No hemos aprendido nada
El pasado domingo 10, los peruanos ofrecimos un deprimente espectáculo. Le demostramos al mundo que a once años de haber recuperado la democracia –secuestrada en manos de la dictadura fujimontesinista- no hemos aprendido ni mierda.
Ayer lunes, en la tarde, estuve caminando por diferentes zonas de Lima y lo que vi, en verdad, fueron miles de caras asustadas, confundidas y ahuevadas. No era más que un irrefutable ejemplo, entre muchos, de que recién nos hemos dado cuenta de nuestra bestialidad.
No hay duda alguna: la mayoría de peruanos jamás quiso favorecer a Ollanta Humala y Keiko Fujimori. Los votos conseguidos por el Comandante Carlos y La rata naranja son muy inferiores a los obtenidos por el relegado trío (Toledo, Castañeda y Kuczynski), si es que estos imbéciles, claro está, hubieran ido como una sola fuerza ante el peligro que significaba para la democracia la subida del cachaco bolivariano y la mafiosa. Esto es casi un calco de lo que en 2007 ocurrió en Nicaragua. ¿O me van a decir que Daniel Ortega llegó al sillón presidencial gracias a un descomunal apoyo popular? No, niño, así no fue. Este violador de niñas y pata de Hugo Chávez se impuso debido a que el electorado nicaragüense estuvo fragmentado en sus preferencias.
Para mí, el mero hecho de elegir entre el Comandante Carlos y La rata naranja es como meter mis manos en una bolsa llena de boñiga. Jode tanto, pero tanto, ya que esta es una pesadilla que sí pudo evitarse. Pero más pudo nuestra frivolidad, nuestra patética inclinación por las modas y nuestra incapacidad para el análisis y la reflexión.
Yo entiendo perfectamente a los millones de compatriotas que apostaron por las ofertas del comandante Carlos. Hay que ser miope de criterio para no darse cuenta de que la dizque bonanza económica no ha estado favoreciendo a todos. Su disconformidad y resentimiento eran más que justificados. De esa necesidad se valió Humala, ofreciendo promesas al por mayor, pero nunca explicó cómo aplicaría sus soluciones, si es que las tiene, a las fisuras, por ejemplo, del sistema económico.
Por otra parte, no ha dejado de causarme repugnancia el comportamiento de no pocos intelectuales, escritores y artistas, en su mayoría militantes y simpatizantes de las izquierdas, que aprovechándose de este contexto, decidieron adherirse a la opción del presunto hacedor de los crímenes de Madre Mía (a leer, entonces, el informe de la CVR, cosa que de una vez te sales de dudas), cuya campaña fue, pero de lejos, la más cara de todas. Cómo no va a ser la más cara si desde siempre se supo de donde provenía la financiación (una muestra, querido ollantista de ocasión: ¿por qué no quieres averiguar de los informes sobre la realidad peruana que Nadine Heredia realizó para medios de comunicación venezolanos, chambitas por las que un competente profesional de las comunicaciones cobraría, a lo mucho, 10 mil soles, y no 300 mil dólares; sobre este asunto hubo, como sabes, una investigación, pero la misma no llegó a nada porque cuando pidieron esos informes a los medios de comunicación bolivarianos, estos se negaron a entregarlos. Por eso la niña quedó libre de polvo y paja). Saben bien que apoyar al Comandante Carlos es una fehaciente incoherencia de lo que hasta el hartazgo dicen defender y honrar (respeto a la vida, libertad de expresión, lucha contra la corrupción, etc). Pero se hacen los huevones, y todo por el falso ideal de que hoy por hoy la izquierda tiene la oportunidad de hacer algo por el país. ¿Sí o no Javier Diez Canseco (mira que yo admiraba tu trayectoria combativa y fiscalizadora, pero más pudo tu fervor ideológico, ahora no tengo no dudas: los derechos humanos te los pasas por los huevos; si el que los viola es de derecha, a la cana, si es de izquierda, de costadito nomás)?
Y como era de esperarse, se sumaron también los arrabaleros de la demogogia política. Así es, señores, acordémonos de aquellos, derechistas y conservadores, que en las pasadas elecciones municipales denostaban de la tía de Fuerza Social Susana Villarán, tildándola, día y noche, de roja radical, y que no dudaron en echar al wáter sus falsas posturas democráticas al enterarse que podían recibir algo de hueso en caso Humala llegue al poder.
Como dije líneas arriba: elegir entre Humala y Keiko es como meter mis manos en una bolsa llena de boñiga.
17 Comentarios:
De acuerdo Gabriel, estamos en una pesadilla. Eso nos pasa por desinformados.
Muy bien, joven narrador, las cosas claras. Posicion firme siempre
vamos a tener que votar con tapándonos la nariz, cada dia retrocedemos mas y mas
la pregunta sería xq tú estás tan informado y la gente no? creo que echarle el pato a la economía es bastante obtuso... has desperdigado ráfagas y ráfagas de acusete de salón desde tu blog pero no has podido llevar tus ideas a un plano real, hacia la gente que iba a votar por humala, sino a todos los intelectuales, intelectualoides y poseros que revisan tu blog. no tengo nada contra ti, me pareces un buen blogger pero de ahí a dártelas de politólogo de café, deberías hablar con la gente que voto por el capitán carlos y por la rata naranja y preguntarles por qué votaron como lo hicieron. no peques de soberbio con tus conocimientos, que la gente no tuvo la suerte que tuviste tu de ir a una universidad y en su mierda ha tenido que sobrevivir como ha podido... habla con una tía que tiene siete hijos y un té filtrante les alcanza pa todos y cuando sus hijos latean por larco las tías agarran sus carteras pensando que se las van a arranchar, no pienses solo en la economía, tambien está el tema del racismo, la inclusión social y cultural... no seas obtuso y para la segunda vuelta deja de ser acusete y alza tu voz donde la gente te oiga, porque esa gente que votó por humala y keíko no tienen plata para entrar a internet...
