, 2011), en el que encontramos una antología de las mejores entrevistas realizadas al autor de Los detectives salvajes y 2666. La edición y selección estuvo a cargo de Andrés Braithwaite, y encontramos también un prólogo, un tanto flojo, de Juan Villoro.

Hoy en día la figura del chileno es de tamaña magnitud que no solo basta leer sus títulos para admirarlo, se quiere saber todo lo que se pueda de él, adentrarnos en su persona, conocer las pulsiones que lo marcaron vitalmente y así tener un panorama amplio de su poética. Esta especie de estado de gracia solo lo pueden conseguir contados escritores –pienso en los beats−, y si los cálculos no me fallan, Bolaño ya le sacó varios miles de kilómetros de distancia a sus competidores directos: el cuarteto del boom, para más señas.

La presente publicación consta de dos secciones, La literatura o la vida, de once entrevistas; y Balas pasadas, que contiene ciento cincuenta extractos de conversaciones. Para el seguidor de la figura de Bolaño, muchas de estas entrevistas le van a parecer familiares. A la fecha pueden hallarse en el desorden de la red y, en algunos puntos, con alteraciones que harían enojar, y por ende disparar por doquier, al detective salvaje.

Resulta, pues, estimulante acercarnos al Bolaño íntimo. Así se conozca mucho o poco de él, estas páginas reflejan su grado de compromiso para con la literatura, también nos permite constatar su involuntaria patanería y su natural propensión a la polémica. Pero ante todo, tenemos el testimonio de un creador a quien le importaba, por sobre todas las cosas, la lectura. Me es extraño decirlo, se supone que a todo escritor, o quien pretenda serlo, la lectura le tiene que significar un factor clave, mucho más que el ejercicio de la escritura, y hay que consignarlo cada vez que se pueda, porque si algún peligro encierran estas entrevistas es precisamente activar aún más la intención de querer parecerse a lo más fácil del autor: su actitud irreverente, iconoclasta y contestataria. Al menos yo la tengo clara: quien pretenda parecerse a Bolaño no pasará más allá de ser una caricatura. Hoy en día, tal y como están las cosas, sería un suicidio adoptar una postura bolañesca, a lo máximo se podría aspirar a una suerte de violencia e ironía verbales, suerte que no calzaría con la consecuencia de lo que fácilmente se expresa, ya que para lograrlo habría que tener una descomunal fuerza testicular y estar dispuesto a perderlo todo en un mundillo literario alimentado de relaciones y falsas buenas costumbres.

Entonces leamos esta selección de entrevistas con el objetivo de hacer nuestro lo más difícil del detective salvaje: su inmenso amor por la lectura y su fe y perseverancia en un proyecto narrativo en el que nadie creía. Bolaño fue un marginal toda su vida, sabía lo que era pasarla putas, a golpes forjó un férreo carácter, pero también era un ser humano sensible, con inseguridades y prejuicios, tal y como vemos en la excelente entrevista de Rodrigo Pinto.

2 Comentarios:

Anonymous Anónimo dijo...

¿ Todavia se puede conseguir en la libreria selecta? Ojalá nos ehaya acabado y si es así ¿ Porqué no importar más ejemplares.

10:26 a.m.  
Blogger Gabriel Ruiz-Ortega dijo...

Hola
no todos los libros que comente aquí, tienen que ser de SL. En SL hemos hecho una importación importante, de no pocos títulos, entre los que se incluye, por ejemplo, 'La caza sutil'. No solo para la librería, sino para otras también.
G

10:30 a.m.  

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