494
Me levanto algo tarde, no tengo ganas de
salir de cama, el frío se ha instalado en cada centímetro de mi cuarto, pero
hay que hacer el esfuerzo, el suficiente para el duchazo del deshueve.
Respiro hondo y sin más ingreso a la
ducha. Pienso en todo lo que tengo que hacer durante el día. Felizmente, son
cosas que puedo dominar, aunque en la tarde-noche vaya a tener que salir un
toque. Iré a la biblioteca del ICPNA a devolver unos libros y pagar la mora
respectiva, porque debí devolverlos el jueves pasado. Como si nada. Ojalá, sí,
lo haga rápido porque quiero regresar para ver la WWE.
Una vez ubicado frente a la pantalla,
fresco y con la cafetera al costado, respondo los correos recibidos el fin de
semana. Uno de ellos me llama la atención. Una reportera de un conocido diario
local me escribe y me consulta si puede entrevistarme a razón de la Antifil. Le
digo que ya, “dale con las preguntas”, y que, por favor, me las mande en Word,
porque así me es más fácil y porque también pienso que serán a lo mucho tres
preguntas.
A los 20 minutos recibo el archivo de
preguntas. Me sumerjo en el trance de las respuestas, mientras Onur se ubica
frente a mí, mirándome fijamente, atento a mi primer descuido para saltar sobre
mi chirimoya, sin duda, mi fruta preferida. Onur se ha vuelto un devorador
exquisito. Desde hace meses que no come la comida que debe comer, sino que
quiere comer lo mismo que nosotros y en el mismo momento que lo hacemos. Está
muy engreído a razón de mis padres, pero no gano nada con hacer que cambien el
trato con el falso pekinés, que para ser
sinceros se ha hecho querer. Hasta los Zepitas quieren conocer a Onur.
En realidad todo el mundo quiere conocer a este falso pekinés, que se ha
convertido en mi hermano menor y, como se deduce, en el engreído de la casa.
Acabo las respuestas y se las envío a la
reportera.
Y ahora me pongo a trabajar en una
entrevista que en las próximas horas publicaré en Sur Blog.
El escritor entrevistado es uno al que
vengo siguiendo desde hace varios años, y sé que ha sido polémico, pero bueno,
pienso que todos somos polémicos una que otra vez, y lo que importa, a fin de
cuentas, es la literatura como tal, en sus conexiones que nos depara la
lectura.
0 Comentarios:
Publicar un comentario
Suscribirse a Comentarios de la entrada [Atom]
<< Página Principal