domingo, abril 01, 2007

Garganta Profunda y Cartita de Memet

Llegué del Oso a eso de las dos de la madrugada. Como era de esperarse, no tenía ni una pizca de sueño. Encontré en el msn a algunos amigos pero me puse en No Disponible. Y me quedé leyendo una novela que recomiendo a rabiar: El club Dante, de Matthew Pearl.

A eso de las seis de la mañana, justo en lo mejor de esta novela, suena el teléfono. Los que me conocen saben muy bien que no me gusta que me llamen en la madrugada. Por ello, desconecté el teléfono ni bien este iba por la tercera timbrada. Seguí en la trama de Pearl, pero en eso, empezó a sonar mi celular. ¿Qué pasa?, ¿me habré ido sin pagar las chelas?, fue lo que pensé. El identificador me ofrecía un número que no conozco, y las personas que tienen mi número de cel saben muy bien que está prohibido dar mi número. Así de simple.

Cancelé la llamada, busqué en mis archivos el Funeral de Arcade Fire. Empecé a escucharlo, pero el cel volvió a sonar. Caballero nomás, a contestar.

- ¿Quién eres?
- Hola, Gabriel, ¿ por qué tanta vehemencia al contestar?
- ¿Quién eres?
- Un ensayista profano y tautológico. Y tengo algo para ti.
- Ah, sí, ¿qué cosa?
- Algo que te puede interesar.
- Eso depende.
- Te lo entregaré hoy, pero tú no puedes verme. Nadie puede verme. Nunca me has visto.
- ¿Cómo te llamas?
- Llámame Garganta profunda.
- No te pases.
- Escúchame. Dentro de quince minutos sal de tu casa. Deja una cajetilla Pall Mall vacía en tu jardín, así sabré que has salido. Y usa un polo verde, así mi secretario podrá ubicarte sin dificultad.
- ¿No estás solo entonces?
- Eso no importa.
- Saldré no porque me lo pides, sino porque ya se me acabaron los cigarros.
- No importa, lo importante es que salgas.


Por si las dudas, me puse un polo verde. Dejé la cajetilla Pall Mall en mi jardín y me fui a comprar mis dos cajetillas de rigor. Me quedé viendo los titulares de algunos diarios en el kiosko: Uribe se mandó su juerga en Japón; Peligrosa forma de buscar protagonismo de Ollanta Humala; Pavos fueron goleados por tacneños; Gaspar de la Nuit jura vengarse de la humanidad porque le negaron su Visa a México; Karp acusa a García de inventar historias; Calentamiento global: peligro para todos; etc.

Estuve unos diez minutos y nadie se acercaba. Y cosas de la vida, había más de diez personas con polo verde. En fin, pensé. Regresé a mi casa. Saludé al vigilante de la cuadra. Ahora, ni bien estaba abriendo la puerta escucho un sonido de un objeto muy cerca de mí. Era un sobre manila. Cayó del cielo. Tenía un sello con la palabra IT. Quise servirme café pero terminé desayunando una Cusqueña helada en lata que saqué de la refri -últimamente estoy bebiendo más de la cuenta, y eso que no me gusta beber-.

El sobre contenía una carta de José María Memet. Hice memoria, y parte de la misma fue motivo de una nota hace unos días en el diario La República, e hicieron muy bien en editar la cartita esa debido al zafarrancho de inexactitudes que esta exhibe. Pero como es una carta pública, considero que es pertinente que esta se conozca en su totalidad, aún así venga de personajes tan inefables como Memet.


Ahora, este es un momento especial porque es la primera vez que pegaré un texto ajeno. La idea de este poco leído blog siempre ha sido la de hablar de temas que me interesen, pero no puedo negar que por unos instantes La fortaleza de la soledad (nombre tomado de una novelaza de Jonathan Lethem) recogerá el espíritu informativo de Zona de Noticias.

La carta va en cursiva. Hay errores tipográficos. Y al final le haré a Memet una pregunta, no tanto para que me responda, sino para que la responda su conciencia.

