En Letra Capital: Entrevista sobre 'Disidentes 2. Los nuevos narradores peruanos 2000 - 2010'
He terminado molido. La
última edición de la Feria del Libro Ricardo Palma superó mis expectativas y me
dejó muy satisfecho por los amigos y conocidos que se me acercaban no solo para
comprar libros, sino, por lo que más me gusta: hablar de lecturas. No pensé que
el oficio de librero fuera a gustarme tanto. Si alguien me pregunta por un título,
y si lo tengo, se lo doy. Pero si me preguntan qué me parece tal publicación, y
si se diera el caso que la haya leído, le digo la verdad. Soy librero, no vendo
sebo de culebra.
Haber estado en esta
feria me ha permitido corroborar que hay un público fiel (inmensa minoría) en
búsqueda de buena literatura, sea en novelas, cuentarios, poemarios y ensayos.
Pero también me ha deparado una realidad verdaderamente alarmante: el poco
consumo de libros por parte de los escritores peruanos. Sé, sí, que puedo estar
cayendo en un prejuicio, pero esto es lo que noté. Hay excepciones, claro, como
Carlos Calderón Fajardo, Fernando Ampuero, Guillermo Niño de Guzmán, Víctor
Coral, José Carlos Yrigoyen, Victoria Guerrero, Rubén Silva,
que los ubico como adictos a la buena lectura, y muchos plumíferos más que en
estos momentos se me escapan.
Un ejemplo al vuelo: un
día en especial, recibí la visita de varios poetas y narradores, a distintas
horas. Parecía que se hubieran puesto de acuerdo para ir al stand donde estaba.
Me dijeron que había excelentes títulos pero que los mismos estaban muy caros,
y en algunos casos era cierto. No voy a caer en la demagogia, por eso les recomendaba
stands en donde pudieran encontrar excelentes libros a buen precio, cuyo único
costo era el tiempo que debían invertir en buscar. Mi sorpresa vino en la noche
de ese día. Me retiraba a mi casita y me dieron ganas de tomar una Cusqueña
helada. Fui a un bar de la calle Berlín. En este bar encontré a esos mismos
poetas y narradores gastando la friolera de 789 soles, según vi en la boleta, en
alcohol. Entonces el problema no es el costo, sino en el valor que se le tiene
al libro como tal. En fin, este tema de hecho lo voy a desarrollar más en un
post.
Y por ahora, antes de
irme a descansar, quiero agradecer a Carlos Sotomayor por la entrevista que me
hizo para su blog Letra Capital, en donde conversamos sobre mi antología Disidentes 2. Los nuevos narradores peruanos
2000 – 2010. La pueden leer aquí.
1 Comentarios:
Como diría Alanis: and isn't it ironic... don't you think?
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