lunes, enero 18, 2010

Puzo


La primera vez que supe de la existencia de Mario Puzo fue al ver los créditos de SUPERMAN. Tenía siete u ocho años, y se me daba por memorizar los nombres de los directores y guionistas de las películas que miraba por la tv, por lo general los sábados en la tarde.

No es la primera vez que en lfdls doy cuenta de los escritores de Best Sellers y lo seguiré haciendo porque muchos de ellos representan la herencia del siglo de la novela: el XIX. Y tampoco es la primera vez que “alzo a medias la voz” por la soberana mezquindad que muchos de ellos reciben por parte de la crítica (de todos lados) y muy en especial de los representantes de la Escuela del Resentimiento (así es: aquellos impresentables que te hablan de la metaficción del QUIJOTE sin haber leído el QUIJOTE; aquellos sopencos que ofrecen ponencias de EL OBSCENO PÁJARO DE LA NOCHE sin haberse enfrentado a la novela, porque, aunque cueste creerlo, no les interesa José Donoso, etc.), como sabiamente anota el gordito caprichoso Harold Bloom.
A fines del 2010 me encontraba revisando los lomos de los anaqueles de una librería miraflorina. Días antes un contacto librero me había pasado el dato de que allí podía hallar LOS TONTOS MUEREN -novelón de Puzo que tuve la bendición de leer años atrás en la biblioteca del ICPNA. Mientras la buscaba me encontré con un antiguo conocido, de esos que no aguantas su huachafo esnobismo libresco y que disfrutan mucho dándole la contra a las personas. Cuando me preguntó qué era lo que me interesaba, le respondí que “una novelita de Mario Puzo”. Pero “si Mario Puzo es un escritor menor, ¿no te es suficiente con las películas de EL PADRINO?”, dijo este imbécil. No le hice caso y, mientras contraatacaba preguntándole por su tesis de licenciatura que la viene escribiendo desde hace más de quince años, seguí tras los pasos de la novela en cuestión. Para mi mala suerte, no la encontré. Él notó mi desazón y cometió el error de sugerir que comprara “novelas de verdad”. Sonreí y, como quien no quiere humillar, le expliqué el argumento y los niveles narrativos de LOS TONTOS MUEREN. Este posero quedó obnubilado por mi discurso sobre la poética de Puzo, su rostro pálido y ojos encendidos eran el reflejo de su axiomático prejuicio como lector, de todo lo que se estaba perdiendo de las novelas de género. Entonces conseguí lo que involuntariamente me propuse: un potencial lector de Puzo. En sus manos una novela de Juan José Saer (autor que admiro mucho), le dije que no la comprara porque se la podía prestar y que también le podía pasar la inhallable joya EL ABC DE LA LECTURA de Ezra Pound. Este posero necesitaba cuanto antes de Puzo, de un narrador de historias, de asunto. Salimos de la librería y tomamos un taxi rumbo a La casa verde, en donde sabía que había algunos títulos del escritor ítalo-norteamericano.
Con Puzo aún persiste un gran prejuicio. Muchos no lo toman en serio como escritor. ¿Qué importa si escribía por dinero? ¿Y qué si llevaba una vida signada por la frivolidad? Sus páginas son la fiel muestra de su envidiable oficio narrativo y, sobre todo, de la impresionante documentación que llevaba antes de embarcarse en sus proyectos, era pues un temible fagocitador de hemerotecas. Obviamente no todo lo que publicó puede catalogarse de “notable”, pero duela a quien le duela su legado novelesco está por encima de no pocos “escritores serios”.
Imagen, Mario Puzo

9 Comentarios:

Anonymous Anónimo dijo...

A este paso querido Gabriel hará un post de Paulo Coleho, Isabel Allende

11:48 a.m.  
Blogger Gabriel Ruiz-Ortega dijo...

De ellos jamás haría un post, estimado
G

11:55 a.m.  
Anonymous Anónimo dijo...

A qué te refieres con eso de la escuela del resentimiento? varias veces lo has mencionado en el blog
interesante post

12:35 p.m.  
Anonymous Anónimo dijo...

con esta vaina de la prohibición a los directores italianos por mostrar a la mafia italiana, escritores como M. Puzo se olvidarán.

saludos.

1:20 p.m.  
Blogger Gabriel Ruiz-Ortega dijo...

Al anónimo de las 12 y 35. En el tomo de entrevistas a críticos de The Paris Review Harold Bloom detalla sobre las mentiras que depara depender en extremo de la teoría literaria sin respetar la base de una formación que yace en la lecturas de los clásicos, también resalta lo fácil que es camuflar deficiencias en la formación lectora valiéndose de la teoría literaria. Hay para más, pero por ahora es lo que el tiempo me permite consignar.

Jesús: Los grandes jamás se olvidan, estimado.

G.

1:29 p.m.  
Blogger Hernan dijo...

Muy de acuerdo con tu opinión acerca de Puzo. Yo leì hace varios años El Padrino, en un volumen que me regaló un amigo muy querido, Sebastiano Sperandeo, y quedé paralizado por el arte narrativo de Puzo, quien por lo demás vivió mucho tiempo de su vida en la pobreza, rodeado de hijos y deudas. Tal vez de allí su posterior afición a la vida muelle y libertina.

Hace poco conversaba con un par de patas que ya han leído Gomorra y me dicen que Saviano supera y de lejos a Puzo. Lo dudo. Habrá que leerlo a Saviano.

No lo he leído, pero Puzo era un gran contador de historias, un narrador nato que hallaba el cielo contando.

Rafael Inocente

2:46 p.m.  
Blogger Gabriel Ruiz-Ortega dijo...

Hola, Rafael
A lo mejor peque de intolerante con respecto a lo que tus patas te dijeron: Gomorra no le llega ni a las uñas de los pies a El padrino. Claro, algunos dirán que el libro de Saviano es de no ficción y que las comparaciones están demás. Pero si nos abocamos a los temas abordados, pues hay más de un lazo en común.
Gomorra, espero equivocarme, es uno de los más grandes bluffs editoriales de los que tenga idea. Como libro no ofrece lo que se publicita. Por otro lado, creo que se ha usado asquerosamente la pena de muerte por parte de la Camorra al autor para promocionar el libro. Ojo: a nadie le gustaría estar en la piel de Saviano, hasta podríamos decir que es un ejemplo moral en búsqueda de la verdad, pero eso sí: no confundamos las cosas: lo que le pasa en vida al autor no debe ser usado desmedidamente en propaganda malsana.
Otra cosa más: la versión cinematográfica de Gomorra sí es buena.
Ss
Gabriel

3:44 p.m.  
Anonymous Sebastián E dijo...

Interesante la vision que ofreces de Mario Puzo. Estoy de acuerdo con ke debe valorarse mas sus libros.
Saludos de México

5:33 p.m.  
Anonymous Anónimo dijo...

qe bueno que des espacio a Mario Puzo, todas sus novelas me cabrean y merece como señalas que se le tome más en serio
un abrazo
Pedro

9:56 a.m.  

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