Fujimorismo no

En el blog Trigo Atómico, del periodista y escritor Jaime Bedoya, encuentro este excelente post.

Va.

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EL MIEDO SUELE SER mal consejero. Y un pésimo consejo sería confiar la supuesta defensa de la democracia en una organización que hizo todo lo posible por prostituirla, corrompiéndola, saboteándola y transformándola en una mafia cuyo líder hoy está sentenciado a 25 años de cárcel por crímenes de estado. Este líder, figura paterna que hoy se invoca como maestro y guía del fin justifica los medios, es el mismo que al momento en que evidencias grabadas de la podredumbre real de su gobierno eran conocidas, él huía para luego renunciar a la Presidencia de la República por fax. Perfeccionando aún más el insulto nacional, recién entonces se conocería su nacionalidad japonesa, la misma que utilizó para postular al parlamento japonés en busca de protección. ¿Este es el legado que salvará la democracia peruana a través de sus frutos: ? Keiko estudió en Boston para acabar cosechando en el Perú once años de clientelaje político delincuencial. Kenyi, sin mejor mérito que la sodomización pública de su mascota y el privilegio de llamar tío a Montesinos, es uno de los congresistas más votados. ¿La DIROES será ahora la matriz de la nación? Si así va a ser, vayamos derribando - por respeto- el monumento a Grau de la plaza que lleva su nombre.

UN PAIS SIN AUTOESTIMA no es tal. Será un pacharaco mercado emergente, un foco de inversión ligero de cascos, un conjunto de ghettos acostumbrados a vivir de espaldas entre si rumiando el odio infraterno, pero difícilmente será otra cosa. Pasado el impacto que el resultado electoral ha producido en la mitad del electorado - fragmentación auto inducida por tres candidatos sin un horizonte más allá del que sus propios ombligos les demarcan- toca razonar antes que asustarse. O que insultar. Es deplorable el corral racista y auto complaciente en que se han convertido las redes sociales, una isla cosmopolita rodeada de un océano de votos que van en otra dirección, demostrando una intolerancia y brutalidad primitivas quienes irónicamente han tenido las mejores oportunidades en un país con índices de pobreza alarmantes.

HUMALA, AHORITA, tampoco es garantía de nada. Pero está en manos de los electores que no votaron inicialmente por él exigir los compromisos y rectificaciones que hagan transparente y valedera su propuesta. Sin anclajes ni cordones umbilicales ocultos con el esperpento venezolano o con fórmulas anacrónicas. Humala está forzado a buscan entendimientos, pues con el 30% no gana. A ese entendimiento hay que ponerle candado, cantol y trabagás. Hay quienes dirán que resulta iluso creer en esto. Más iluso es confiar en la neutralidad temblorosa del voto en blanco. O que la inmoralidad fujimorista es una opción segura. Como en el antiguo comercial de Caterpillar, no existen soluciones simples, solo alternativas inteligentes. Si alguien tiene alguna idea que levante la mano.

PARA ESO SIRVEN LAS ELECCIONES: para enfrentarnos con lo que somos. Si no nos gusta lo que vemos, es idiota - si no fascista- culpar al prójimo. La felicidad privada llevada al ámbito social se le llama justicia. Hacia ella es que hay que dirigir las fuerzas, la rabia, la pasión que ahora vuelta odio se desperdicia en las redes. Con el perdón de Basadre, digamos que el Perú es más grande que facebook.