Verónika
Sé que a muchos lectores del blog no les
gusta que escriba de política. Más de uno, y a lo mejor con justa razón, deja
de leer el post sobre política porque en este, la mayoría de las veces, señalo
las incongruencias de nuestros maravillosos intelectuales/artistas de izquierda
peruanos. No es para menos, uno no quiere subrayar sus burradas, pero llegamos
a un punto en que callar es complicidad. Debemos estar mucho más atentos y de
esta manera erradicar el silencio cómplice para no repetir los horrores que se
cometieron en la campaña presidencial anterior, que dejó en Palacio a Ollanta
Humala.
Verónika Mendoza me cae muy bien.
También pienso que es muy joven para hacerse cargo de los destinos de un país
tan complicado como Perú. Sin embargo, la juventud no debe ser vista como un
obstáculo, algo en mí, el lado ingenuo, me dice que hemos aprendido a detectar
la mentira, a descubrir la criollada en los discursos pintados de buenas
intenciones. Hemos aprendido, al menos sí lo puedo decir en relación a la nueva
generación de peruanos, esa generación de espíritu crítico y loable actitud
salvaje que no se deja mangonear por cuanto decreto legislativo consideren
injusto.
Felizmente, Mendoza no pertenece a esos
grupos de izquierda en los que impera la viveza, la mentira y la criollada. La
he estudiado como he tenido que estudiarla y pese a algunos pecados de
incoherencia (ejemplo: haber llegado al congreso sin decir nada sobre las
sospechas razonables de violación de derechos humanos por parte de Humala), pecados
de incoherencia, flagrantes, que espero algún día los artistas/intelectuales de
izquierda, los decentes que hay, sin duda, sepan reconocer y no ampararse en el
olvido presupuestado. Puedo reconocer transparentes intenciones en Mendoza, es
decir, en luchar por una sociedad más justa, en donde la riqueza se reparta y llegue
primero a los que menos tienen, etc. Aunque se debe señalar que estos fines los
puede tener cualquier persona sensible y con algo de criterio, sin necesidad que
seas de izquierda o derecha, pero en Mendoza adquiere una relevancia puesto que
estamos ante una política en actividad y políticos en actividad con buenas
intenciones e ideas claras es lo que menos tenemos.
Lo que sí me fastidia de Mendoza es su
falta de carácter. Para unas cosas se puede ser leona, pero si exhibe un
discurso como el que ella exhibe, no se puede ser una leona para lo que le
conviene, se tiene que ser leona en todo. Eso es lo que ocurre con esta
potencial candidata presidencial por parte de la izquierda peruana. Mendoza no
tiene carácter y lamento que no tenga carácter contra lo que es obvio y, si nos
préstamos a cálculos políticos y practicamos un poco de cinismo, la poca
lectura política del asunto que bien le podría deparar una postura firme, la
que generaría una aceptación a su figura en vistas a una campaña que se anuncia
como una carnicería.
Mendoza no tiene carácter, además es
torpe políticamente. Sin embargo, prefiero creer en su falta de carácter y
torpeza en vez de pensar en anticuchos políticos y económicos que la obliguen a
callar para con la dictadura de Maduro en Venezuela, que como sabemos, está
demás detallar, a menos que haya por allí algún subnormal que piense que en
Venezuela no se atenta contra la democracia y se viole, a cada manifestación disidente,
los derechos humanos. A este punto de ingenuidad estoy llegando por una representante
de la izquierda peruana (esto es histórico para los seguidores del blog).
Por eso, querida Verónika. Me pareces
decente. Pero déjate de cojudeces.
Está en ti hacer la diferencia, pero si
tus balas van con teleobjetivo tarde a temprano tus buenas intenciones van a
desaparecer. Haz pues la diferencia, no seas igual a los Humala, a la racista
Villarán y a todos esos babosos de izquierda que nos quieren dar clases de
moralidad cuando ellos son los primeros inmorales. Estás a tiempo, Verónica,
deslinda con Venezuela (incluye a Cuba en el pack) y aléjate en una de todo
aquello que atente el libre curso de la democracia. Si lo haces, pues con
convicción. Si lo haces bajo cálculo político, tarde o temprano ese cálculo
reventará en tu rostro.
1 Comentarios:
Tienes razón, hay que deslindar sobre el tema Venezuela, pero también sobre China, Rusia, y el propio Estados UNidos. No hay que centrarse solo en la conflictuada Venezuela.
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