jueves, octubre 25, 2007

ÍNDICE DE LA NUEVA POESÍA AMERICANA

Walter Sanseviero, editor de SUR, el sello de Sur Librería Anticuaria, acaban de publicar una joya que está destinada a ser un imprescindible para todo aquel que se precie de poeta o de gran lector de poesía: Índice de la nueva poesía americana, la antología poética vanguardista, publicada en 1926, de la que muchos eruditos hablan, al grado de calificarla de secreta, pero de la que se conocía más su leyenda negra.

Si la memoria tramposa no me falla, he escuchado tres veces de este libro, en circunstancias totalmente distintas, y quienes me comentaban de ella no dejaban de supurar una pasión extremadamente desgarrada por la poesía vanguardista. Índice de la nueva poesía americana era hasta ahora un libro inhallable, un libro fantasma del que se podían tener dudas razonables sobre su verdadera existencia, ya que siempre se han referido a él por su agitada historia que va desde su concepción hasta la pelea de sus compiladores (Alberto Hidalgo, Vicente Huidobro y Jorge Luis Borges). De los 500 ejemplares editados en Buenos Aires, sólo salieron a la venta 100. ¿Qué pasó con el resto?, seguramente los quemaron. ¿Por qué? ...

El rescate de la presente antología tiene un par de textos que ayudan a entender mejor su valor. Tanto Mirko Lauer como Mario Montalbetti son los responsables del prólogo y colofón respectivamente. Lauer aborda el contexto histórico en el que apareció el libro, y Montalbetti (no para de sorprenderme la agudeza de este señor) hace un inteligentísimo hincapié en las mutaciones violentas que tiene el lenguaje en el tiempo a razón de que éste no es una superestuctura. Cito:

“ Las palabras que empleamos para escribir son las proverbiales cucarachas que sobreviven cualquier holocausto, nuclear o moral. Y esto no es tan extraño como parece porque son precisamente las palabras las que contienen, bajo la fantasía de un “significado” entendido como objeto imaginario, la posibilidad misma del trauma. ¿Será posible, entonces, que lo cambia no son las palabras sino las imágenes que acompañan a nuestras palabras? Y que cuando se trata de combatir el trauma con palabras ¿no se hace otra cosa que diseminarlo? Como dice el poema de Emerson: cuando de mí huyes, yo soy las alas.”

El prólogo de IDLNPA está dividido en tres. No son tres prólogos, como se piensa. Huidobro, Borges e Hidalgo cumplen, a su manera, con el requisito indispensable que debe tener todo prólogo en antologías: la capacidad de riesgo para emitir una opinión, así aciertes o falles, la cual genere debates, críticas o discusiones, ya sean favorables o antagónicas, porque si éste requisito no se cumple, las antologías no tienen ninguna clase de sentido.

Fue Hidalgo quien sacó adelante esta antología, y más allá del afán provocador de su prólogo, es menester decir que fue él quien hizo la selección. Como él es conocido como uno de los más grandes panfletarios en lengua castellana, me es imposible no consignar un párrafo de su prólogo para el disfrute o malestar de algunos. Cito:

“Aquí sólo quiero significar que no opondré ninguna resistencia a que los yanquis se apoderen de México el día que mejor les cuadre, como veré con agrado que la Argentina se apodere cuanto antes del Uruguay, en virtud de que actualmente ese país parece una provincia argentina. Ni inferior a Jujuy, ni superior a Santa Fé. (Mi amigo Pérez Ruiz y yo, hablamos siempre de Montevideo como de un arrabal de Buenos Aires).
Otro disco. Bolivia no tiene representación en este libro debido a que en mis afanosos viajes por los mares del mundo no me he encontrado con sus costas. ¿Es que no existe? Del Paraguay sé que no se conoce ni de oídas la palabra arte. Allí solo se dan loros y yerba mate. Prometo remendar las ausencias en futuras ediciones, si aparecen poetas por ahí, o si hay alguno que, demasiado tímido, no ha emprendido viaje a mi conocimiento.”

En este pequeño libro de 300 páginas encontramos los nombres de Leopoldo Marechal, César Vallejo, José Juan Tablada, Pablo de Rocka, Macedonio Fernández, Alexis Delgado, Hugo Mayo, Antonio Arraiz y muchos más que son piezas claves del canon poético de sus respectivos países.

Como escribí líneas arriba, esta antología es un imprescindible, de los de verdad. Valió la pena esperar 80 años para tener entre manos esta edición pulcrísima. Les dejo con Silabario, un poema del mexicano Germán List Arzubide:

Mutt y Jeff no sabían
que ella se extravió en mis brazos
por esto la Academia
no la puso en su diccionario

El otoño prudente
no espío por el ojo de la chapa
y el silencio iba en zancos

Será el muerto el que chifla
la Adelita
en la esquina?

Esto de las tradiciones
son chismes de la luna

14 Comentarios:

Anonymous Anónimo dijo...

YA ERA HORA K REGRESARAS.

12:01 p.m.  
Anonymous Anónimo dijo...

si lo has editado tú, tamos mal...

9:48 a.m.  
Anonymous Anónimo dijo...

El Índice está muy bueno, pero un poco carito

4:39 p.m.  
Anonymous Anónimo dijo...

Ayer lo vi en el virrey del centro, y sé que muchos hablan de él sin haberlo leído puesto que es una antología que, como dices, se limitó 500 ejemplares de los que se conocen 100.

4:04 a.m.  
Blogger Oscar Pita Grandi dijo...

Otra joya es el de Luchito Hernández, aunque anda por las 45 lucrecias...

11:12 p.m.  
Anonymous Anónimo dijo...

No se imprimieron 500 ejemplares:

"De este libro, se ha impreso 30 ejemplares suscritos, sobre papel del Japón, imperial, numerados del 1 al 30, y 1.500 sobre papel pluma inglés, para la venta".

7:35 a.m.  
Blogger Gabriel Ruiz-Ortega dijo...

Ok.
Con tal que no te confundas con la edición de lujo.

7:46 a.m.  
Anonymous Anónimo dijo...

Hola, soy de Argentina, donde puedo consaeguir la reedición "Indice de la nueva poesía americana", a cuánto está.?. Te paso mi mail pra cualquier cosa te comuniques a él. Gracias. Saludos. ultimo_centauro@hotmail.com

Sebastián

11:53 a.m.  
Blogger ebrocken dijo...

El Índice original puede consultarse en la Argentina en la biblioteca de la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA, Puán 480.

11:54 a.m.  
Anonymous José Peguero dijo...

Existe una duda acerca de adjudicar la selección de los poemas a Alberto Hidalgo pues en el caso de Germán List Arzubide y Manuel Maples Arce no he encontrado correspondencia entre ellos pero sí en el caso de Jorge Luis Borges anterior a esta antología. Borges publicó en México en 1923 en una revista que sacaba MMA, Irradiador. Borges le pide poemas a MMA y los publica en Argentina. Achacarle la selección a Alberto Hidalgo es solo para desviar la atención del significado de vanguardia.

9:15 p.m.  
Blogger Gabriel Ruiz-Ortega dijo...

Es atendible tu comentario en vista de que hidalgo sufría de egotitis.
Ss
G

9:17 p.m.  
Anonymous Valeria Saavedra dijo...

Gabriel en qué año reapareció este libro

3:39 p.m.  
Blogger Gabriel Ruiz-Ortega dijo...

la original es del 1926; la edición que comento es del 2007
G

3:49 p.m.  
Blogger Unknown dijo...

Alguno sabrá si es posible conseguir este libro en versión digital?

10:22 a.m.  

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