Los poetas de los noventa merecen una antología (de verdad)
- Sería interesante hacer una antología de la poesía de los noventa. –Dijo Mr. Corso.
- Esa década es la peor en toda la historia de la poesía peruana. –Dije mientras me llevaba un Marlboro a la boca.
- Si te das cuenta, falta distancia para hacer antologías. No es tan mala esa década.
- Mmm. Bueno, es verdad que hay voces destacables.
- Te dije: no es tan mala esa década.
Me quedé pensando. Me dediqué medio minuto a mirar a la mesera. Era igualita a Talisa Soto.
- Ahora, si comparamos, la poesía de los 2000 es muchísimo peor. Ya vamos a terminar la década y no llegamos ni a cuatro poemarios buenos. Hay puro cherry sobredimensionado –Dije.
- Los chicos del noventa se merecen una antología justa. Lo mejor que se ha publicado en estos años, en poesía “joven”, o sea, de cuarenta para abajo, viene de esa gentita.
- Tienes razón…
- Y dime, Gabriel. ¿Aceptarías hacer una antología de los noventa si te lo propusiera?
- Es una pregunta retórica. Me estás pidiendo que la haga.
- Te lo digo así para que no pienses que quiero que hagas algo que no te guste.
Analicé lo dicho por Mr. Corso. Me dediqué a contemplar, ahora por cincuenta segundos, a la mesera, igualita a Talisa Soto.
- Ok. La haré.
- Sabía que ibas a aceptar.
- Hay que quedar en los próximos días para darte la primera lista tentativa, aunque pensándolo bien, será la definitiva.
- Listo.
Nos quitamos del bar. Mr. Corso se fue tras la primera edición de POETA EN NUEVA YORK que un cliente le había conseguido. Yo me fui a comprar películas en DVD a Polvos Azules.
Un día después, a las dos de la tarde, me alisté para armar la listita de poetas de los noventa: despejé el escritorio de libros, manuscritos ajenos, cds apilados y fotografías. Limpié el cenicero, puse dos cajetillas de Marlboro, abrí el bloc de notas, cogí un par de lápices y un lapicero azul de tinta líquida, pedí que me trajeran una Coca Cola y me abastecí con el elemento clave para la clarividencia: un tronchito.
Para no caer presa del adanismo, me fui a la sección chauchilla de mi biblioteca para sacar dos antologías, entre varias, sobre los noventa. Ambas aparecieron hace no más de tres años. Mientras trataba de ubicar esos lomos, me fui dando cuenta de que ese par de libros me iban a enseñar algo importante: lo que no debo hacer a la hora de seleccionar.
LOS RELOJES SE HAN ROTO y LOS DIEZ me llenaron de muchos recuerdos. Por razones que no vienen al caso, no contaré la historia secreta de ambas publicaciones. (No se preocupen.)
Veamos los convocados para esas antologías:
LRSHR: Montserrat Álvarez, Lorenzo Helguero, Miguel Ildefonso, Josémari Recalde, Roxana Crisólogo, Victoria Guerrero, Xavier Echarri, Carlos Oliva, Martín Rodríguez-Gaona, José Carlos Yrigoyen y Christian Zegarra.
LD: Johnny Barbieri, L. Helguero, M. Ildefonso, Víctor Coral, Héctor Ñaupari, Josémari Recalde, M. Álvarez, Rocío Hervias, Isabel Mata y Ana Varela.
Prendí el tronchito porque necesitaba ideas claras.
Tanto LRSHR como LD obtuvieron lo que merecieron: la indiferencia y el olvido (y eso que tuvieron “ayudaditas” mediáticas). Las dos adolecen de amiguismo, chocherismo, hormonalismo y oportunismo. Dejan la sensación de que pudieron estar medianamente aceptables, pero cuándo no: los sentimientos menores (¿diferencias ideológicas?, ¿lecturas torcidas (interesadas)?, ¿”hago esta antología para no incluir a X”?, etc.)… ¿No será mejor llamarlo cojudismo intelectual?, pensé.
Sin embargo, gracias al tronchito, oh tronchito, pude encontrar en los gratuitos caprichos de esas publicaciones un sendero luminoso que me llevó a la base de la lista que tenía que preparar.
Lo más fácil de hacer en una antología de poesía es la selección. Y tratándose de una de los noventa, pues esta no debe admitir errores, pero como siempre hay ausencias, estas no deben ser fatales. Como para mí la poesía es, ante todo, sensibilidad, no creo que me equivoqué en la selección.
Antes de embarcarme en tamaña tarea, cogí el cel y llamé a Mr. Corso.
- Hola, Gabriel. ¿Problemas?
- Sí. ¿Cuántos poetas quieres?
- A ver, a ver. Dame once. ¿Eso quiere decir que ya tienes la lista?
- La termino en once minutos.
- Reunámonos mañana, entonces.
- Ok. En el mismo bar y a la misma hora.
Esta es la base que toda antología de los noventa debe respetar sí o sí. Aquí va (sin orden de preferencia): José Carlos Yrigoyen, Miguel Ildefonso, Víctor Coral, Alonso Rabí do Carmo, Victoria Guerrero y Lorenzo Holguero.
¿Por qué los poetas entran en crisis cuando no son incluidos en una antología?, me pregunté ni bien armé este sexteto. Bebí la Coca Cola, coloqué en el cd player el MACHINE HEAD de Deep Purple.
Completé la lista: Josémari Recalde, Carlos Oliva, Xavier Echarri, Martín Rodríguez-Gaona y José Pancorvo.
