Muy recomendable: Periódico El Hablador (segundo número)
Luego de un par de
horas de gestiones por el centro de Lima, regreso a la chamba y encuentro una
bolsa amarilla con cinco decenas del segundo número del periódico literario El
Hablador.
Pido un café sin azúcar
y prendo un Pall Mall rojo. Me pongo a leer, de manera lenta y despejada.
No recuerdo lo que dije
del primer número de este periódico homónimo de la referencial revista virtual,
aunque debo decir que el saldo fue más que positivo. Y me pregunto ahora: ¿Qué
decir ahora sin caer en la exageración? Pues bien, con la mano en el corazón y
sin la más mínima intención de querer publicar en un futuro en cualquiera de
los formatos de El Hablador, debo consignar que esta segunda entrega es de
lejos perfecta y de cerca casi perfecta.
Vayamos de mayor a
menor.
Destaca la buena entrevista
de Christian Elguera Olórtegui a Enrique Vila-Matas. Esta entrevista se realizó
cuando Vila-Matas estuvo en Lima presentando Dublinesca, hace un par de años. Y para los que aún no tienen la
oportunidad de acercarse a una de las prosas más logradas de la nueva narrativa
peruana, tenemos el relato “Oz” de Carlos Yushimito. Al respecto debo decir que
a la librería viene más de un interesado preguntando por sus libros. Y por
momentos siento que estuviera hablando de un autor de culto, ya que su segundo
cuentario Lecciones para un niño que
llega tarde es difícil encontrarlo en librerías, ni hablar de Las islas, agotado a la fecha.
Prendo otro Pall Mall
rojo y sigo leyendo. Disfruto con los artículos de Alejandro Neyra y del siempre
polémico José Rosas Ribeyro. Bien escritos y con una sabiduría que no solo se
nutre de lo leído (y mucho), sino de esa que proviene de la mirada fisgona e
irónica. Ambos demuestran, una vez más, generosidad intelectual y literaria que
agradezco. Vuelvo a la primera página y me sumerjo en la crónica personal, cruda
y desangelada sobre París, de Nicolás Rodríguez Galvis. Me concentro un poco
para detectar la irregularidad de los poemas de Dante Ayllón Bullnes,
prefiriendo su poema “Sólo supe hablar”. Y voy a la última página y encuentro
la reseña descriptiva de José Carlos Picón, en la que aborda el poemario Sueños de pez o neblina de Teresa
Cabrera. He leído la publicación en cuestión y debo decir que Cabrera es una
poeta de sumo interés. En más de un punto sintonizo con Picón, pero hubiera
preferido un texto más arriesgado. Y por último, el acercamiento (desde lejos)
de Mario Granda al actual centro histórico de Cusco, el cual hizo que recordara
en algo ciertos pasajes de Limanerías
de Juan Manuel Chávez. Granda es inteligente, leído y escribe bien, pero le hizo
falta un poco más de entrega vital en pos de la búsqueda del pequeño gran
detalle del que dar cuenta.
Muchos de estos textos
han sido publicados previamente en el blog de la revista y tenerlos ahora en formato
físico no es más que la consecuencia de un proyecto que yace en la difusión
literaria, es decir, abarcar todos los senderos posibles para llegar al lector
interesado. A esto se le llama Trabajo. Y Trabajo desinteresado porque el
periódico es no venal. Lo puedes conseguir en librerías y centros culturales.
Aunque yo te recomiendo que vengas al Boulevard Quilca, y busques el Stand 16,
cosa que, aparte de llevarte el periódico, hablamos un poco de la narrativa de
Yushimito.
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