sábado, febrero 13, 2016

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A la medianoche dejo de hacer las cosas que estaba haciendo para saludar a mi madre por su cumpleaños. Es una costumbre de siempre, saludarla a la medianoche, sin esperar a la mañana. La abrazo fuerte y luego de abrazarla, Onur se lanza sobre ella. Este perrito le ha traído una alegría a mi madre, en sus caprichos ha sabido ganársela, y esto no es poca cosa, ya que nunca ha sido muy dada a los animales. 
Mi madre me pide que por su cumpleaños deje de fumar y le prometo que no fumaré cerca de ella en lo que queda del día. Nos quedamos conversando un toque en la sala, conversando y planeando lo que haríamos en el curso del día. Ella es feliz en la sencillez de las cosas y en esa sencillez quiere pasar su día, pero eso no es lo que haré con mis padres, así es que le propongo ir a almorzar a La Punta. La Punta le trae muchos recuerdos, puesto que mi abuela y ella vivieron en ese distrito durante más de quince años. 
La idea le gusta, en especial le hace ilusión caminar por la cuadra en donde aún se ubica la casa en donde creció. 
Después de muchos meses que no voy a La Punta y algo muy dentro de mí me dice que no me hará bien hacerlo. Pero bueno, mis temores y deseos quedan de lado si de tratar de complacer a mi madre se trata. 
Mi madre se va a dormir y yo me quedo un toque más en la sala. Me sirvo un poco de café y leo los diarios que no pude leer en el curso del viernes. Mi costumbre: leer los diarios partiendo de la última página. Al llegar a la sección Política, veo a Guzmán ubicado en segundo lugar. Analizo sus palabras y no lo pienso mucho, Guzmán es un experto cantamañanas. Si este era el Outsider que se esperaba para estas elecciones presidenciales, pues seguimos hasta las patas.

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