"Mala Sangre" (Juliette Binoche)
Varios amigos me habían dicho que “Mala Sangre” (1986) era la mejor película del corrosivo cineasta francés Leos Carax. Lo dudaba mucho porque consideraba a “Pola X” como la mejor.
Cuán equivocado estaba.
“Mala Sangre” es de esas películas que se te quedan en la cabeza, el corazón y en el vientre.
Un argumento aparentemente sencillo. A grandes rasgos, mismo Discovery Channel:
Un señor de nombre Jean se suicida a causa de una deuda que no puede pagar. La deuda también concierne a su amigo Marc. Ambos le deben mucho dinero a una mujer mayor a quien llaman La Americana. Ella le da dos semanas de plazos a Marc para que pague y así se libre de las represalias.
Marc y su amigo Hans contactan a Alex, el hijo de Jean, y así aprovechar su innata habilidad con las manos. Le hacen llegar una propuesta que lo seduce: robar un antídoto llamado STBO.
¿Qué gracia tiene este antídoto?
El STBO tiene el poder de acabar con una epidemia parecida al Sida. Esta epidemia ataca mortalmente solamente a aquellos que practican –atención- “el amor sin amor”, o sea, caricias sin amor, sexo sin amor, etc. Y son muchos los laboratorios los que anhelan los secretos de esta cura.
Bravo, ¿no?
Marc lleva a Alex a su refugio, una vieja carnicería en donde delinearan el robo del antídoto en poder de la compañía Darley Wilkinson.
Hasta aquí, el argumento no parece ser cosa del otro mundo. Pero Carax es Carax, ya que al igual que en “Pola X” y “Los amantes de Pont Neuf”, entran a tallar los conflictos emocionales de sus personajes principales.
Este conflicto se da cuando Alex conoce a la pareja de Marc, Anna. Ella es una mujer joven y sumisa, y pese a los intentos de Alex por agradarle, ella sigue más enamorada que nunca de su anciano amante.
“Mala Sangre” está ambientada en una futura París.
Sin embargo, me gustaría resaltar, un poco, al personaje Anna, interpretado por la siempre cándida y talentosa Juliette Binoche.
Si la memoria no me falla, esta fue la sexta o séptima película de Binoche, aun así, es con este papel que empezó a ser tomada en cuenta por sus dotes histriónicas, y de paso, la crítica se desengañó porque hasta antes de “Mala Sangre” se la reducía como una actriz de “cara bonita”.
Pues a buena hora que Carax se fijó en ella.
Uno puede pensar que Binoche en el rol de Anna tiene actuaciones rastreables: como Julie Vignon, la desgarradora viuda, que no se niega momentos “alegres”, que confronta su pasado relacionado a la muerte de su esposo e hija en un accidente automovilístico en “Azul” de Krzysztof Kieslowski; o como la angelical y celosa Tereza en la adaptación de Philip Kaufman de "La insoportable levedad del ser".
Pero ¿se acuerdan de ella? Para los que no, a continuación Binoche con Daniel Day-Lewis en una memorable escena de la adaptación de la novela de Kundera:
Cuán equivocado estaba.
“Mala Sangre” es de esas películas que se te quedan en la cabeza, el corazón y en el vientre.
Un argumento aparentemente sencillo. A grandes rasgos, mismo Discovery Channel:
Un señor de nombre Jean se suicida a causa de una deuda que no puede pagar. La deuda también concierne a su amigo Marc. Ambos le deben mucho dinero a una mujer mayor a quien llaman La Americana. Ella le da dos semanas de plazos a Marc para que pague y así se libre de las represalias.
Marc y su amigo Hans contactan a Alex, el hijo de Jean, y así aprovechar su innata habilidad con las manos. Le hacen llegar una propuesta que lo seduce: robar un antídoto llamado STBO.
¿Qué gracia tiene este antídoto?
El STBO tiene el poder de acabar con una epidemia parecida al Sida. Esta epidemia ataca mortalmente solamente a aquellos que practican –atención- “el amor sin amor”, o sea, caricias sin amor, sexo sin amor, etc. Y son muchos los laboratorios los que anhelan los secretos de esta cura.
Bravo, ¿no?
Marc lleva a Alex a su refugio, una vieja carnicería en donde delinearan el robo del antídoto en poder de la compañía Darley Wilkinson.
Hasta aquí, el argumento no parece ser cosa del otro mundo. Pero Carax es Carax, ya que al igual que en “Pola X” y “Los amantes de Pont Neuf”, entran a tallar los conflictos emocionales de sus personajes principales.
Este conflicto se da cuando Alex conoce a la pareja de Marc, Anna. Ella es una mujer joven y sumisa, y pese a los intentos de Alex por agradarle, ella sigue más enamorada que nunca de su anciano amante.
“Mala Sangre” está ambientada en una futura París.
Sin embargo, me gustaría resaltar, un poco, al personaje Anna, interpretado por la siempre cándida y talentosa Juliette Binoche.
Si la memoria no me falla, esta fue la sexta o séptima película de Binoche, aun así, es con este papel que empezó a ser tomada en cuenta por sus dotes histriónicas, y de paso, la crítica se desengañó porque hasta antes de “Mala Sangre” se la reducía como una actriz de “cara bonita”.
Pues a buena hora que Carax se fijó en ella.
Uno puede pensar que Binoche en el rol de Anna tiene actuaciones rastreables: como Julie Vignon, la desgarradora viuda, que no se niega momentos “alegres”, que confronta su pasado relacionado a la muerte de su esposo e hija en un accidente automovilístico en “Azul” de Krzysztof Kieslowski; o como la angelical y celosa Tereza en la adaptación de Philip Kaufman de "La insoportable levedad del ser".
Pero ¿se acuerdan de ella? Para los que no, a continuación Binoche con Daniel Day-Lewis en una memorable escena de la adaptación de la novela de Kundera:
En esta película hay una escena para tenerla siempre en la retina: Anna se encuentra muy deprimida, le ha contado salpicadamente su vida al enamoradizo Alex, y este, para animarla y robarle una sonrisa, no vierte en ella todo el talento suscrito en su habilidad con las manos, sino que hace gala de su envidiable ventrilocuismo, robándole más de una sonrisa. Anna mira a Alex a través del agujero que le hace a un pañuelo plomo.
(Valdría la pena tener un póster de Binoche con ese pañuelo.)
Pero en la película ocurren muchísimas cosas más. Tanto así que los cinéfilos y literatosos pueden encontrarse con un tributo abierto a Jean Cocteau y uno solapado a Luois Aragon.
Y como dije al inicio del post, esta es la mejor película de Carax, así es que para los que practican el caletismo ilustrado, la visión de “Mala Sangre” tiene el aura de lo indispensable.
Y para los fanáticos de Binoche, es un muy buen motivo para verla en el rol con el que se disparó en su carrera.
Imágenes, 1) Juliette Binoche, 2) Binoche y Daniel Day-Lewis.
1 Comentarios:
Binoche es gran gran actriz, su belleza es la cereza de su talento.
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