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Los domingos me levanto relativamente
tarde, me gusta pasarla leyendo, escuchando rock y viendo una que otra película,
la desconexión es la norma. Por supuesto, qué mejor que un bue café pasado y un
suculento tamal de chancho para ver las próximas horas de la mejor manera
posible, en especial ahora que las cosas van a exhibir un cambio algo radical.
Entre
las películas que pienso ver este domingo, hay una del maestro John
Frankenheimer, The Young Savages
(1961), protagonizada por Burt Lancaster. Mientras busco la película, que sé que
está por allí, recuerdo lo que estuve haciendo ayer, como luchando contra la
burocracia en la PUCP, pensando, y respirando hondo, en qué pasa con el
criterio de las personas cada vez que tienen que seguir al pie de la letra una
orden, orden que en la práctica puede perjudicar a no pocas personas durante
horas. Ayer, ningún camión podía ingresar a la PUCP si es que no se tenía un
seguro CTRL (así le decían), hecho que provocó la presencia de una treintena de
camiones que esperaban entrar y que no podían. Ese también fue mi problema,
pero no esperé tanto como los otros, porque me gusta solucionar las cosas
hablando claro y fuerte, apelando al criterio de las personas, en este caso de los
mandamases de la puerta de Riva Agüero, a cuyo jefe tuve que escuelear y de
quien recibí predisposición para el escueleo. Una vez que mi camión ingresó,
contraté a unos cargadores que en menos de un cuarto de hora sacaron las cosas
del camión y las instalaron en el stand de Selecta, que es el mismo de siempre
en esta feria, pero ahora un poco más grande.
Comenzamos a colocar los estantes y
abrimos las cajas y dispusimos de los libros. Lo que me gusta de nuestro stand,
es que aparte de los buenos libros, tenemos una mueblería que llama la atención
por su buen gusto, prácticamente es un stand que ha quedado bastante bonito,
con el suficiente espacio que me permite poner mis cosas, que no son muchas,
pero que justifican mis días: el espacio para mi infaltable termo de café, la
Laptop y los dos libros que pienso que leer en los primeros días, aunque esto
de los libros es un decir debido a los muchos libros que siempre tengo a mi
disposición. Lo malo, porque no todo es perfecto en la vida, es que no podré
fumar como me gusta, con mayor razón ahora que estaré solo en estos días
feriales, puesto que en la PUCP no se permite fumar, pero igual, me las
arreglaré, ya que si pude hacer pasar un camión que no cumplía la documentación
en seguridad, bien puedo sacar provecho de la maña mentirosa para fumarse un
par de cigarritos por día.
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