"todo termina esta noche"
Los años no pasan en vano. Esta es la
idea que tengo luego de leer el segundo libro de relatos de Johann Page, Todo termina esta noche (Peisa, 2015).
No lo pienso mucho: Page es ahora un escritor distinto y, en cierta medida,
maduro. Lejano, a años luz, de su olvidado cuentario Los puertos extremos, título con el debutó, en el que percibíamos a
un autor que escribía muy bien, absolutamente dueño de sus recursos narrativos,
pero que a la vez poco o nada nos decía o comunicaba por medio de él.
Si retrocedemos al contexto en el que
apareció su primera entrega, podríamos cartografiar al autor en las coordenadas
de la tendencia de la narrativa metaliteraria, la misma que amenazó con marcar
una línea o moda en la narrativa peruana de aquel entonces. El tiempo, para
bien de nuestra tradición, socavó hasta desaparecer las entusiastas fuentes del
discurso metaliterario, un discurso que no se supo aprovechar del todo debido a
que sus cultores se nutrieron de voces ajenas a nuestra tradición. Se leyó muy
mal a los referentes metaliterarios y se intentó imponer una línea narrativa
sin respetar aquello que Bolaño sostenía hasta el hartazgo: el respeto de la
voz del día a día. Es por ello que poco
o nada nos dejó este registro, siendo en esencia rico y generoso en posibilidades
narrativas. Se quiso hablar del proceso literario como tema, pero la voz
empleada se caía sola, por falsa, inverosímil y no pocas veces huachafa. Sin
duda, hablamos de una oportunidad perdida para un registro que pudo ofrecer
frutos atendibles y es mi deseo que este pueda regresar, pero ahora con autores
capaces de reconocer y encontrar su voz en nuestra tradición ante todo, para
luego importar las formas y estructuras no ubicables ni desarrolladas en la
historia de nuestra narrativa.
De aquella tendencia metaliteraria,
sobreviven algunos títulos, que no envejecen, o que se han untado tinte para
solapar las canas, como Casa de Islandia
de Castañeda, El inventario de las naves
de Iparraguirre, Manual para cazar
plumíferos de Aguirre, París personal
de García Falcón y Migraciones de
Coral. Y allí paramos de contar. No busquemos más.
Como dije al inicio: los años no pasan
en vano. Podemos aseverar que Page ha encontrado su voz y, si vamos más allá de
las certezas inmediatas, también su
tema. En este sentido, Page se encamina con paso muy firme hacia una envidiable
madurez narrativa porque los siete cuentos de Todo termina esta noche son un gran muestrario de las debilidades y
fuerzas de su poética.
En lo personal, siento que se le está
dando una lectura tremendamente equivocada a los cuentos que giran sobre la
figura del padre, los mismos que nos presentan a un autor interesado en las
pequeñas tragedias familiares y emocionales, pero que evidencian una mirada que
no cierra ni asimila la fuerza de su nervio narrativo, nervio narrativo que sí
redondea y eleva detallando las miserias psicológicas que deparan las
relaciones de pareja. En los cuentos sobre los conflictos de pareja vemos a un
escritor que sí tiene muchísimo que decir. En este sendero transita como pocos
y somos testigos de un Page recargado, como también despreocupado, que nos
conduce a una verdad literaria que podríamos ejemplificar como un golpe en el
bajo vientre, entendiendo a sus personajes carcomidos por el fuego interno de
lo que no desean aceptar.
Desde hace buen tiempo la narrativa
peruana viene reclamando una novela ambiciosa sobre la intimidad, de los cursos
oscuros que signan lo no dicho y expresado en las relaciones de pareja. O sea, una
novela que coja por las astas las tensiones que suceden en una relación de dos.
Por lo leído en los cuentos de Page instalados en este tópico, tengo la
impresión de que asistimos a novelas encapsuladas. A lo mejor, soy presa de un
sueño canábico, y como ya señalé, nos urge una novela sobre la intimidad, tipo El pasado de Pauls, una novela con mucho
colesterol, pero colesterol del bueno, ambiciosa, con cimas y ripios, tal y como
lo es toda novela de largo aliento que se precie de tal. De Page depende.
…
Publicado en EBL
1 Comentarios:
¿alguien tiene noticias de los autores de esos 2 libros de cuentos que aparacieron casi junto con LOS PUERTOS... Me refiero a "1922" y a "PARQUE DE LAS LEYENDAS"? Ya no volvieron a escribir o lo hacen en otro país? O se dieron cuenta que lo suyo era la invstigacion (como a veces ocurre)?
Publicar un comentario
Suscribirse a Comentarios de la entrada [Atom]
<< Página Principal