Un gran libro sobre el padre
¿Por qué los buenos libros demoran tanto en llegar a nuestras librerías?
Esta fue la pregunta que me hice ni bien terminé de releer EL OLVIDO QUE SEREMOS de Héctor Abad Faciolince. En mes y medio lo he leído tres veces, aunque en la tercera me demoré muchísimo más de la cuenta, a propósito. (A los días que acabé la primera lectura apareció en El Dominical un adelanto del libro, es que el ejemplar que leí me lo regaló mi gran amiga Dora Montoya en Colombia.)
De Abad Faciolince solo había leído la novela BASURA, la cual ganó, como saben, y con suma justicia, el Primer Premio de Narrativa Innovadora de la Casa de América de Madrid en el 2000 (la novela fue editada por Lengua de Trapo); y también un extraordinario artículo en El Malpensante titulado, a ver si me acuerdo, más o menos así: El porque no leer a Paulo Coelho.
A ver, ¿de qué va este libro de HAF?
Para empezar, no es una novela pero lo es; o mejor dicho, es una memoria novelada.
El protagonista es el médico Héctor Abad Gómez, el padre del autor. Y como puede colegirse, siempre será jodidazo abordar la figura paterna en cuanto texto literario. Es una empresa difícil porque los límites entre la idealización y el revanchismo se mezclan al punto que hacen del proyecto un muestrario de gratuitos recursos efectistas sazonados de sentimientos menores camuflados.
Ese no es el caso de EOQS. Para nada. Aquí hay harta y honesta sensibilidad. Mérito saltante de HAF, desplegado en nervio y soltura en casi trescientas páginas que uno quiere que sean interminables, tal y como me pasó con PATRIMONIO de Philip y LA INVENCIÓN DE LA SOLEDAD de Paul, con ligeras variantes, obviamente.
Héctor Abad Gómez es, ante todo, un idealista. Por medio de él se nos presenta la singular radiografía de la familia de AF; su natural propensión a luchar por la justicia social, lo que vale ser sindicado como izquierdista por los de derechas, y como derechista por los de izquierdas; y también el retrato de una época telúrica en la que los asesinatos eran cosa de todos los días en ciudades como Medellín.
El padre de AF fue asesinado por los paramilitares en 1987. Motivo que llevó al autor a indagar en el por qué de su desaparición, un por qué sin respuesta, pero que en su proceso nos permite conocer a un hombre que se posesiona de nosotros, en claro testimonio de que la integridad humana y moral existe, sin necesidad de encorsetarla en un aura de felicidad.
Recomiendo este libro, es literatura de alta calidad; y en especial a quienes jamás se han llevado bien con sus padres, y también a los que los aman por sobre todas cosas (yo me ubico en este segundo grupo). Esta lectura se justifica a sí misma.
EOQS es de lejos el mejor libro de autor latinoamericano que vengo leyendo en este 2008 que se acaba. Y me voy con la pregunta que da el play de este post: ¿Por qué los buenos libros demoran tanto en llegar a nuestras librerías?
Imagen, EL OLVIDO QUE SEREMOS
Esta fue la pregunta que me hice ni bien terminé de releer EL OLVIDO QUE SEREMOS de Héctor Abad Faciolince. En mes y medio lo he leído tres veces, aunque en la tercera me demoré muchísimo más de la cuenta, a propósito. (A los días que acabé la primera lectura apareció en El Dominical un adelanto del libro, es que el ejemplar que leí me lo regaló mi gran amiga Dora Montoya en Colombia.)
De Abad Faciolince solo había leído la novela BASURA, la cual ganó, como saben, y con suma justicia, el Primer Premio de Narrativa Innovadora de la Casa de América de Madrid en el 2000 (la novela fue editada por Lengua de Trapo); y también un extraordinario artículo en El Malpensante titulado, a ver si me acuerdo, más o menos así: El porque no leer a Paulo Coelho.
A ver, ¿de qué va este libro de HAF?
Para empezar, no es una novela pero lo es; o mejor dicho, es una memoria novelada.
El protagonista es el médico Héctor Abad Gómez, el padre del autor. Y como puede colegirse, siempre será jodidazo abordar la figura paterna en cuanto texto literario. Es una empresa difícil porque los límites entre la idealización y el revanchismo se mezclan al punto que hacen del proyecto un muestrario de gratuitos recursos efectistas sazonados de sentimientos menores camuflados.
Ese no es el caso de EOQS. Para nada. Aquí hay harta y honesta sensibilidad. Mérito saltante de HAF, desplegado en nervio y soltura en casi trescientas páginas que uno quiere que sean interminables, tal y como me pasó con PATRIMONIO de Philip y LA INVENCIÓN DE LA SOLEDAD de Paul, con ligeras variantes, obviamente.
Héctor Abad Gómez es, ante todo, un idealista. Por medio de él se nos presenta la singular radiografía de la familia de AF; su natural propensión a luchar por la justicia social, lo que vale ser sindicado como izquierdista por los de derechas, y como derechista por los de izquierdas; y también el retrato de una época telúrica en la que los asesinatos eran cosa de todos los días en ciudades como Medellín.
El padre de AF fue asesinado por los paramilitares en 1987. Motivo que llevó al autor a indagar en el por qué de su desaparición, un por qué sin respuesta, pero que en su proceso nos permite conocer a un hombre que se posesiona de nosotros, en claro testimonio de que la integridad humana y moral existe, sin necesidad de encorsetarla en un aura de felicidad.
Recomiendo este libro, es literatura de alta calidad; y en especial a quienes jamás se han llevado bien con sus padres, y también a los que los aman por sobre todas cosas (yo me ubico en este segundo grupo). Esta lectura se justifica a sí misma.
EOQS es de lejos el mejor libro de autor latinoamericano que vengo leyendo en este 2008 que se acaba. Y me voy con la pregunta que da el play de este post: ¿Por qué los buenos libros demoran tanto en llegar a nuestras librerías?
Imagen, EL OLVIDO QUE SEREMOS
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