testimonio coral
No pensemos mucho: estamos ante la
oportunidad de leer un libro sumamente importante. Importante como documento
histórico. Documento, si se me permite especular, que nos ayudaría a entender y
ver de otra manera los avatares de La Primera Guerra Mundial. El pueblo en la guerra de la rusa Sofia
Fedórchenko.
La presente publicación se traduce por
primera vez al castellano, por cuenta de Olga Korobenko, y la tenemos entre
nosotros gracias al sello español Hermida Editores. Si somos objetivos, fríos y
nada calculadores, no podemos negar que estamos ante un hito histórico que nos
permite entender la novelística rusa de la primera mitad del siglo pasado. O
sea, lo que hay detrás de ella, de lo que la nutre, de las referencias que
seguramente más de un novelista ha usado y que extrañamente no ha reconocido
como una fuente inmediata. Por otra parte, Fedórchenko ha sido víctima durante
décadas del silenciamiento por cuenta de la intelectualidad rusa. Hablaríamos
de machismo, de mezquindad y de innumerables muestras de miserabilismo. Pero
más allá de esto, lo que importa es que hoy en día esta ex enfermera ocupa un
lugar destacado en el imaginario cultural de su país.
*
Si tuviera que hermanar la presente
publicación, podría hacerlo con el
Informe de la CVR.
Esto no es nada gratuito.
Las novelas, cuentarios y poemarios más
celebrados y criticados sobre la violencia política peruana tienen como base
los testimonios consignados en la CVR. Mediante ellos se han forjado registros
narrativos y poéticos que nos permiten entender, o en todo caso cuestionar, lo
que realmente ocurrió en esos años aciagos de nuestra historia reciente. En
este sentido, podemos rastrear una influencia y no debe extrañarnos que más de
un entendido en la materia la llame bajo el rótulo de Literatura Peruana Post
CVR.
*
El
pueblo en la guerra fue la brújula temática para no pocos
escritores rusos que recrearon los estragos de La Primera Guerra Mundial. Aquí
no hay protagonistas específicos, sino más bien directos testigos anónimos,
testimonios de soldados rusos heridos en el frente de batalla entre los años
1915 y 1916. Soldados rusos atendidos por la entonces joven enfermera
Fedórchenko, quien tomaba nota de sus traumas e impresiones que les deparaba la
guerra.
Leemos los testimonios y por instantes
creemos que estamos ante una exageración de atrocidades, pero no, no
encontramos exageración de ningún tipo, sino desazón y un desolador sentimiento
de traición de los soldados rusos que dan cuenta de una guerra en la que se
sintieron abandonados, de una guerra en la que defendían cualquier tipo de
interés menos el de la soberanía. Los testimonios que se nos presentan no son
más que radiografías de la bestialidad a la que puede llegar la involuntaria
degradación humana. Estos soldados no se asumen como héroes, sino más bien como
víctimas y victimarios. Matan, violan, aman. Uno los lee y sospecha que ya lo
has leído. E indudablemente los hemos leído en la narrativa rusa que aborda la
guerra, y no necesariamente lo ocurrido durante La Primera Guerra Mundial. He
allí pues el valor documental que nos entrega Fedórchenko. Pero la publicación
es también el reflejo de la ética y moral de la compiladora, porque dejó hablar
a los soldados, sin tomar partido, es decir, sin divinizar ni satanizar.
Sin duda, no discutimos el
importantísimo aporte que tenemos en manos. Nos adentramos como pocas veces en
los cruces de la guerra, pero ello no implica que extrañemos el vuelo
literario. No olvidemos que la gran mayoría de soldados rusos eran analfabetos
y Fedórchenko no era precisamente una escritora de oficio.
…
Publicado en Lee por gusto.
3 Comentarios:
“Pero la publicación es también el reflejo de la ética y moral de la compiladora, porque dejó hablar a los soldados, sin tomar partido, es decir, sin divinizar ni satanizar.” ¿Y tú crees que esto se equipara a lo que hizo la CVR? No seas ingenuo (o quizás deliberado “estratega” de una facción), por favor. Sólo por señalar un detalle, la Sofía Fedórchenko no contó ni con el chorro de dinero ni con la camuflada ambición política de los teatreros de la CVR. Ni aseguró indirectamente y por la mediación de una simple aritmética que murieron 20 personas diarias sin interrupción durante 10 años (más diariamente si concentras las muertes en menos años, digamos 40 diarias en un periodo de 5 años intensos de matazón).
querido anónimo, creo que has malinterpretado parte del texto. lo que hago es hermanar lo de SF con la CVR como documentos matrices que sirvieron en la recreación literaria. G
Sea, estimado GRO.
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