domingo, noviembre 05, 2006

¿O polvo salvaje con desconocida o polvo de amor con salvaje conocida?

Confieso que Julio Medem es uno de los directores de cine a quien trato de seguir cada vez que película alguna suya se proyecta en Lima. Recuerdo bien que me animé a seguirlo ni bien terminé de ver su mejor trabajo, La ardilla roja. Y recuerdo bien que me enamoré por tercera vez de Emma Suárez – platónicamente, claro está-.

Luego llegaron la poética Vacas, Tierra –creo que es necesario que se vuelva a proyectar esta película ya que esta contiene el gran recurso que siempre ha estado presente en la obra de Medem: el azar- y la bien comercial Los amantes del círculo polar.

En ninguna de estas películas hay pierde, estas tienen la cualidad de dejarnos “un algo más” luego de verla, lo cual es todo un logro puesto que se divorcia de la vacuidad de las películas que por desgracia copan nuestra cartelera, la misma que hace alarde de ser una de las más misias en América Latina.

Pero es con Lucía y el sexo que llegué a encumbrar a Medem en mi lista de directores favoritos. Es una película que supera sus defectos técnicos y que no decae ante el pésimo soporte en el que fue filmada –el digital-, puesto que en ella prevalece una historia conmovedora en un marco lleno de sordidez e impotencia.

Son varios los temas que se desprenden, uno de ellos está asociado al tema del sexo -que es el que rige toda la trama pero en ningún momento cae en lo grotesco ni mucho menos coquetea con lo pornográfico- la paternidad, los encuentros y el amor.


Pero como toda película que me gusta tiene escenas que me conmueven, esta se dio en la escena en la que Lucía (Paz Vega) y Lorenzo (Tristán Ulloa, quien llevará al cine la novela Pudor de Roncagliolo), protagonistas, yacen desnudos en la cama cuando ella le hace la pregunta que da título a este post, la cual encierra la filosofía de vida de Lucía y su apuesta por el amor que espera todo sin pedir nada a cambio. Pues bien, que no se me catalogue de morboso porque no lo soy, pero afirmo que después de escuchar esa pregunta no volví a ser el mismo, me convertí en un hombre nuevo, y vale decir que las cosas son mucho más gratificantes, tanto en el sexo como emocionalmente, y bueno, cada quien con su rollo, pero en lo que a mí concierne tengo que manifestar que no me puedo quejar.

También es de antología la escena en la que ella se le declara a Lorenzo en un bar, justo después de estar hablando con su editor. Y esto me lleva a pensar en otro de los grandes temas que últimamente recorren en el cine, la literatura, la música y el teatro, por supuesto, me refiero al mundo interno del escritor y su manía por atrapar una historia.

PD: Volviendo al tema de la declaración de Lucía, ellos se van de juerga a una discoteca en la que se escucha Mr Hyde visita al túnel del amor, de Alaska y Los Pegamoides, por lo tanto, agradecería si se me dice en qué disco está, lo estoy buscando vesánicamente.




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