Estimado director
Diario La República
C/O para los poetas peruanos
Presente


Quero referirme a los infundios planteados por la poeta Rocío Silva Santisteban en una crónica-entrevista aparecida en el diario que dirige y que falsea absolutamente la realidad de los hechos. Me refiero a la polémica suscitada por la realización del Encuentro Internacional de Poetas y cuyo país invitado fue Perú, con más de 32 de sus excelentes poetas.

La poeta Rocío Silva efectivamente fue invitada a ChilePoesía, pero lamentablemente confunde realidad con ficción, y sus anhelos de ser reconocida con realidades mediáticas.

Ella nunca fue invitada a leer sobre el Huáscar, a ella se le invitó a leer a ChilePoesía. Fue pensada para estar en la lectura sobre el muelle de anclaje del barco en el puerto de Talcahuano, jamás en la cubierta. Puesto que nuestro diseño -tal como se realizó- contemplaba que sólo el poeta Rodolfo Hinostroza y el poeta Raúl Zurita, cruzaran esa frontera mental que es la memoria de la guerra en una balsa y que hablaran sobre la popa del Huáscar y recitarán desde allí. El resto de los poetas: Miguel Ángel Zapata, Alexis Figueroa, Doris Moromisato y quien le escribe, lo harían desde el muelle.

La poeta Silva según mail que nos envió y que le adjunto expresó motivos diferentes: "...A riesgo que me quites el saludo, el afecto y cierta estimación, debo confesarte que NO PUEDO IR a Chile esta vez tampoco. Por múltiples motivos que me impiden salir de Lima tanto tiempo, e incluso si fuera por poco tiempo. Espero que Doris (Moromisato) personalmente te lo explique mejor. Con ella te envío una carta y un recuerdo...".

La curatoría de un festival no se hace con los participantes, se realiza con antelación. Nosotros queríamos que la poeta Silva estuviera junto a Doris Moromisato, porque el Huáscar y su entorno está impregnado de nacionalismo y machismo patriarcal. Pensé erróneamente que la poeta Silva estaría a la altura de un encuentro que intenta unir y no separar, que quiere pensar otra relación entre nuestros países, pero me equivoqué y lo reconozco, es mi error y lo asumo. No da el ancho mental ni poético ni político. En cuanto al caricaturista de marras, que ha intentado hacer mofa del encuentro y de la poesía: tiene tanta densidad cultural como un paquete de "palomitas" (pop corn): lamentable, sólo le falta lamer el piso, con las botas ya lo ha hecho.

El Huáscar fue una máquina de guerra, que yo sepa las máquinas no tienen sentimientos. Perteneció a la marina Inglesa, a la Peruana y a la Chilena. Si de mí dependiera la devolvería hoy, pero es el estado quien toma las decisiones, no un poeta. Y así debe ser. Para que eso ocurra, se necesita que nuestros países se encuentren, que haya distensión, que nuestros políticos estén a la altura de nuestros pueblos y que nuestros intelectuales no sean cobardes: les debemos otro Chile y otro Perú a nuestros hijos y nietos. En síntesis, lo que hicimos fue que ese lugar "tan simbólicamente denso, ese botín de guerra" sea un inicio, un cruzar la frontera desde el futuro, desde la amistad. Ser capaces de ser propositivos, es la idea. Sólo los estúpidos no lo entienden. Me parece un desatino que una persona joven y "poeta" viva aún
en el siglo XIX.

Con respecto al comentario sobre mi persona y sobre la lectura en la Escuela Militar el año pasado, es parte de otra polémica. El "poeta Parrita aludidido", es sólo un plagiario, digamos la cosas como son. Nuestra idea es intentar sanar cada lugar donde la represión ejerció su poder. La poesía es el alma de Chile y sé que también de Perú, que maravilla si comienzan a entenderlo.

José María Memet
Poeta
Director General

ChilePoesía

Preguntita: José María, ¿qué pasó con los viáticos?

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