Caminando por la FIL
(No me gustan las ferias, de ningún tipo. Pero anoche me di un salto por la FIL.)
Llegué al Jockey. Pagué mi sol y entré.
Como era el segundo día, he allí la razón de la poca gente. Pero es mejor, así no te topas con los innombrables, no tienes que fingir sonrisitas y esas cosas.
Caminé y me paré en el stand de Peisa, prendí mi cel y llamé a Armando Alzamora.
- Oye, Armando, ¿dónde estás?
- Estoy aquí, en ALPE.
- ¿Dónde queda eso? Estoy en Peisa…
- Espérame, allá voy.
Iba a prender un Marlboro, pero me dijeron que no se puede fumar. Armando llegó y nos fuimos a la cafetería, donde ahora sí se puede fumar, para detallar la segunda etapa del ciclo de charlas y presentaciones que vienen dándose en la Villarreal. Al rato, fuimos a ver los títulos de ALPE. Me llamaron la atención dos libros (no diré sus títulos para no marcar preferencia), más que nada por la belleza de la edición, hechos con cariño y dedicación; uno era de Matalamanga y el otro de Mundo Ajeno.
Pasaba por ahí Carlos Yushimito, editor de MA. Nos saludamos. Y le dije:
- Oye, Carlos, ese libro, como objeto, te ha salido de la putamadre.
- Yo también pienso lo mismo. Me ha gustado mucho.
Hablamos un rato más.
Volví donde Armando. Lo notaba emocionado.
- Gabriel, ¿sabes cuál es el stand más estimulante?
- ¿Estimulante?
- Así es.
- ¿Cuál?
- El stand de Editores Nacionales.
- ¿Editores Nacionales?
- Claro, allí están los libros de Tierra Nueva, Río Santa,…
- Mmm…Ya.
Armando me señaló el lugar del stand estimulante. Está ubicado a menos de diez metros de ALPE.
- Pasa por ahí y te darás cuenta.
"Voy después al stand estimulante", pensé.
Llegué al Jockey. Pagué mi sol y entré.
Como era el segundo día, he allí la razón de la poca gente. Pero es mejor, así no te topas con los innombrables, no tienes que fingir sonrisitas y esas cosas.
Caminé y me paré en el stand de Peisa, prendí mi cel y llamé a Armando Alzamora.
- Oye, Armando, ¿dónde estás?
- Estoy aquí, en ALPE.
- ¿Dónde queda eso? Estoy en Peisa…
- Espérame, allá voy.
Iba a prender un Marlboro, pero me dijeron que no se puede fumar. Armando llegó y nos fuimos a la cafetería, donde ahora sí se puede fumar, para detallar la segunda etapa del ciclo de charlas y presentaciones que vienen dándose en la Villarreal. Al rato, fuimos a ver los títulos de ALPE. Me llamaron la atención dos libros (no diré sus títulos para no marcar preferencia), más que nada por la belleza de la edición, hechos con cariño y dedicación; uno era de Matalamanga y el otro de Mundo Ajeno.
Pasaba por ahí Carlos Yushimito, editor de MA. Nos saludamos. Y le dije:
- Oye, Carlos, ese libro, como objeto, te ha salido de la putamadre.
- Yo también pienso lo mismo. Me ha gustado mucho.
Hablamos un rato más.
Volví donde Armando. Lo notaba emocionado.
- Gabriel, ¿sabes cuál es el stand más estimulante?
- ¿Estimulante?
- Así es.
- ¿Cuál?
- El stand de Editores Nacionales.
- ¿Editores Nacionales?
- Claro, allí están los libros de Tierra Nueva, Río Santa,…
- Mmm…Ya.
Armando me señaló el lugar del stand estimulante. Está ubicado a menos de diez metros de ALPE.
- Pasa por ahí y te darás cuenta.
"Voy después al stand estimulante", pensé.
Me puse a recorrer la feria. No tenía intención de comprarme libros, pero a veces la tentación te gana. Me compré la novela LA FÓRMULA OMEGA del gran Rafael Reig, también CRÓNICA DEL PÁJARO QUE DA CUERDA AL MUNDO y TOKYO BLUES de Haruki Murakami, y también LA MARAVILLOSA VIDA BREVE DE ÓSCAR WAO de Junot Díaz.
