lunes, diciembre 22, 2008

Librazo: AVE SOUL

Hace pocos días llegó a mis manos AVE SOUL (Doble Príncipe, 2008), de Jorge Pimentel. No tengo la más mínima duda: esta lectura me ha significado agradecidos martillazos en la cabeza. Lo he leído hasta cuatro veces en dos madrugadas. AVE SOUL tiene esa cosa extraña que te encandila, que te hechiza, como si estuvieras fumando interminables tronchitos psicodélicos. En sus páginas es patente el desborde de una sensibilidad atormentada, desgarrada, marginal, tierna… Como ya se ha dado a conocer, AS pertenecía a ese rubro de “libros secretos de los que se habla mucho, pero que nadie ha leído”. Este rescate editorial rinde justicia a la contundencia de este poemario editado en 1973, en España. No hay pierde en ninguna de sus páginas; poemas como “Balada para un amigo”, “La balada del hombre del siglo xxi”, “Balada para un caballo”, “Ave Soul”, “Escenas de un cuadro de N. Poussin”, “La balada de los relámpagos inacabables” (buen título para una novela, ¿no?) y “Balada para una madre que llora desconsoladamente en el Hospital de Enfermedades Neoplásicas al enterarse que su hijo de doce años va a morir” seguirán retumbando en la mente de este blogger por no pocas noches. Obviamente que hay más poemas, igual de inolvidables, como los no recogidos en la primera edición (“Rimbaud en Polvos Azules”, “Camino pedregoso” y “Escrito en un block de lluvia”), pero ahora solo doy cuenta de los que me han insuflado buen veneno. Con “Pimentel en el recuerdo”, Roberto Bolaño se abre paso en el prólogo de esta segunda edición. “Recuerdo que éramos pobres, no habíamos cumplido los veintidós años, llevábamos el pelo muy largo y teníamos unas bibliotecas magníficas, cuyos libros no solíamos prestar”, dice el autor de ESTRELLA DISTANTE, dando cuenta de su cercanía con el poeta Mario Santiago, con quien tenía muchísimas diferencias que iban de las filosóficas a las literarias, con algunos puntos de sintonía: “Uno de esos puntos era Hora Zero y Pimentel, al que pronto se agregaría Ramírez Ruiz, a quien Mario leyó con mucho más cuidado que yo, y Nájar, Cerna, Tulio Mora y Verástegui. En general estábamos de acuerdo en que la joven poesía peruana era de lejos la mejor que se hacía en Latinoamérica en aquel momento.” Bolaño vivía y moría por la poesía. Vivía y leía, leía muchísimo. Pocas veces este blogger ha leído prólogos que exuden saludables cuotas de inteligente entusiasmo, el chileno no se va por las ramas, equilibra los puntos de vista para resaltar lo que importa: la frescura de AS a más de treinta y cinco años de su publicación en España. “Actualmente un grupo de poetas mexicanos de vez en cuando saca algún poema de AVE SOUL, en revistas de existencia efímera. Y es curioso: esos poemas de Pimentel que siguen apareciendo en revistas mexicanas parecen (y en realidad son) más nuevos, en el sentido de que ofrecen alternativas poéticas y en el sentido de su puro goce estético, que la mayoría de los poemas que se acumulan en ese tipo de revistas cuya única razón de ser es la vicaria satisfacción de egos un tanto desbocados. Quiero decir: los poemas de AVE SOUL no han envejecido un ápice. Siguen tan frescos y legibles como cuando Pimentel los escribió. ¿De cuántos poetas latinoamericanos podemos decir lo mismo?” Sin embargo, el recordado chileno no es el único que aparece en esta reedición. También tenemos la “presencia” del poeta español Felix Grande, cuya carta, dirigida al entonces joven poeta peruano, fue publicada en la contraportada de la primera edición de AS. “¡Qué salto enorme! ¿Qué te ha pasado, muchacho? ¿La pobreza, la patria errante, la carne infinita de mujer, el odio del mundo como una niebla nauseabunda, la muerte de tu padre, el miedo? Otros, con todo eso se vuelven cínicos y viles. ¡Y tú compones AVE SOUL!” Sin palabras. Grande lo sintetiza todo. Esa carta es también un poema, un poema de “desobediencia y dolor”. Y regresando con Bolaño. Pues son una delicia sus dos secciones de cartas. La primera, escrita meses después de la salida de AS; la segunda, treinta años después, vía mail, cuando el escritor ya gozaba del justo reconocimiento internacional gracias a LOS DETECTIVES SALVAJES. Me gustaron más las dos cartas de la primera sección. En la primera carta, el chileno le pide al poeta peruano que responda un largo cuestionario, de 26 preguntas. Pimentel las responde, y Bolaño le contesta de esta manera: “Ok. Jorge –Hora Zero ya puede contar con tres integrantes más. Bruno Montané, Mario Santiago y yo. Esta tarde daré con Bruno un recital en Barcelona. Nos presentaremos como horazerianos…” Está demás decir que la presente edición es preciosa. Le hace honor al mejor poemario de Jorge Pimentel. La lectura de AS no solo se hace necesaria por su derroche de desgarradora sensibilidad, sino también es un ejemplo axiomático de lo que realmente debe importar a la hora de escribir poesía: entregarlo todo. 

1 Comentarios:

Anonymous Anónimo dijo...

ave soul es una publicación que le devuelve la dignidad a la poesía peruana. Gracias por el post, compré el libro y lo disfruté.

Sarita.

8:57 a.m.  

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