domingo, abril 19, 2009

¿Te acuerdas de Óscar Wirth?

(Este post no es solo para los hinchas de Alianza Lima.)

Para la temporada futbolera de 1994, Alianza Lima se reforzó en vistas a su participación en La Copa Libertadores. La dirigencia comandada por Pío Dávila tiró la casa por la ventana al contratar a cuatro jugadores extranjeros de cierto nivel, de ellos, el que destacaba de lejos, por su palmarés, era el arquero chileno Óscar Wirth (Santiago, 1955).

Fue campeón con el Colo Colo (1979) y Cobreloa (1980), con el que llegó a disputar dos finales de la Copa Libertadores. También mundialista en España 82. Tuvo un periplo internacional que lo llevó a tapar en España y Alemania. En el 2000 retorna a Chile fichado por La Universidad Católica, y con ese club consigue el subcampeonato de la Copa Libertadores de 1993, en el que fue elegido como el mejor portero del certamen, y por si no fuera poco, catalogado como futbolista chileno del año.

Arribó al equipo blanquiazul con 38 años de edad. Nadie puso en tela de juicio el calendario de sus exitosos noviembres. Era, sencillamente, una contratación de lujo.

Debutó en Matute ante el Defensor Lima, en el marco de los partidos amistosos de verano. Alianza ganó el cotejo por 3 goles a 1. De esa noche recuerdo la tapada a quemarropa de un tal Dolorier. Solo cuatro metros de separación entre el arquero y el delantero. Un fuerte remate esquinado detenido en seco, solo un paso en diagonal hacia adelante, la cintura en 40 grados a la izquierda y los brazos estirados. Todo el estadio quedó en silencio. Una tapada mágica. El chileno pudo volar, hacerla linda para la foto, despejar el tiro al corner y gozar del aplauso de las tribunas. Pero no, la sobriedad mandó.

Sin embargo, las cosas le empiezan a salir mal. Por la Libertadores, Alianza y Universitario debían enfrentarse a las escuadras ecuatorianas del Barcelona y Emelec. Alianza viajó a Guayaquil con mucho entusiasmo, una semana antes había sumado sus primeros puntos en copa derrotando a los cremas por un gol de diferencia. Los dirigidos por Miguel Ángel Arrué hicieron papelones en sus partidos, fueron goleados. Más allá de los goles encajados a Wirth, hubo uno que dejó desconcertado a más de uno: fue ante el Barcelona, arco sur, un tiro atajable de fuera del área, la gordita hasta se da el lujo de rebotar dos veces, el arquero aliancista dobla las rodillas, brazos hacia abajo y las palmas juntas y abiertas, la caprichosa le besa en el antebrazo. Gol ridículo.

En los encuentros de vuelta, las cosas en Alianza se ponen aún más jodidas. Los victorianos pierden por 2 goles a 1 ante la U. Esta derrota llevó a los dirigentes a despedir a Arrué y contratar en el acto al serbio Iván Brzic, quien desde el saque sienta a los extranjeros, excepto al volante argentino Juan Carlos Kopriva. Ahora el arco tenía nuevo dueño, Francisco Pizarro. El año anterior Pizarro había tenido una buena temporada con El León de Huánuco, era un jale apostando al futuro, pero carecía de los suficientes méritos como para bancar a Wirth.

Al igual que yo, muchos hinchas se preguntaban por qué el veterano guardameta no regresaba a su país, estaba arriesgando su prestigio. Prácticamente no tenía muchas oportunidades, y cuando le tocaba ingresar, la falta de ritmo de competencia era más que evidente. Sin embargo, lo que sí se percibió en sus largos meses de suplente fue su nivel profesional, su liderazgo natural y una saludable capacidad para apagar incendios.

Los que seguimos año a año las campañas de los blanquiazules, sabemos bien que los jugadores hacen y deshacen. El equipo de 1994 era capaz de ganar siete partidos al hilo y perder la misma cantidad de la manera más tonta; por ello, no era extraño pensar en una cantada camita al serbio, anteponiendo, vaya novedad, los intereses grupales a los deportivos. En este sentido, Wirth, con toda la experiencia de vida, amainaba los ánimos caldeados, su conducta irradiaba un implícito respeto en sus compañeros, y fue lo suficientemente inteligente como para no macularse con lo peor del aliancismo. Se conoce hasta el hartazgo lo difícil que es la intimidad del “vestuario” blanquiazul, en donde imperan la cultura de la pichanga, el puterío, la trasnoche, el chocherismo, el tiro al sapo en las charlas técnicas, el plancito, antes y después de los partidos, con alguna nalgona desesperada en el Tumbao o Kimbará…

Sporting Cristal se coronó campeón nacional, y por lógica estaba clasificado para la Copa Libertadores de 1995. El otro representante peruano saldría de un cuadrangular, el cual tuvo a los clásicos rivales como protagonistas del cotejo más llamativo.

