Lou A. Salome

Días atrás dije que la prensa cultural peruana estaba hasta las patas.

Bueno, retiro lo dicho, solo en parte. Eso me pasa por ver las escuálidas páginas de cultura y no prestarle atención a otras.

Por ello, sugiero que le echen una mirada a la columna de Federico de Cárdenas en La República. Que el artículo Lou A. Salome sirva de pretexto para leer sus otras entregas.

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Hija de un general zarista, Lou Salomé (San Petersburgo 1861 – Gotinga 1937) convenció a su preceptor alemán Hendrik Gillot para que le enseñara filosofía y letras francesas y germanas. A los 18 viaja a Zurich con su madre e ingresa a la universidad. A los 21 conoce en Roma a Paul Rée y luego al íntimo amigo de este, Friedrich Nietzsche, formando un triángulo sentimental que permanece hasta el episodio de locura del filósofo en Turín. Vive unos años en Berlín con Rée hasta su matrimonio en blanco con Carl Andreas (1887), a quien seguirá unida hasta la muerte de este en 1930, pese a múltiples infidelidades, acaso la más famosa con Rainer María Rilke –15 años menor–, con quien se escribe hasta la muerte del poeta, en 1925.

Un capítulo muy intenso de la vida de esta notable mujer es su relación con Freud, que la acepta para una terapia de un año y en cuyo círculo íntimo es admitida, manteniendo un vínculo amoroso con Viktor Tausk, discípulo de Freud apartado por herético y que se suicidaría años después.

Lou Andreas Salomé es autora de unas 15 novelas, hoy olvidadas, pero no ocurre lo mismo con sus agudas Notas sobre Friedrich Nietzsche, su libro Aprendiendo con Freud, que demuestra su conocimiento del psicoanálisis y los autobiográficos Apuntes sobre mi vida, que redactó siendo ya anciana. Era muy respetada en Gotinga, ciudad en la que se retiró en sus últimos años, pero casi puede decirse que falleció a tiempo: la gestapo nazi saqueó y quemó su biblioteca unas semanas después. Freud, ya exiliado en Londres, escribió entonces un obituario muy sentido, considerándola una de las mujeres más fascinantes que le tocó conocer. Esta breve nota sobre su trayectoria y obra hace difícil no compartir esta autorizada opinión. Lou Andreas Salomé se adelantó a su tiempo.