miércoles, abril 15, 2009

Hincha de MC5

MC5 estuvo conformado por Rob Teiner (voz), Wayne Kramer (primera guitarra), Dennis Thompson (percusión), Fred “Sonic” Smith (segunda guitarra) y Michael David (bajo). MC5 es uno de los grupos más radicales de la escena gringa rockera de las décadas del sesenta y setenta.
Detroit era conocida como la Ciudad Motor, debido a las muchísimas fábricas de automóviles. Cientos de miles de personas trabajaban en esos templos de acero. Los integrantes de MC5 eran los hijos de la clase obrera de Detroit, y en honor a las fábricas en las que laboraban sus familias, deciden llamarse MC5 (Motor City Five (Ciudad Motor Cinco)).
Solían usar camisas con retazos de la bandera americana, vivían en comunidad, tenían hermosas jovencitas a su disposición, las que los acompañaban en sus giras y ayudaban en labores domésticas, como lavar y cocinar; y claro, embelesaban a sus ídolos con voluntarias muestras de amor y sexo. Los MC5 tenían un marcado discurso político que yacía en la anarquía, la disidencia y en la no creencia de las instituciones. Practicaban el amor libre y estaban convencidos de que la suprema expresión humana estaba en el puro rock and roll, cuyo único mensaje era el de la revolución.
MC5 tranquilamente pudo llamarse MC7. El espíritu contracultural de la banda nunca hubiera alcanzado dicho aura de no ser por “Hermano” J.C. Crawford, el orador político encargado de empilar a la gente en las previas de los conciertos, y John Sinclair, el manager y guía espiritual.
Este quinteto que nunca dio muestras de afán de gloria y ganancia pecuniaria (por eso la prensa conservadora los catalogaba como “cavernícolas” (no se bañaban) que lo único que hacían era “aparearse” con las “desdichadas” que los endiosaban) era el sueño hecho realidad de Sinclair. Este, durante muchísimo tiempo quiso formar un movimiento revolucionario, y lo consiguió cuando agrupó a los cinco talentosos y jóvenes músicos luego de anuales periplos por bares y garages en búsqueda de la materia prima a moldear, con quienes fundó la comunidad TransLove Energies, en la que solo podía hacerse dos cosas: vivir y crear.
Muchos cronistas de la época, específicamente de la escuela del Nuevo Periodismo, aseveraban que los MC5 eran mejores que los Doors, que en la postura de estos chicos de Detroit podía notarse coherencia entre la música ofrecida, el discurso político y la manera como vivían. En cierta ocasión, el guitarrista de la banda, Kramer, llegó a calificar, en una entrevista para TV, a Jim Morrison como “un patético vendedor de sebo de culebra”.
En 1968 los cachorreados por Sinclair y Crawford dejan definitivamente Detroit, justo semanas después del asesinato de Martin Luther King. Las represalias contra los activistas eran no menos que matanzas callejeras; aunque valgan verdades, la razón del cambio de ciudad se debió a que la policía antinarcóticos los tenía entre ceja y ceja. El nuevo destino de residencia fue elegido por Sinclair, en Ann Arbor. No fue para nada gratuita esa elección, esa ciudad era la cuna de los activistas políticos más influyentes y Sinclair era muy respetado por ellos, colaboraba con artículos en fanzines y revistas que pregonaban el quiebre del orden establecido. Entre otras cosas, fue el encargado de educar a los jóvenes músicos, a quienes les hizo leer los libros de William Burroughs, Norman Mailer y Allen Ginsberg. Los que vivieron el día a día con la banda, aseguran que las paredes del estudio de ensayo estaban cubiertas con las páginas de la Introducción de EL ALMUERZO DESNUDO.
En Ann Arbor vivieron en una casa de diez cuartos, en donde llegaron a alcanzar la plenitud musical producto de las más de diez horas de ensayo diario, y en la que no dejaban de rendir tributo a la diosa de los elegidos: la marihuana. Las anécdotas sobre lo que la marihuana hacía en los MC5 valen para una novela de no ficción tipo PONCHE DE ÁCIDO LISÉRGICO. Paraban tan drogados que horas antes de sus conciertos, Sinclair y Crawford les colocaban cintas de colores en las muñecas o, en todo caso, en los mangos de los instrumentos. En cada cinta estaba escrita el título de la canción más el número de orden en el que tenía que tocarse, como para segurar el cumplimiento del setlist.
No solo la policía antinarcóticos los tenía bajo la lupa, también el FBI. Las sospechas razonables apuntaban al grupo como un potencial financista de activistas políticos y grupos revolucionarios, lo cual no sería nada descabellado, puesto que en esos existía un descontento generalizado (ejemplos: estudiantes que criticaban la guerra de Vietnam y sindicatos que defendían los derechos laborales) por las medidas políticas y económicas que los gobiernos de turno tomaban, en especial el de esa bestia negra conocida como Richard Nixon. En este sentido, algunas novelas han registrado, en parte, dicho descontento generacional, relatando el cómo se les pasaba la mano a algunos activistas, tal y como sucede con Meredith, la hija de Seymour “El Sueco” Levov, el protagonista de la mejor novela de Philip Roth, PASTORAL AMERICANA. Ella es perseguida por la policía porque se la acusa de formar parte de un grupo de disidentes que hizo estallar una oficina de correos, el cual dejó como saldo tres muertos.
Con relación al mecenazgo que ejercían los MC5 con determinadas agrupaciones que creían sí o sí en los atentados, no hay nada comprobado. Empero, lo que sí está documentado era su labor de apoyo a grupos contraculturales, puesto que financiaban fanzines, revistas, recitales y demás.
Estemos o no de acuerdo con el discurso de este quinteto de Detroit, no hay que dejar de reconocer que ellos sí eran consecuentes en su anarquía, por más ilusorio o fumado que haya sido el discurso que empleaban, no dejará de ser edificante el saber que hicieron hasta lo imposible por concretar su utopía.
Tres álbumes fueron más que suficientes, tanto KICK OUT THE JAMS (1969), BACK IN THE USA (1970) y HIGH TIME (1971), son el mejor testimonio que refrenda la contundencia y genialidad de esta extraordinaria banda. Tres álbumes (sin contar los recopilatorios de años después) capaces de generar adicción por el rock de verdad, ergo: el rock de MC5.
Imagen, MC5.
Videos: “Ramblin´Rose”, “Kick Out The Jams”, “Looking At You”, “American Ruse” y “Back To Comm”.

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