Este blogger estuvo en ese clásico, en la tribuna de oriente, muy pegado a sur. Alianza Lima lo ganó con dos golazos de Juan José “Alianza Lima es mi chacra y hago lo que quiero” Jayo. Fue un partido disputado, los jugadores no solo se jugaban la clasificación, también el sueldo. La U se fue con todo en los últimos treinta minutos, llegando a arrinconar a los pupilos de Brzic. Faltando no más de nueve minutos para el pitazo final, el arquero Pizarro se lesiona. Wirth, que había jugado casi nada en la temporada, se coloca los guantes. Se posiciona del arco. Más de un aliancista pensó que no solo nos iban a empatar, sino también a voltear.

Empero, desde el corazón del Comando Sur un susurro se imponía con fuerza, despertando la algarabía en toda la tribuna, al compás de un estridente y constante ¡Wirth corazón!

No era para menos, si el chileno podía saldar en algo su deuda con la hinchada, era entregando su arco con el marcador a favor. El equipo crema era el único en la cancha, e iba aprovechar los pocos minutos de juego del veterano arquero. Wirth tuvo tres intervenciones importantes, pero es la última, en minutos de descuento, la que queda en la memoria de los aliancistas: un centro bombeado de Roberto Martínez, preciso para la cabeza de “Balán” González, quien atropellaba en carrera; Wirth, dando cátedra de cómo tomar impulso para cortar un centro, se valió de la fuerza de una sola pierna para adquirir la suficiente altura y mostrar lo que no se vio en él en toda la temporada: una volada espectacular que cogió en una el peligroso balón… Ese pésimo año Alianza Lima lo compensó, en algo, con la clasificación a la Libertadores.

Días después, en una tarde de sol de diciembre, este blogger se encontraba almorzando y escuchando un programa deportivo. Como es habitual en los días de fin de año, el programa daba cuenta de los nuevos equipos de los jugadores, de las renovaciones y rescisiones de contratos. Cuando se le da señal al reportero encargado de cubrir los vaivenes de Alianza Lima, este cuenta un detalle alucinante del arquero chileno, quien al enterarse de que los empleados del club (porteros, jardineros, cocineros, guardianes, etc.) iban a cobrar su sueldo de diciembre recién en la quincena de enero, no dudó en repartir el suyo entre ellos. Digamos que ese gesto de desprendimiento es solo el más conocido de los varios que tuvo en su paso por La Victoria.

El año pasado, Óscar Wirth estuvo de paso por Lima, junto con su hija, en plan turístico. Aprovechando las horas libres hasta su vuelo a Cusco, cayó de sorpresa en Matute. Prácticamente las labores se paralizaron, incluyendo el entrenamiento del primer equipo. Los dirigentes llamaron a sus pares que dirigieron el club en los noventa. No era para menos, el profesionalismo y don de gente del chileno, a más de diez años, aún seguía presente en los ambientes de la institución. El reencuentro se celebró con un gran almuerzo. Cosas así no ocurren todos los días.

Imágenes (tomadas de aquí): Óscar Wirth.

6 Comentarios:

Anonymous Anónimo dijo...

Hola Gabriel
me acuerdo del arquero chileno y es cierto lo que cuentas, mi hermano y yo íbamos al comando y allí se corría la voz del don de gente del chileno, a veces pienso que se trató de un jugador demasiado profesional para Alianza Lima.
Saludos
Jaime

1:26 a.m.  
Blogger JUAN HEREDIA dijo...

