martes, septiembre 08, 2015

"usted está aquí"

No siempre tienes la oportunidad de toparte con libros redondos, maduros y cargados de epifanías. Pues bien, esta es la primera impresión que me dejó Usted está aquí (Montacerdos, 2015) de la escritora colombiana Margarita García Robayo. 
La publicación está conformada por cuatro cuentos y una novela corta: “Cosas peores”, “Algo mejor que yo”, “Lo que nunca fuimos”, “Usted está aquí” y “Hasta que pase un huracán”. En cada uno de estos textos somos testigos del enorme oficio narrativo de la colombiana, también de su peculiar talento para fabular, pero en especial, somos partícipes de su mirada y sensibilidad que la llevan a configurar fisonomías morales y situaciones que se posicionan en la mente como esquirlas. Seguramente, en otras manos más inclinadas al efectismo y el muestreo técnico, estas fisonomías morales y situaciones arribarían más temprano que tarde en el fracaso. 
No es poca cosa lo que digo. Esta selección de textos de la colombiana no es más que un genuino canto al acto de narrar, pero este acto de narrar parte de la sencillez y es precisamente en esa sencillez de la poética de la autora en donde encontramos la fuerza de la misma y entendemos por qué a su corta edad goza del prestigio que con toda justicia tiene. En apariencia, los motivos de los textos pueden ser inanes, de los que podemos encontrar una tradición que nos ha entregado de todo: un niño con sobrepeso, una hija resentida con su padre, una posera intelectual que solo quiere experimentar, un señor que no puede salir de un hotel y una joven que solo desea irse de su país. Sin embargo, y lo que vale y quedará, es que la autora eleva el motivo de sus relatos a niveles de perdurabilidad gracias a los recursos de los que hace uso, siendo el humor y el sarcasmo el par de hilos conductores que los justifican. 
Los silencios de sus personajes y la voz que narra sus peripecias, son los verdaderos protagonistas de los relatos que a más de uno deja pensando y, por qué no decirlo, también muy quebrado y corroído de hastío. No es para menos, como lector uno puede sentirse identificado con las miserias y anhelos de estos personajes perfilados con honestidad. Al respecto, barajo una especulación que recojo de la extraordinaria Iris Murdoch (me permito un necesario paréntesis: ¿tú, lector, ya leíste a este Jumbo 747 de la narrativa mundial?): “si reconoces tus limitaciones en narrativa, puedes llegar lejos si practicas la honestidad en lo que escribes”. Pues bien, esta especulación la puedo llevar a García Robayo y de esta manera tratar de entender los cauces que motivan su ficción, una que se aleja del peso temático de su tradición, una ficción que aborda los tópicos que horadan emocionalmente al hombre de hoy y, felizmente para los lectores de buenos libros, canalizada en una voz alimentada con ánimo festivo y odio tropicales (imposible escapar de la voz cultural, en este caso, para bien y agradecimiento de los futuros lectores de la autora). 
Como dije en el primer párrafo, no siempre tienes la oportunidad de encontrarte con libros redondos y epifánicos. Cada relato es un elevado canto al acto de narrar, aunque no puedo dejar de señalar mi decepción con el que titula la publicación. Ahora, que este mínimo reparo no sea obstáculo para no disfrutar de un libro que nos presenta a una escritora en todo el sentido de la palabra. 

… 

Publicado en LPG

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