martes, enero 22, 2013

Reescribir

 
 
 
La verdad: no tengo la más mínima idea de cómo fue que empecé a escribir reseñas. Aunque reseñas no es propiamente lo que hago. Simplemente recomiendo libros, guiado y ayudado por los pocos recursos que tengo como lector impresionista. Carezco de las armas teóricas para hacer “reseñas” propiamente dichas, y en parte me alegra esa carencia, porque de haberla tenido, fácil no hubiera leído todo lo que he leído.
Más de uno piensa que este servidor es crítico literario. Para nada. Ni crítico, ni literato. Solo un lector que escribe, que administra un blog, que antologa, que es librero, que escucha rock, que ve todas las películas posibles y que vive en la medida en que sus fuerzas le permitan.
Durante un tiempo escribí reseñas. Para Siglo XXI, diario de Castellón al que le estoy muy agradecido por la posibilidad de escribir de libros que me gustaban. Sin embargo, por esas cosas de la vida, estuve revisando mi archivo de reseñas y me di con más de una sorpresa, la principal de estas: mi ingenuidad y voluntaria falta de análisis. Me causó vergüenza ajena “ver” la sarta de opiniones que emitía, ya sea a favor y en contra, y no quiero pensar en las motivaciones que tuve al momento de hacerlas. Muchos de esos libros los he releído en estos años y definitivamente ya no soy el que era; he cambiado, pienso, y hasta siento que a la fuerza, placentera por cierto, he madurado como lector.
La reescritura es también escritura, nueva escritura. La escritura es como el agua, hay que cambiarla, sino se pudre, fermenta. Los textos no son estáticos. En este sentido, de cuando en cuando, cogeré al azar una de esas reseñas, las releeré y las someteré a mi escrutinio. Es decir: las volveré a escribir y lo más probable es que dinamite las ideas que plasmé, pero algo me dice que repotenciaré mi gusto y admiración por aquellos libros que llegaron a mis manos cuando más los necesitaba.


0 Comentarios:

Publicar un comentario

Suscribirse a Comentarios de la entrada [Atom]

<< Página Principal