Parte de un posible comentario a lo que dices lo consigno en el quinto párrafo. Definitivamente, no solo lo económico es parte del problema, sino que este supuesto despegue no ha ido de la mano de una apuesta por la educación. Tener que elegir entre Humala y K Fujimori es una "pequeña" muestra de lo deseducados que somos, de nuestra falta de cultura cívica. Lo que señalas de las personas de a pie, es algo innegable y creeme que sé cómo es, así que si yo peco de obtuso, quizá tú de prejuicioso.
Saludos
G
Al mostrito que no aprobaré su comentario: primero lee bien el post y después pon la misma atención a los comentarios.
G
Oiga joven Gabriel, ¿vio al maton de Tapia ayer en Prensa Libre? ¿Ese es el asesor de Humala?
causa sorpresa ver a los "intelectuales" anti villarán como harol alva convertidos ahora en rabiosos e intolerantes mastines ollantistas, todos saben que el bufalito tiene corazon en forma de estrella, pero humalista ya es ser demasiado asqueroso, aun para el recientemente autonombrado "poeta de la revolucion".
La única razón por la que apruebo el último comment, es porque hay pruebas sobre el doble discurso del señor Alva (no tengo nada personal en contra de él), tanto en su blog como en sus artículos publicados en la revista Contrapoder.
G
Pasan los dias y no me rerpongo de lo que nos espera, veo con mucha tristeza lo que le pasa a mi pais
puede ser, nadie es perfecto... aunque creo que es momento de que por fin la famosa generación x y sus hijos adopten algo que se quedó en el pasado-pisado: la conciencia crítica. analizar la situación y si al final tenemos que ir a marchar, iremos...
Firma: el prejuicioso.
PD: igual sigo siendo hincha de tu blog.
Sr. Ruiz Ortega,
no sé de qué doble discurso habla,
en CONTRAPODER, la revista que dirijo queda muy bien sentada mi posición anti nacionalista, con críticas fundamentadas a Ollanta Humala; por eso después del debate decidí viciar mi voto, escribí sobre eso en mi blog; sin embargo, frente al pase a segunda vuelta de Humala y Keiko Fujimori, por supuesto que yo siempre votaré contra Keiko y si tengo que votar a favor del señor Humala, votaré sin miedo por él. Dónde está dígame usted el doble discurso, asumo responsabilidades frente a lo que sucede, o prefiere acaso que Keiko Fujimori y todo su clan de delincuentes vuelva al poder? Yo no quiero eso. Si me van a juzgar por no querer eso, son libres de hacerlo. Mi conciencia está tranquila. Soy libre al final de decidir por quién votar. Decidir por el honor de mi país no me hace un hombre con doble discurso. Con esa lógica doble discurso es Mario Vargas Llosa, Beatriz Merino y todos los demócratas que estoy seguro votarán por el ex comandante.
Harold:
Respira y no te descontroles, que en ti no pensé al hacer el post. La referencia a tu persona vino por cuenta de un anónimo y yo solo cruce información. Y déjame decirte que sí tienes un doble discurso. Tus artículos en Contrapoder y posts (5 minutos me tomó la arqueología en tu blog) refrendan lo que he dicho en mi comentario. Está bien indignarse ante algo que uno cree erróneo, pero poco o nada se puede hacer cuando a uno se le confrontan con sus propias palabras. Salgamos del contenido del post y refresquemos la memoria, ¿te parece conocida la siguiente frase (en un medio público, cuestiones privadas no entran aquí): "Para mí, el mejor gobierno peruano, fue el de Fujimori, después del 5 de abril"? Eso, lo dijiste tú. ¿Y así vienes a hablar de que no tienes doble discurso?
Como dije, no hay nada personal contra ti. Pero si hay que señalar los vaivenes de tus convicciones democráticas, pues hay que hacerlo.
Saludos
Gabriel
querido Gabriel, no me descontrolo, que Fujimori haya hecho lo que tenía que hacer respecto a estabilizar el país y recuperar el orden, era lo que le tocaba hacer, lo que le toca hacer a cualquier presidente, esa es su chamba, su deber, en virtud a que era su obligación es probable que haya dicho aquello que refieres, pero de allí a justificar los crímenes es otra cosa. O acaso tú crees que el gobierno de García, su primer gobierno fue mejor que el de Fujimori después del 5 de abril?. o el de Toledo, o este mismo?, osea referirse a una verdad no es tener doble discurso, pero de allí a defender el barro, la corrupción, es otra cosa. Ser consecuente con mis principios no me hace un hombre de doble discurso, ser ciego y defender lo indefendible no solo me haría necio sino dogmático y yo no soy ni necio ni dogmático.
Bueno, Harold. Todo ok. Ya diste tu versión. Tus posts, artículos en Contrapoder, están a la mano de los interesados en el tema. Ellos sacarán sus conclusiones.
Y me reafirmo en la idea central del post: no hemos aprendido nada de nada tras once años de haber recuperado la democracia.
Ss
G.
En realidad no pues, no hemos aprendido nada. Y es lamentable, asquerosamente lamentable. Un fuerte abrazo.
A ver, al ocioso que está mandando comentarios, le pido el favor que no se huevee, si quiere que le apruebe, pues no escriba borracho.
G.
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