Fui otra vez a la cafetería. Tomé una Coca Cola. Fumé otro Marlboro. Y me encaminé al stand de Editores Nacionales.
Allí me encontré con mi gran amiga de confidencias, La Poeta más bella y dulce del Perú.
Nos abrazamos porque no nos veíamos en meses.
- Oye, Poeta más bella y dulce del Perú, lo que te diré es un milagro: ahora sí estoy recontratemplado.
- Nooo joooodas, pero si tú jamás te has enamorado.
- Todos tenemos una primera vez.
- ¿Y cómo así?
- Es un enamoramiento un tanto surrealista. Cuando pienso en La Bruja se me viene junta toda la poesía de Luis Cernuda y Cummings. Y solo veo los fotogramas de las pelas de Wim Wenders.
- Gabriel, eso sí no te lo creo. Tú, ¿templado?
- Claro. Yo hago todo lo que La Bruja me pida. Por ejemplo: me ha pedido que deje de fumar.
- ¿Dejarás de fumar?
- A partir de este miércoles 30.
- ¿Y si te pide que dejes la marihuana?
- La dejo, pero a fines de noviembre.
Algunos “sapos” daban vueltas y vueltas por el stand. Me miraban con odio. La Poeta más bella y dulce del Perú y yo los miramos fijamente. Los “sapos” desaparecieron.
La Poeta más bella y dulce del Perú iba a contarme algunas cosas suyas, pero llegó Jaime Guzmán.
- Tienes que llevarte este libro.
- ¿Cuál?
El editor chimbotano me mostró el libro.
- Acuérdate: Fernando Cueto será un gran narrador. Es lo mejor que hay en narrativa en Perú. Llévatelo.
- Me lo regala, entonces. Gracias.
- No. Está 15 soles.
Le sonreí y compré el libro. (De hecho que lo voy a leer.)
En eso, vi pasar al director de REVUELTA EDITORES.
Le dije a La Poeta más bella y dulce del Perú que ya volvía, que “no me voy de la feria sin despedirme de ti”.
Nos pusimos a recorrer algunos stands. Hablamos de muchísimas cosas, como siempre.
Y llegamos al mejor stand de toda la feria.
- Oye. Este stand es de la putamadre.
- Este es un stand para conocedores. Para los lectores de verdad.
Dicho stand pertenece a la librería COMENTARIOS (Jirón Ica 144, Centro de Lima).
Allí puede encontrarse todos los libros de La Biblioteca Ayacucho de Venezuela. OBRAS COMPLETAS de Pablo Palacio a diez cocos, por ejemplo. (Otro ejemplo: una extraordinaria edición de LOS DETECTIVES SALVAJES a menos de veinte cocos.)
Ese stand es para conocedores.
¿Y a quién vi muy concentrado leyendo los lomos de La Biblioteca Ayacucho?
Pues a mi amigo y admirado Guillermo Niño de Guzmán. Gran escritor y gran lector. Me puse a conversar con él:
- Dime, Guillermo, ¿qué te pareció EL CIELO DE CAPRI?
- Marco (García Falcón) tiene una muy buena prosa. Me gustó mucho su novela.
- Él puede escribir de lo que le de la gana.
- Así es. Es un escritor dotado.
Y hablamos un poco de mí:
- Gabriel, ¿algún libro tuyo a la vista?
- Sí, pero tengo un problema: no sé con qué título quedarme.
- A ver…
- Estoy entre ... y ...
- Buenos títulos.
- En un 80 % está ambientada en Cusco, pero Cusco ciudad, el Cusco nocturno. El Pasaje Suecia es el más canábico que he conocido en mi vida.
Y también hablamos un poco de él:
- …
- …
Y seguimos hablando.
Al rato, nos despedimos.
Ya era la hora de cierre. David y yo nos quitamos, pero antes pasé a despedirme de La Poeta más bella y dulce del Perú. Nos dijimos algo más o menos así:
- Ven más seguido, Gabrielito.
- No me vacilan las ferias, pero trataré de venir.
- Nuestra conversa quedó corta.
- Sí pues. Así no debe ser.
David tomó un taxi a su casa. Y yo otro a la mía. En el trayecto prendí un Marlboro y me puse a leer LA FÓRMULA OMEGA.
Imagen, Libros
Fui otra vez a la cafetería. Tomé una Coca Cola. Fumé otro Marlboro. Y me encaminé al stand de Editores Nacionales.
