"Broza"
Más de uno asevera que la poesía peruana
no atraviesa su mejor momento. Se trata de una aseveración dicha en tono menor,
es decir, sin énfasis ni contundencia en el enunciado. Hasta podría decir que
somos cómplices, doblemente cómplices porque nuestra actitud debería ser otra,
nada contemplativa con esta crisis en donde prima la celebración de la
mediocridad.
Tampoco pidamos milagros. De la noche a
la mañana no vamos a tener poemarios descollantes de los sujetos de la nueva
poesía peruana. De la nada no nos vamos a igualar con lo que actualmente se
viene escribiendo en Chile y en México, por ejemplo.
Uno de los factores en que viene
fallando la crítica literaria, sea la académica y la de los medios, es su
evidente flojera por salir a buscar. Se trata de una crítica en estado onanista
que cree que la producción literaria local solo se limita a los libros que
llegan a sus manos. Es una crítica que valora lo que “hay”, cuando debería
valorar lo que “encuentra”.
Debemos buscar poemarios. Y en esta empresa
poco o nada tendría que importar que el poeta sea un antisistema, un resentido
social, un disidente del Tromercio, un paria de sí mismo que solo quiere que le
lean los elegidos en el gran futuro.
Hace unos días salí a buscar, a recorrer
librerías. En realidad siempre salgo a buscar y recorro librerías. Y encontré
un poemario que llamó mi atención, en principio por su diseño, modesto y de
buen gusto, y luego, por la honestidad de su propuesta.
Apunta: Broza de Sandra Suazo.
En Broza,
Suazo no pretende marcar un antes y un después en nada, mucho menos ser la
nueva Alejandra Pizarnik, tampoco la hijastra de Blanca Varela, ni ser la nueva
sobrina de Mariela Dreyfus, Rocío Silva Santisteban y Patricia Alba, menos aún ser
la amiga de Roxana Crisólogo y Victoria Guerrero.
No, aquí no hay poserías.
Más bien, lo que se lee aquí son versos
animados por los recuerdos, recuerdos tamizados por el tiempo, alejados de
aquellos que se delatan y se caen por el apuro, casi siempre por el apuro de la
publicación, o periódica o en formato de libro, tara que últimamente vemos en
no pocos de nuestros nuevos poetas.
Por otra parte, nos topamos también con
un respiro social. En Broza encontramos
un fuerte y evidente afán de denuncia, una crítica a las frivolidades y
huechaferías del mundo de hoy. Pero la autora se cuida de no caer en clichés,
huye del lugar común abordando lo social desde una mirada lúdica, onírica y, en
instantes, reflexiva. Si me preguntas por qué me resulta valioso este poemario
con pinta de plaqueta, no lo pienso mucho: por la honestidad y sencillez de su
propuesta.
1 Comentarios:
Compare, deberías hacer una selección de una hipotética antología de poetas caletas y no del 2000 y pico hasta la actualidad. He visto varios posts tuyos donde mencionas a unos cuantos poetas, pero como que ya me desorienté.
Por otra parte, espero que hagas un recuento de este año, los tuyos suelen ser los más completos y sinceros.
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