La terquedad de Oblitas / Golazo
Respeto intelectualmente a Juan Carlos Oblitas. Él es una persona a la que no se le puede reducir a sus conocimientos futbolísticos. Más de una voz atendible me ha comentado que él es bastante ecuánime, que lee, que se informa, que no pierde el tiempo, etc., etc. Sin embargo, hace unas semanas le escuché lo siguiente en una conferencia de prensa: “Si Cristal se va a la baja, dirijo a Cristal en la segunda división”. Los problemas de esa institución son varios, y uno de ellos es Oblitas, puesto que uno no se explica cómo es que teniendo un buen equipo (como para hacerla linda en el torneo local, por lo menos), Sporting Cristal sea desde el día de ayer (ahora sí, en serio) el primer candidato al descenso.
Es irreprochable que los jugadores le ponen fuerza y empuje, pero no es suficiente, los partidos se ganan con planteamiento, con una táctica ensayada, y si toca perder, qué pena, pero si se pierde hay que perder jugando a algo, no al guerrazo. Lo que ayer se vio en el encuentro Boys – Cristal no es más que un ejemplo axiomático de lo que el equipo de la Backus es esta temporada: una basura.
Un imperioso cambio tiene que empezar pero ya por el técnico y contratar a uno más capaz porque Oblitas más ya no puede ofrecer, él creyó que las cosas serían como en los años 94 y 95 del siglo pasado, cuando podía campeonar con los jugadores que la institución cervecera compraba y, de paso, sobrevaloraba.
“Si Cristal se va a la baja, dirijo a Cristal en la segunda división” es una lamentable frase que sólo la puede decir un conchudo, o un conchudo involuntario. O sea, ¿el orgullo personal pesa más que la institución?, ¿el no querer admitir que lo que sabe ya no sirve ni para animar a un ganoso pero ineficiente Roberto Palacios?, o sea, ¿Cristal es su chacra? Esa actitud recalcitrante sí da a pie a sospechar con razones que él está esperando a que la dirigencia le llame y le diga: “Juan Carlos, ya no vas más”, a lo que él, muy contento, dice “Ah ya, ¿cómo hacemos con la plata?” y para cuando eso suceda el equipo ya no podrá salvarse ni matemáticamente, porque futbolísticamente anda en nada.
Este año es para el olvido, tanto para Alianza Lima y Universitario de Deportes. Por ello, si el Boys no aprovecha esta oportunidad de tener que lidiar con equipitos sin historia competitiva, es muy difícil que vuelvan a tener opciones claras de campeonar. Boys tiene un jugador distinto, con sobrepeso, sí, pero da igual, porque ese tercer gol de Jhonnier “El potón” Montaño da pie a que los hinchas rosados vuelvan a soñar con aquello que no viven desde 1983.
Es irreprochable que los jugadores le ponen fuerza y empuje, pero no es suficiente, los partidos se ganan con planteamiento, con una táctica ensayada, y si toca perder, qué pena, pero si se pierde hay que perder jugando a algo, no al guerrazo. Lo que ayer se vio en el encuentro Boys – Cristal no es más que un ejemplo axiomático de lo que el equipo de la Backus es esta temporada: una basura.
Un imperioso cambio tiene que empezar pero ya por el técnico y contratar a uno más capaz porque Oblitas más ya no puede ofrecer, él creyó que las cosas serían como en los años 94 y 95 del siglo pasado, cuando podía campeonar con los jugadores que la institución cervecera compraba y, de paso, sobrevaloraba.
“Si Cristal se va a la baja, dirijo a Cristal en la segunda división” es una lamentable frase que sólo la puede decir un conchudo, o un conchudo involuntario. O sea, ¿el orgullo personal pesa más que la institución?, ¿el no querer admitir que lo que sabe ya no sirve ni para animar a un ganoso pero ineficiente Roberto Palacios?, o sea, ¿Cristal es su chacra? Esa actitud recalcitrante sí da a pie a sospechar con razones que él está esperando a que la dirigencia le llame y le diga: “Juan Carlos, ya no vas más”, a lo que él, muy contento, dice “Ah ya, ¿cómo hacemos con la plata?” y para cuando eso suceda el equipo ya no podrá salvarse ni matemáticamente, porque futbolísticamente anda en nada.
Este año es para el olvido, tanto para Alianza Lima y Universitario de Deportes. Por ello, si el Boys no aprovecha esta oportunidad de tener que lidiar con equipitos sin historia competitiva, es muy difícil que vuelvan a tener opciones claras de campeonar. Boys tiene un jugador distinto, con sobrepeso, sí, pero da igual, porque ese tercer gol de Jhonnier “El potón” Montaño da pie a que los hinchas rosados vuelvan a soñar con aquello que no viven desde 1983.
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