'Malos elementos'
Llega a mis manos una
antología: Malos elementos (Casa
Tomada, 2012) de Salvador Luis. La leo, en principio sin esperar nada del otro
mundo, y la termino con la sensación de que valió la pena invertir la mañana en
ella.
Se trata de una
antología temática, en la que el miedo y la corrupción en el mundo de hoy son
los ejes de los que se vale Luis para prologar y seleccionar. Los relatos
incluidos, se entiende, quedan bajo la sombra del tópico que los agrupa, adquieren
fuerza en conjunto, más allá de un par, no hay de los descollantes, pero eso
sí: están a kilómetros de distancia de lo que podríamos llamar medianía.
Cuando se realizan este tipo de florilegios
marcados por un criterio general, las más de las veces se suele fracasar y
caer, en estas empresas suele imperar el contenido, mucho más fuerte que la
forma y la silueta escritural. No es fácil, en ningún sentido, armar un libro
como este, todavía más cuando es también un muestreo narrativo de lo que no
solo se está escribiendo en Perú.
Malos
elementos viene legitimada por su hacedor. Si la balanza
mental no me traiciona, Luis es uno de los que más ha trabajado la nueva narrativa
en castellano, en general. Sea el formato que sea, nos ha presentado selecciones
recomendables que reflejan su responsabilidad busquera, es decir, en su sensibilidad
lectora yace su ética de antologador. Por lo tanto, sería mezquino no reconocer
su gran esfuerzo, su buen olfato para detectar tapaditos, su habilidad para
dotar de coherencia el corpus (algo que no es nada fácil, por cierto),
enriqueciéndonos aún más el panorama de lo que se viene haciendo más allá de
nuestras dachas literarias.
Una antología como esta
me resulta generosa. En ella encontramos el buen relato de un narrador de
primera línea: “Terminal 3” del español Juan Francisco Ferrer, de quien
recomiendo su excelente novela Providence.
Constatamos también el buen momento de plumas nacionales, como Carlos Rengifo y
Luis Hernán Castañeda, también la presencia de Octavio Vinces y Susanne
Noltenius. Y obvio, no habría que pasar por alto el reconocido oficio de las
argentinas Florencia Abbate (“En memoria de tantos”) y Patricia Suárez (“La
madre del monstruo”) de David Miklos de México, Sergi Bellver de España,
Santiago Vaquera Vásquez de EE.UU., Eduardo Halfon (“Muñequita”) de Guatemala y
Diana Ospina Obando de Colombia.
Malos
elementos no es la mejor antología en la historia de la
literatura, pero sí una que se defiende bastante bien, y quién sabe, ya que el fútbol
y la literatura comparten más de un lazo en común, podría dar la sorpresa, una
gratísima sorpresa en el curso de las próximas semanas.
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