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Ayer martes se cumplieron 45 años de la muerte de José María Arguedas. 

Tal y como se esperaba, no pocos han escrito de este escritor, sin el que no se podría entender la cultura peruana. En Perú, es el escritor de quien más se escribe y habla, muy por encima de Vallejo y Vargas Llosa. 

Quizá no me entusiasme, como a otros sí, su novela Los ríos profundos. Lo mismo podría decir de Todas las sangres, sus cuentos y prácticamente todos sus poemas. Pero bien sé que el hecho de no gustar no significa que sus libros me sean malos o fallidos. Simplemente, Arguedas no conecta conmigo. 

Hace un tiempo escribí un comentario de una reedición de El zorro de arriba y el zorro de abajo. Ese comentario no era menos que entusiasta. Quizá sea por el registro híbrido que empleaba Arguedas, como también que pusiera en el asador todos esos fantasmas que lo atormentaron a lo largo de su vida. 

De la vida de Arguedas, tenemos más de una idea, nociones que nos acompañan desde nuestra etapa escolar. Pero lo que destaco en Los zorros es precisamente esa frescura formal que la sigue haciendo no solo fuerte, también vigente. De sus títulos, es el que ha envejecido menos. Imposible no comparar. Y al respecto, no creo que Arguedas haya optado por el mestizaje de registros porque lo venía pensando, ahora estoy convencido de que su opción por la hibridez partió de la desdicha y desesperación personales. La intención del autor era dejar un legado, plasmar la sangre narrativa que se diluía en la pureza de la ficción, para llegar a buen puerto debía incluir uno o varios registros que doten de nervio a la idea central de lo que pensaba era la “novela” que estaba escribiendo. 

Se colige que soy un fanático de Los zorros. 

Pues bien, hay un detalle del que no se habla como debería hablarse. Líneas atrás dije que Arguedas es el escritor peruano de quien más se escribe, pero es también el escritor peruano más vendido. Al respecto, no entiendo el por qué se oculta este dato, uno se pregunta si en caso existen poderes secretos que quieran elevar otras voces por encima de este escritor a quien ya no se le lee pero del que se habla mucho. 

Arguedas es el escritor peruano más vendido. Arguedas es más que un buen escritor, es más que la metáfora del sufrimiento. La resonancia Arguedas deviene en un sentimiento para muchos peruanos.