Allí me encontré con mi gran amiga de confidencias, La Poeta más bella y dulce del Perú.
Nos abrazamos porque no nos veíamos en meses.
- Oye, Poeta más bella y dulce del Perú, lo que te diré es un milagro: ahora sí estoy recontratemplado.
- Nooo joooodas, pero si tú jamás te has enamorado.
- Todos tenemos una primera vez.
- ¿Y cómo así?
- Es un enamoramiento un tanto surrealista. Cuando pienso en La Bruja se me viene junta toda la poesía de Luis Cernuda y Cummings. Y solo veo los fotogramas de las pelas de Wim Wenders.
- Gabriel, eso sí no te lo creo. Tú, ¿templado?
- Claro. Yo hago todo lo que La Bruja me pida. Por ejemplo: me ha pedido que deje de fumar.
- ¿Dejarás de fumar?
- A partir de este miércoles 30.
- ¿Y si te pide que dejes la marihuana?
- La dejo, pero a fines de noviembre.
Algunos “sapos” daban vueltas y vueltas por el stand. Me miraban con odio. La Poeta más bella y dulce del Perú y yo los miramos fijamente. Los “sapos” desaparecieron.
La Poeta más bella y dulce del Perú iba a contarme algunas cosas suyas, pero llegó Jaime Guzmán.
- Tienes que llevarte este libro.
- ¿Cuál?
El editor chimbotano me mostró el libro.
- Acuérdate: Fernando Cueto será un gran narrador. Es lo mejor que hay en narrativa en Perú. Llévatelo.
- Me lo regala, entonces. Gracias.
- No. Está 15 soles.
Le sonreí y compré el libro. (De hecho que lo voy a leer.)
En eso, vi pasar al director de REVUELTA EDITORES.
Le dije a La Poeta más bella y dulce del Perú que ya volvía, que “no me voy de la feria sin despedirme de ti”.
Nos pusimos a recorrer algunos stands. Hablamos de muchísimas cosas, como siempre.
Y llegamos al mejor stand de toda la feria.
- Oye. Este stand es de la putamadre.
- Este es un stand para conocedores. Para los lectores de verdad.
Dicho stand pertenece a la librería COMENTARIOS (Jirón Ica 144, Centro de Lima).
Allí puede encontrarse todos los libros de La Biblioteca Ayacucho de Venezuela. OBRAS COMPLETAS de Pablo Palacio a diez cocos, por ejemplo. (Otro ejemplo: una extraordinaria edición de LOS DETECTIVES SALVAJES a menos de veinte cocos.)
Ese stand es para conocedores.
¿Y a quién vi muy concentrado leyendo los lomos de La Biblioteca Ayacucho?
Pues a mi amigo y admirado Guillermo Niño de Guzmán. Gran escritor y gran lector. Me puse a conversar con él:
- Dime, Guillermo, ¿qué te pareció EL CIELO DE CAPRI?
- Marco (García Falcón) tiene una muy buena prosa. Me gustó mucho su novela.
- Él puede escribir de lo que le de la gana.
- Así es. Es un escritor dotado.
Y hablamos un poco de mí:
- Gabriel, ¿algún libro tuyo a la vista?
- Sí, pero tengo un problema: no sé con qué título quedarme.
- A ver…
- Estoy entre ... y ...
- Buenos títulos.
- En un 80 % está ambientada en Cusco, pero Cusco ciudad, el Cusco nocturno. El Pasaje Suecia es el más canábico que he conocido en mi vida.
Y también hablamos un poco de él:
- …
- …
Y seguimos hablando.
Al rato, nos despedimos.
Ya era la hora de cierre. David y yo nos quitamos, pero antes pasé a despedirme de La Poeta más bella y dulce del Perú. Nos dijimos algo más o menos así:
- Ven más seguido, Gabrielito.
- No me vacilan las ferias, pero trataré de venir.
- Nuestra conversa quedó corta.
- Sí pues. Así no debe ser.
David tomó un taxi a su casa. Y yo otro a la mía. En el trayecto prendí un Marlboro y me puse a leer LA FÓRMULA OMEGA.
Imagen, Libros
1 Comentarios:
Ruiz Ortega, me pasaron el dato que estuviste en lo de las matadoras. Portate con un post pexxxx
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