pobres diablos
En los días ausente del blog, que eché
de menos, estaba pensando en compartir algunas impresiones al vuelo sobre las cinco
películas de Clint Eastwood en el rol del policía Harry Callahan. La película
más conocida del ciclo, la ya clásica Harry,
el sucio. No sé cuántas veces las he visto, pero en cada nuevo
acercamiento, el asombro no decae. Bueno, pensaba escribir de algunos mágicos detalles
menores de estas películas, pero al parecer la furia me obliga a dar cuenta de
otro asunto, que bien podríamos calificar de miserabilismo.
En menos de 48 horas, dos representantes
de la izquierda peruana brindan motivos para pensar seriamente en la sospecha
social razonable: la izquierda jamás será gobierno y que solo se desempeñará en
lo que saben hacer como pocos: ser oposición.
La primera maravilla la vi ayer domingo,
minutos antes del imprescindible Royal Rumble de la WWE. Por las redes comenzó
a circular la intención del congresista Justiniano Apaza de presentar un
proyecto de ley que restringa el ingreso de venezolanos al país. Como era de
esperarse, las críticas no se hicieron esperar, al punto que tuvo que declarar
que se trataba de una propuesta personal y no de los congresistas del Frente
Amplio. Entre sus argumentos, lo que ya parece demagogia, más o menos así: los
jóvenes venezolanos quitan el trabajo a los jóvenes peruanos. Y en las últimas
horas, Goyo Santos, el mayor demagogo de la izquierda, que primero tendría que
solucionar sus serios problemas legales antes de proferir cojudeces, como su
defensa y admiración a la dictadura de Nicolás Maduro: “La dictadura es aquí,
primero arregla tu casa y después resuelve problemas ajenos”.
Aunque el verbo no delata su pobrediablismo,
el silencio hace cómplices a todos los demás líderes de la zurda, pienso en
Verónika Mendoza y Marisa Glave, que si aspiran a algún futuro político,
deberían pensar en condenar la barbarie dictatorial de Maduro. En pocos años
viviremos las elecciones presidenciales y por más que intenten convencernos de
las ventajas de un gobierno de izquierda, el peruano de a pie se mostrará
reacio ante el discurso: lo que ven a diario en las calles es motivo más que
suficiente para saber que el socialismo del siglo XXI se ha convertido en toda
una desgracia.
1 Comentarios:
El socialismo de todos los siglos ha sido, es y será una miserable desgracia. Basta con saber algo de historia, salir a la calle, leer sobre "teoría" marxista o bien leer sobre sus derivados culturales modernos, como el cancerígeno feminismo, para darse cuenta de ello sin ningún problema.
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