miércoles, octubre 11, 2006

Mi insomnio



Soy insomne desde los catorce años. Intento en vano buscar la razón que me permita dar de una vez por todas con una verdad respetable a esto. Y hasta que ello ocurra, trato de aprovechar las madrugadas para actividades que me permitan aprovechar el tiempo, así es que en ellas, sin tanto aspaviento de por medio, me dedico a la lectura.

Ahora estoy en condiciones de decir que más del 90 % de libros que he leído en mi vida los he devorado en intensas madrugadas con olor a tabaco, buen rock y una botella de cítricos. Y esta falta de sueño me ha llevado a hurgar en la tradición de los escritores insomnes. Y los resultados no han sido para nada desalentadores, y puedo decir que no estoy muy solo en esto.

Uno de los legendarios escritores insomnes es Balzac, pues bien, en Balzac, la estupenda biografía escrita por Stephan Sweig, este austriaco nos cuenta que gran parte de Las ilusiones perdidas fue escrita en las madrugadas, y esto se debe al hecho de que en las madrugadas Balzac no podía ser fastidiado por sus acreedores, eso sí, siempre con la compañía de granos de café mientras llenaba las cuartillas sin parar.

Otro de los insomnes, ahora más contemporáneo, es el italiano Humberto Eco, aunque él ha declarado que su insomnio es un mal adquirido partiendo de la comodidad que le deparan las horas en las que no hay absolutamente nadie quien le fastidie, a secas, no se hace problemas el autor de El péndulo de Foucault.

En lo personal, me siento muy cómodo leyendo en las madrugadas, sin esas llamadas jodidas, ni zumbidos de messenger, o mucho menos esos horribles mails en los que se me apura por una traducción a presentar.

Ahora, mientras escribo estas líneas estoy por terminar la lectura de dos libros que me han gustado por igual; por un lado la novela Reconstrucción, del narrador español Antonio Orejudo; por otro, una edición simpática y pulcra del primer tomo de la serie titulada Los otros, en la que se rescatan textos de Mercedes Delgado, Luis Berninsone, Augusto Lunel y Guillermo Chirinos Cúneo. Trataré de hablar de este último libro más adelante, mientras tanto, son las ocho de la mañana, en fin, buenas noches.

1 Comentarios:

Blogger Nkle dijo...

sincerametne...gracias

6:30 p.m.  

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