314
Me despierto temprano y busco entre los
DVD´s una película protagonizada por Matt Damon y dirigida por Paul Greengrass.
Green Zone o conocida entre nosotros
como La ciudad de las tormentas.
Antes de verla, me pongo a releer cien páginas de Quemar los días, el inmenso libro de memorias del no menos inmenso
James Salter.
No sé por qué me interesó volver a una
película que tratara sobre la mentira del estado gringo al justificar la
invasión a Irak bajo el pretexto de que Husein escondía armas químicas. Quizá
se deba a que últimamente he barajado la posibilidad de releer algunas novelas
de espionaje y política ficción, que para ser sincero, no frecuento desde hace
mucho tiempo. Por ahí puede venir este interés súbito por todo lo relacionado
al espionaje y la política internacional.
Termino de ver la película de Greengrass
y me fui a la sala en donde prendí la Laptop. Además, puse en el cd player el Fear of Music de Talking Heads. Respondo
algunos mensajes y redacto algunos textos que debo presentar en el curso de la
mañana. Pensé que iba a demorar más de la cuenta, pero a las nueve de la mañana
ya estaba libre de lo que tenía que hacer. En mi sala tengo una pequeña mesa
dedicada exclusivamente a colocar las publicaciones que me llegan. Me pongo a
revisarlas y me animo por Los vivos y los
muertos de Joy Williams, del que he venido escuchando y leyendo buenas
referencias. También vuelvo a ver en Youtube los goles de Guerrero ante
Bolivia. E imagino el ánimo que habrá en el país el lunes cuando la selección
se enfrente a la de Chile por el pase a la final de la Copa América. Pienso en
mis amigos chilenos, en Diego, Camila, Antonio, Felipe, Alejandra, Rodrigo,
Claudia. Pienso también en que sus ánimos no coinciden con la estupidez local.
Si ambas selecciones se sacan la mierda, pues bien, que se saquen la mierda,
con patadas y metidas de mano incluidas. Y que allí quede.
0 Comentarios:
Publicar un comentario
Suscribirse a Comentarios de la entrada [Atom]
<< Página Principal