Y sigue sonando: DEMOLER y Carlos Torres Rotondo en Peru 21

En la edición de ayer martes de Perú 21, se publicó una generosa nota a Carlos Torres Rotondo a razón de DEMOLER.

Como bien saben los lectores de lfdls, DEMOLER ha gozado de una justa atención de la prensa y el genuino favor de los lectores. DEMOLER es pues un libro demoledor. Es la publicación en años en Perú y en lo personal me siento muy satisfecho de haber sido partícipe de su proceso de edición.

Aprovecho el post para agradecer a todos los hombres de prensa que tuvieron a bien promocionar el libro.

También a Yeniva Fernández, Aldo Vivar, Ulises Gutiérrez y Luis Eduardo García, y muy en especial a Marco García Falcón y Francisco Ángeles. Sin ellos, no creo que lo hubiera hecho tan bien en calidad de editor.

La nota es del periodista Carlos Chávarry Valiente. La imagen de Buco que utilizo pertenece a Richard Nossar.

DEMOLER salió en julio del año pasado y sigue sonando…

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“Saber si el punk nació en el mundo con Los Saicos me parece un despropósito. Y, aun de haber ocurrido así, no tuvo la más mínima influencia en Estados Unidos ni en Europa”, señala Carlos Torres Rotondo, autor del libro Demoler: Un viaje personal por la primera escena del rock en el Perú (1957-1975). “Además, en muchas partes del mundo hubo grupos que, en paralelo con Los Saicos, hacían ya protopunk en los sesenta. ¿Hasta qué punto estas bandas tenían una antena conectada a lo que sonaba en esos momentos? De eso trata esta investigación”, agrega.

Diez años le tomó a este literato publicar su ensayo del rock peruano desde sus orígenes: en Demoler, Torres buscó a todos aquellos personajes que dieron vida a grupos como Los Shain’s, Los Belkings, Los Holy’s, Traffic Sound, El Polen y, por supuesto, Los Saicos, para que le contaran, directamente, cómo se vivieron los inicios del rock en el país. Y escribió una historia del Perú a partir de ellos y del contexto cultural de su época.

LET’S ROCK. Pregunta urgente: si empezamos tan temprano con el rock en el Perú, ¿por qué no se desarrolló al igual que en otros países? “Por varios factores –responde Torres–. Velasco Alvarado, por ejemplo, prohibió las fiestas con conciertos, porque creía que eso alienaba, y se gravaron los instrumentos musicales que venían de afuera. También influyó la crisis del petróleo de los años setenta, que hizo que muchas disqueras prefiriesen no invertir en sonidos experimentales. Y, además, se produjo el auge de la cumbia. Porque, mientras que, acá, el rock fue más de la clase media para arriba, el género de la cumbia representó, en la práctica, el desborde popular”.

Y añade con una sonrisa: “El otro gran problema fue que las madres solían cuestionarte siempre con frases como: '¿A qué te vas a dedicar?’”.