Al día siguiente me encontré con Mr. Corso. El bar estaba lleno, pero ubicamos una mesa esquinada. La mesera, igualita a Talisa Soto, se acercó con tres chelas. La contemplé por once segundos. Le entregué la lista a Mr. Corso.
- Gabriel, una cosa: si no me equivoco, José Pancorvo es mayor. Se sale de los criterios cronológicos del que te hablé.
- Lo sé, lo sé. Sin embargo, Pancorvo es un gran poeta, y no muchos, mezquinamente, no le reconocen la influencia. Una antología noventera sin Pancorvo es como un cuerpo sin alma.
- Entonces en el prólogo tienes que explicar bien el por qué de su inclusión. No pocos van a pitear.
- De eso no te preocupes…Ah, en mi somera investigación me di con la sorpresa de que un grupúsculo de poetas llegó a llamarse “La generación del 92”. Qué tal fumada…
- Oye, ¿pero no crees que once es un número bajo? ¿Podrías colocar cuatro más?
Mr. Corso dibujó en su rostro una gran sonrisa cuando le di la otra hojita que estaba camuflada en el bolsillo interior de mi casaca. Sabía que me iba a pedir cuatro más.
- A ver, a ver. Diego Otero, Gonzalo Portals, César Gutiérrez y Lizardo Cruzado.–Dijo Mr. Corso.
- Mira. Son quince poetas, por cada uno seis poemas. Listo. Noventa poemas.
- ¿Por qué tantos poemas?
- Es que yo no hago antologías de menos de doscientas páginas.
- Aguanta, aguanta. Yo soy fanático de Montserrat Álvarez. Y no está en la selección.
- Tampoco están Alberto Valdivia, Rafael Espinosa, Rubén Quiroz…A estos tres los pondré en un Bonus Track.
- Pero Montserrat es Montserrat.
- Pero bien sabes que no hay antología perfecta. Involuntariamente siempre hay omisiones. Además, todos los poetas, tarde o temprano, terminarán siendo convocados para una antología… Hasta Eduardo Rada será llamado...No por mí, obviamente.
Mr. Corso iba a refutarme, quería que incluya a M. Álvarez en la selección. Sin embargo, la mesera, igualita a Talisa Soto, se nos acercó. Nos preguntó si podíamos ayudar a llevar al depósito las cajas de chelas que acababa de traer el camión de la Backus.
- Si me ayudan, les invito una bandeja de conchitas negras. –Dijo la clon de la Soto.
Imagen, el grupo poético representativo de los noventa, Neón.
Imagen, el grupo poético representativo de los noventa, Neón.
12 Comentarios:
Faltó Rodolfo Ybarra en esa lista.
En realidad, no he leído a Ybarra como tiene que ser: con libro, solo poemas sueltos en revistas y antologías como la del Copé. No puedo adelantar una opinión partiendo de 5 o 6 poemas cuando él tiene una trayectoria sustentada en varias publicaciones.
G.
Te sugiero SINFONÍA DEL KAOS o RUPTURA DE HEJE.
Yo creo que es fundamental en una antologÍa de los noventas, Monserrat Alvarez y algún lugar, en un Bonus Track podria ser, para Roxana Crisologo y Odette Velez.
No es tu palabra, es tu voz, es la lengua del país
o es el país de la lengua que se opone a tus aciertos.
No son tus aciertos ni es eso lo que se llama
una infundada búsqueda en la terca distancia.
Porque también está el cuerpo, y los cuerpos
que te dieron cuerpo, y los cuerpos que saldrán de tu cuerpo.
De Mundo arcano. Lima, Contracultura, 2002.
No me pongas en tu antología, fumonazo, o contaré tus andanzas nocturnas
Gracias a ese anónimo que reclama mi inclusión, pero espero no ser convocado (¡es posible negarse?)creo que hay escritores que se hacen en la sombra y otros en la luz eléctrica, la luz de los escaparates. Agradezco de todas formas a quienes creen que merezco estar en una antología. En lo que sí concuerdo contigo es en que no hay una antología que represente, en su verdadera dimensión, a la "generación del noventa". La mayoría de estas antologías tienen origen dudoso y criterios con un sesgo tan sobredimensionado que no tienen credibilidad; de las otras "antologías", las que salen de los bolsillos: no tengo nada qué decir. Ojalá ustedes puedan realizarla. Les deseo éxitos.
Un abrazo
No te olvides de Leo Zelada, él es un gran poeta; tú eres su paralelo en la narrativa. Deberías incluirlo.
Y los poetas de provincia???
Óscar: tienes razón. Me faltaron los poetas de provincia. Será motivo para otro tronchito y así tener las ideas mucho más claras.
Rodolfo: Por tus primeras líneas colijo que la poesía es ante todo una comunión especial, cosa en la que estamos totalmente de acuerdo. Ahora, la idea del post es también animar a hacer, sea quien sea, una antología coherente de aquella década que pese a todo sí tiene nombres destacables. Yo menciono a dos antologías, y en mi recuento llego hasta 6, todas estas, como bien dices, caen en una torcida mirada y sesgos realmente lamentables. A veces tengo la impresión que los poetas de esta década creen que en lugar de que se les invita a formar parte de una antología, lo toman como si se les estuviese invitando a un tono. El tema da para muchísimo más.
Gabriel.
oe ¿Y Ñaupari?
pues falta gente: STANLEY VEGA (ver: http://urbanotopia.blogspot.com/2006/11/stanley-vega-requejo.html)......JORGE CASTILLO FAN (ver: www.castillo-fan.com).....LUIS CABRERA VIGO (ver:http://urbanotopia.blogspot.com/2007/04/luis-cabrera-vigo.html) y muchos más. suerte
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