martes, diciembre 02, 2014

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Han sido más de diez días de feria, arduos y satisfactorios, que me dejan la alegría pero también la responsabilidad de seguir asentando el proyecto de Selecta Librería. 
La Feria Ricardo Palma terminó el domingo, pero ayer lunes fue el día más complicado, el de la desinstalación. Toda instalación y desinstalación siempre será complicada. Ahora, con algunas ferias encima, uno adquiere la suficiente maña, quizá sin que uno se dé cuenta hasta el mismo instante en que ves que las cosas comienzan a seguir su curso natural. Claro, en el proceso es inevitable que te canses, pero ya no como en las otras ocasiones, en donde solo anhelabas meterte a la ducha cuanto antes para ponerte a dormir tu sueño eterno, sedado por la rica María. 
Pese a lo ocupado que me encontraba en los días de feria, no dejé de leer. Al respecto, y sé que podría sonar a ingenuidad de mi parte, me sorprende que más de un conocido, que también circula en el circuito literario, sean como profesores, gestores culturales, editores, libreros, y claro, como los infaltables narradores y poetas, tengan esa costumbre, pésima por demás, de decir que no tienen tiempo para leer. 
Vengo escuchando esa excusa desde hace tiempo, pero esa excusa no es más que un pésimo barajo de su evidente desinterés por la lectura. Veo esa excusa en quienes se supone no debería ver, pero en los que sí (en prejuiciosa teoría), no, más bien, leen y se dan maña para leer. No les interesa la participación activa, solo leer y de esa manera abrir sus perspectivas de la vida. En este segundo grupo puedes encontrar nuevas miradas de autores de los que creías que ya sabías todo, como aquel economista que me brindó una nueva visión de los relatos de Ventura García Calderón. 
Este economista hace lo que yo, en otras palabras, hacemos lo que todo amante de la lectura debería hacer: aprovechar el tiempo, no perder el tiempo. La autopromoción virtual está haciendo de nuestros “preclaros” hombres de letras unos analfabetos funcionales.

3 Comentarios:

Anonymous Anónimo dijo...

Muy cierto. Es increíble cómo pierde el tiempo en Facebook esta generación, autopromocionandose sobándose entre ellos.

1:16 p.m.  
Anonymous Anónimo dijo...

En tu caso, digamos ¿Puedes leer una novela haciendo interrupciones cada 15 minutos?

9:26 p.m.  
Blogger Gabriel Ruiz-Ortega dijo...

uando estoy fuera de casa, llevo conmigo libros de no más de 200 páginas, preferentemente novelas y cuentarios.
lo ladrillones los dejo para mi casa.
y sí, se puede, la costumbre permite que te concentres.

1:36 a.m.  

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