lunes, enero 11, 2010

La última película de Jarmusch


El cine de Jim Jarmusch no es fácil de asimilar. Sin embargo, vale la pena dejarse llevar, tarde o temprano somos seducidos por su lirismo seco y sus “retratos de momento” que en buena ley le han permitido disfrutar de una pequeña gran minoría de seguidores en todo el mundo.

Al igual que en toda su filmografía, en THE LIMITS OF CONTROL (2009) no ocurre gran cosa, no hay un tronco argumental que nos permita atar los cabos de la narración; por otra parte, destaca lo que siempre hemos admirado en Jarmusch: personajes con un mundo interior oscuro y enigmático, como el de El hombre solitario (Isaac de Bankolé), el protagonista.
¿Quién es este Hombre solitario? Al parecer un matón, un sicario de alto vuelo que recibe el encargo de cumplir una misión en España, que lo llevará por las ciudades de Barcelona, Sevilla y Almería, siguiendo el mismo patrón al momento de encontrarse con cada uno de sus contactos (John Hurt, Tilda Swinton, Gael García Bernal y demás): en la terraza de una cafetería con dos expresos en tazas distintas, esperando la llegada de estos que le preguntan “¿Usted no habla español, no?”, a lo que el Hombre solitario responde con un “No”; intercambian cajitas de fósforos, el sicario extrae de la cajita un papelito con un código escrito a mano, el cual memoriza y acto seguido se lo come con la ayuda de un sorbo de expreso.

El Hombre solitario es todo un profesional, ya sea por producto de su imaginación o hechura de los interesados en que fracase, es recibido en la habitación de su hotel por La mujer desnuda (Paz de la Huerta), quien lo tienta: “¿Te gusta mi culo?”, “¿Te gusta el sexo?”. El Hombre solitario rechaza semejante placer carnal con un gélido “No mientras estoy de servicio”.

De a pocos el sicario va acercándose a su objetivo: el Americano (Bill Murray). Y también de a pocos, una vez terminada su misión, se despoja de su conducta adoptada, empezando por el cambio de ropa, dejando de lado los ternos oscuros por atuendos más casuales y deportivos.
Por lo escrito hasta aquí, pues se pensaría que en esta película “no pasa nada”. En cierta medida es así: no pasa nada, ya que el motor de la misma es la atmósfera contenida que supura en cada una de las escenas, basta ver los gestos de los personajes como para sentir que algo duro y sangriento está por acaecer, como si estos estuvieran siendo sirgados por un fin supremo que reprime las naturales posturas de defensa.
En tiempos en los que la originalidad artística está signada por un alarmante vacío de contenido y por laxos cauces expresivos, no deja de ser gratificante toparnos con muestras como esta, que sin ser lo mejor de Jarmusch, nos confirma que su originalidad no nace de la nada, puesto que para este trabajo ha sabido nutrirse del western de Sergio Leone y del laconismo gangsteril de POINT BLANK de John Boorman.

4 Comentarios:

Anonymous Anónimo dijo...

Buen dato Gabriel
¿Donde la venden?

12:12 p.m.  
Blogger Gabriel Ruiz-Ortega dijo...

Supongo que ya debe estar en Polvos Azules
G

12:19 p.m.  
Anonymous Anónimo dijo...

tan raro como su cabello. Habrá que conseguirla.

saludos.

jesus j.

12:21 p.m.  
Anonymous Anónimo dijo...

De acuerdo contigo, Jarmush es un director para conocedores, interesante post

9:21 p.m.  

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