La estupidez de una promesa de genio
Ahora que tengo un poco de tiempo libre me he puesto a leer algunos blogs –de preferencia los que linkeo-, como también ingresar a las páginas culturales de algunos diarios. Me encontraba tranquilo, clickeando en la web de Perú 21, hasta que me topé con una soberana e irrefutable estupidez, por decir lo menos.
Sabemos que Enrique Verástegui es uno de los más grandes poetas peruanos en los últimos cuarenta años. Y es irrefutable que todos estamos agradecidos con él por ese maravilloso libro En los extramuros del mundo. Y más de uno tenemos alguna que otra anécdota nocturna –llena de sapiencia y juerga- con este querido personaje. Por ello, espero que seamos objetivos, o tratemos de serlo porque lo que declara Enrique en esta entrevista de Gonzalo Pajares Cruzado sí es una mega estolidez que, al menos a mí, me genera repudio. Pueda que suene a perogrullada lo de “objetivo” porque de este poeta puede esperarse, muchas veces, altas cuotas de hilaridad, sin embargo, se pasó de vueltas con la siguiente respuesta:
Yo solo digo lo que pienso. Por ejemplo, y deseo que esto sea publicado, pido públicamente que las Fuerzas Armadas argentinas y peruanas invadan y desintegren Chile.
¿En qué estado lo habrá dicho?, ¿vale la pena quedarse callado ante tamaña idiotez? No sé de otros, pero yo no. Aquí es claro que Enrique confunde las cosas. Queda como un triste loquito que por dárselas de original termina ventilando una prueba irrefutable de que la intolerancia, la falta de tino y la posería intelectual no va acorde con alguien que se autoproclama –así sea en plan de chongo- como “un profeta que ha escrito un libro sagrado, un honor para Occidente y Oriente”.
Solo Max Palacios ha posteado esa horrorosa noticia, haciendo gala -cómo no- de su clásica rúbrica palaciana: sin opinar, sin pensar.
Sabemos que Enrique Verástegui es uno de los más grandes poetas peruanos en los últimos cuarenta años. Y es irrefutable que todos estamos agradecidos con él por ese maravilloso libro En los extramuros del mundo. Y más de uno tenemos alguna que otra anécdota nocturna –llena de sapiencia y juerga- con este querido personaje. Por ello, espero que seamos objetivos, o tratemos de serlo porque lo que declara Enrique en esta entrevista de Gonzalo Pajares Cruzado sí es una mega estolidez que, al menos a mí, me genera repudio. Pueda que suene a perogrullada lo de “objetivo” porque de este poeta puede esperarse, muchas veces, altas cuotas de hilaridad, sin embargo, se pasó de vueltas con la siguiente respuesta:
Yo solo digo lo que pienso. Por ejemplo, y deseo que esto sea publicado, pido públicamente que las Fuerzas Armadas argentinas y peruanas invadan y desintegren Chile.
¿En qué estado lo habrá dicho?, ¿vale la pena quedarse callado ante tamaña idiotez? No sé de otros, pero yo no. Aquí es claro que Enrique confunde las cosas. Queda como un triste loquito que por dárselas de original termina ventilando una prueba irrefutable de que la intolerancia, la falta de tino y la posería intelectual no va acorde con alguien que se autoproclama –así sea en plan de chongo- como “un profeta que ha escrito un libro sagrado, un honor para Occidente y Oriente”.
Solo Max Palacios ha posteado esa horrorosa noticia, haciendo gala -cómo no- de su clásica rúbrica palaciana: sin opinar, sin pensar.
1 Comentarios:
Yo prefiero quedarme con la imagen del Verástegui que no conocía, al que lo veía como una leyenda, no con la de este señor que te besa la mano por un trago. Osea, pasar los 50 años para metamorfosear a ese grado de huachafería?. Y no se mide, eso de unirse para desintegrar a Chile, por favor, es casi como lanzar piedras a un microbús sin importar que le caiga a cualquiera de los pasajeros.
Y sí pues, una pena difundir ese tipo de entrevistas, por el bien del propio Verástegui, no deberían defundirlo así. Por respeto a sus libros por lo menos.
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