SOY DE TU PROMOCION AMIGO (NACIDO EN 1977) BLOGGER, ESE ANO RECUERDO EL RIDICULO DE ALIANZA LIMA EN SUS CONTRATACIONES DESDE DOS JUGADORES DE HAITI RECOMENDADOS POR EL NENE CUBILLAS QUIEN FUNGIA DE EMPRESARIO, CON EL FIN DE GANARSE UNOS DOLARITOS (QUE TANTO LE GUSTAN). POR OTRO LADO, LLEGARON LOS INNOMBRABLES CHULAPA QUIEN ERA EL CLON DE TRASHCHET DE FINAL FIGHT, O MEJOR AUN DE BOB MARLEY. EL SUSODICHO FUE UN DESASTRE CON EL OTRO BRASILENO GILSON; RECUERDO AUN EL TITULAR DEL PERIODICO DE TITO NAVARRO EL TIGRE DESPUES DE LOS GOLES TONTOS QUE SE COMIO WIRTH: "HASTA LAS WHIRTHUAS" POR NO DECIR HASTA LAS HUEVAS. ESE EQUIPO DE ALIANZA FUE SINO ME EQUIVOCO EL MAS CANTINFLESCO DEL FUTBOL PERUANO, EN SERIO COMO ME HIZO REIR EN ESE VERANO DE 1994 CUANDO TENIA 17 ANOS; ERA LA EPOCA DE LA EBULLICION DE LA PRENSA DEPORTIVA ESTILO NUEVO, EL BOCON, TODO SPORT, EL TIGRE, ENTRE OTROS; DE VERAS QUE CON PIO DAVILA ME VACILE BASTANTE. EN TODO CASO TE SUGUERIRIA POR TU CERCANIA A LAS FUENTES PUEDAS ELABORAR UNA PEQUENA HISTORIA DE ESE VERANO DEL 94, YO NO PUEDO PUES ESTOY FUERA DEL PAIS; POR LO DEMAS, WHIRT ME SORPRENDIO PUES ASI COMO TU SABIA DE SU GRAN VALIA COMO ARQUERO; EN TODO CASO, TODOS TENEMOS UN MAL MONENTO, PERO LO CABALLERO NO SE LO QUITA NADIE A PESAR DE SER CHILENO. HASTA AHORA RECUERDO SONRIENDO AL PELAO DE LUCCA Y LOS DEMAS RANKEADOS CUE LLEGARON COMO SI FUERA AYER.HASTA EL HIJO DE CUBILLAS FUE PROBADO

JUAN

7:35 a.m.  
Blogger Gabriel Ruiz-Ortega dijo...

De acuerdo con tu opinión, pero un poco de cabeza fría, tu "a pesar de ser chileno" no tiene sentido. Seamos anarquistas y quebremos las fronteras, tanto las físicas como las emocionales.
G

9:33 a.m.  
Anonymous Anónimo dijo...

Buena nota,no manejaba el detalle de la estadía de Wirth en Perú. Lamentablemente en lo deportivo, les tocó ver la etapa otoñal de este buen portero que tuvo su mejor rendimiento en los 80, por títulos fue más que Roberto Rojas, el titular de Chile en eso años, hasta la verguenza del maracana.

Como anécdota les puedo agregar que jugando en españa por Valladolid, donde no era titular, por una emergencia Wirth tuvo que jugar como zaguero central y le fue bastante bien, ya que cebeceaba bien, tenía pegada y personalidad nunca le faltó.

Saludos amigos del perú.
Sergio

11:03 a.m.  
Anonymous Sergio Ovalle S. dijo...

Me alegro montones que Oscar sea un ejemplo de esa camada que teniamos en
Catolica,fuimos compañeros en segunda infantil y el destino quiso que conociera a su hermano Erwin ,que me dejo su vacante para poder ingresar al BANCO CONTINENTAL,dirigido por Don Julio Menadier y nuestro dirigente Don Miguel Soria Cespedes,me siento orgulloso de saber estos comentarios de gente eextranjera ,sobre todo del Perù a los cuales aprecio mucho y admiro su futbol.esta es la vida y agradezco a Universidad Catòlica Fernando Riera Humberto (Enrique Molina)que nos enseñaron no sòlo ser deportista ,sino personas de buena leña en la vida, Saludos señores Wirth ,se despide atentamente ,Sergio Ovalle Sepùlveda, ex inferiores de U. Catòlica y Banco Continental (Fono 02-8143343)

10:04 p.m.  
Anonymous Anónimo dijo...

NO CONOCIA ESE LADO HUMANO DEL VIEJO WIRTH... Recordar es siempre volver a vivir y felicito a quien ha sacado a la luz esta historia que forma parte de nuestro Alianza Lima tan querido...
QUIZAS WIRTH NO FUE CAMPEON, QUIZAS FORMO PARTE DE ESE PERIODO QUE NO SABIAMOS LO QUE ERA SER CAMPEONES, PERO FORMO PARTE DE LA GRAN FAMILIA ALIANCISTA QUE ES UN SENTIMIENTO INOLVIDABLE...
ESO NOS HACE MAS GRANDES QUE EL EQUIPO QUE LE GANAREMOS EL SABADO!!!

1:44 a.m.  

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