martes, mayo 24, 2011

Humala y los derechos humanos


Me parece una soberana conchudez que en el próximo debate presidencial Keiko Fujimori y Ollanta Humala se pongan a hablar del respeto a los derechos humanos y de la lucha contra la corrupción.
De La rata naranja sabemos lo que representa. La mierda total. Pero me sorprende -y seguiré en la cantaleta porque hay una base de principios- que se diga, debido a la pensada desinformación y ceguera ideológica, que no están probadas las denuncias contra Humala. Bajo esa coraza, estúpida por donde se la mire, no podrá decirse ni una sola palabra sobre otras violaciones a los derechos humanos que no han sido investigadas como se debe (por ejemplo: Alan García y la matanza del Frontón). En este sentido, aquellos izquierdistas que creyeron desde un comienzo en el proyecto de Humala, no tendrán la más mínima autoridad moral para denunciar en el futuro crímenes contra la humanidad... Por otro lado, respeto a aquellos que en esta segunda vuelta han decidido votar por Humala. Es implícito que no lo hacen porque creen en el plan de gobierno de Gana Perú, menos aún porque este cachaco represente el cambio y la decencia.
A continuación, el último artículo de Fernando Rospigliosi. Vía La República.

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Esta semana Ollanta Humala firmó un nuevo documento y juró ante la Biblia su respeto por la democracia y los derechos humanos.
Algunos de los presentes en esa ceremonia habían investigado y señalado varios de los crímenes cometidos por Humala.
Por supuesto, todo el mundo puede cambiar. Pero si alguien ha cometido delitos graves y no se ha arrepentido jamás de ellos, y ha logrado evadir las sanciones usando métodos corruptos, ¿se puede obviarlos de un plumazo?
Alberto Fujimori cometió graves transgresiones y fue sentenciado por ellos. Si fuera candidato no se podrían excusar sus fechorías.
Denuncia de la Coordinadora
El 9 de febrero del 2006 la Coordinadora Nacional de Derechos Humanos (CNDDHH) patrocinó la presentación de tres denuncias penales ante el fiscal de Aucayacu contra Ollanta Humala.
Cuando Humala apareció como candidato a la presidencia el 2005 y se hizo conocido nacionalmente, pobladores de Madre Mía lo reconocieron como el temido “capitán Carlos”, autor de asesinatos, torturas, desapariciones y robos en la zona.
Una de las denuncias de la CNDDHH es la que presentó Jorge Ávila Rivera:
“El 17 de junio de 1992, fui secuestrado por un grupo de militares al mando del ‘capitán Carlos’, a quien he podido reconocer como Ollanta Humala Tasso, y conducido a la Base Militar de Madre Mía, en donde permanecí varios días por considerárseme presunto terrorista. Durante este tiempo fui torturado con electricidad, golpes de patadas y puñetes”.
“Cuando los militares me hicieron llegar a la base militar encontré a mi cuñado Benigno Sullca Castro, a mi hermana Natividad Ávila Rivera y a otras personas cuyos nombres no recuerdo, que también habían sido detenidos y eran torturados por los militares”.
“El 22 de junio de 1992, a las 00:00 horas, aproximadamente, el recurrente, mi hermana y mi cuñado fuimos nuevamente torturados por los militares en presencia del ‘capitán Carlos’. Luego, cerca de las dos de la madrugada, nos sujetaron las manos y nos condujeron al lugar llamado ‘el matadero’ para ejecutarnos”.
“Cuando ya nos encontrábamos en ‘el matadero’ mi hermana y mi cuñado lloraban porque era evidente que nos matarían; logré desatar mis manos y opté por tirarme al río Huallaga en un descuido de los soldados. Cuando ya me encontraba nadando a varios metros del lugar de los hechos escuché disparos. Habían asesinado a mi hermana Natividad Ávila Rivera y a mi cuñado Benigno Sullca Castro. Solo se encontró el cadáver de mi cuñado. Mi hermana hasta la fecha se encuentra desaparecida”. (Ver Carlos Basombrío y Fernando Rospigliosi, La seguridad y sus instituciones en el Perú a inicios del siglo XXI, IEP, 2006, p. 312 y ss.).
Este es solo uno de los casos denunciados por la CNDDHH.
Ahora los defensores de Humala dicen que no fue sentenciado por el Poder Judicial. Olvidan que la propia CNDDHH recogió en un video los testimonios de los testigos sobornados por Humala para que no declaren.
¡Y ahora hay personas que creen que respetará la independencia del Poder Judicial!
La honradez es la diferencia
El 23 de enero del 2006 el periodista Edmundo Cruz entrevistó a Zonia Luis Cristóbal. El reportaje se publicó en La República el 6.2.06 (“‘Fui rapada como animal’. Testimonio de un abuso. El ‘capitán Carlos’, Ollanta Humala, irrumpió en la casa de Zonia Luis y Cirilo Rosales, y frente a sus hijos a ella la golpeó y rapó, y a él le metió una pistola en la boca. Zonia le daba de comer, lavaba y planchaba la ropa al militar, fue en el año 1992”).
Zonia y su esposo tenían un restaurante y una farmacia en Madre Mía. Allí comían “Carlos” y 48 soldados y se curaban a los enfermos y heridos.
Ella y sus hijos le relataron al periodista Edmundo Cruz que el “capitán Carlos” no le pagó, a diferencia de los anteriores oficiales, y además saqueó su casa y se robó todo.
“–José Luis (hijo menor): Nos saquearon. Fue un robo”.
“–Luis Enrique (hijo mayor): Se llevaron las pepitas de oro (que extraían del río Huallaga), la plata que teníamos, los medicamentos, los perfumes para la venta.”
“–Zonia: Era la única botica en Madre Mía. Los capitanes, los oficiales siempre venían y todos nos conocían y sabían cómo éramos. El único que hizo ese abuso fue ese capitán (“Carlos”)”.
La República precisa que está probado que Humala era el capitán que estaba en ese lugar en ese momento.
Ahora Humala dice que la honradez hace la diferencia. Si eso hacía de capitán, ¿qué no haría de presidente?
Carlos Iván Degregori nos dejó. Era uno de los más brillantes intelectuales del Perú contemporáneo y estuvo comprometido con causas justas y decentes. Fue el principal redactor del informe de la Comisión de la verdad (CVR).

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